Álbum

Núria Graham

Bird EyesEl Segell del Primavera, 2015
Hay algo en Núria Graham que hace presagiar que podría, debería, obtener un éxito masivo en un futuro no demasiado lejano. Tras darse a conocer a los 16 años con “First Tracks” (2013), una colección de maquetas con madera de disco, esta chica de Vic muestra unos subyugantes niveles interpretativos. En el aspecto vocal planea sobre vulnerabilidades y sentimientos íntimos con calidez y cercanía, y también destaca mucho como guitarrista, construyendo interesantes texturas de tono más experimental. No es jazz ni dream pop, pero podría acunarte en un limbo entre ambos mundos, construir un lugar en el que desees quedarte a vivir. Lo fácil sería compararla con otras voces femeninas de espíritu similar (¿Sharon Van Etten?), pero hay momentos en que sus sonoridades más pictóricas me llevan al mismo prisma ensoñador que cuando escucho a David Sylvian con Robert Fripp.

En los textos se nota la bisoñez de Graham: abundan los sentimientos más propios de cuaderno adolescente, pero también son exploraciones hipersensibles, siempre en forma de confesiones a una segunda persona. Canciones sobre turbulencias interiores relacionadas con el amor y el deseo, con algunos momentos de calado más turbio como “Ages” y “An Exception”, donde muestra conflictos sentimentales confrontándose a personas de mucha mayor edad. También tiene temas de poder tan reconfortante como “Bad Luck” que, con un poco de suerte, tendrían que serían hits mundiales. ∎

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