Disco destacado

Public Enemy

It Takes A Nation Of Millions To Hold Us BackDef Jam-CBS, 1988

Indiscutible mejor disco internacional del año 1988, como quedó reflejado en las listas del Rockdelux 48, esta es la crítica que Luis Lles firmó cuando se comentó “It Takes A Nation Of Millions To Hold Us Back” por primera vez en las páginas de la revista. El segundo álbum de Public Enemy fue un aldabonazo, y no solo en el mundo del hip hop. Una de las cumbres históricas de la música de todos los tiempos. Una obra maestra absoluta.

Ya están aquí otra vez. Los black panthers del rap amenazan de nuevo con derruir los pilares de esta sociedad en su segundo asalto. El macarrismo que traslucen tanto el título como la portada del disco se ve plasmado en los combativos surcos de este apabullante elepé, que se coloca ahora mismo entre lo mejorcito de este 88. Como buenos seguidores de los musulmanes negros de Louis Farrakhan, sus textos vuelven a hablar de represión gubernamental, de orgullo racial, de injusticias, de censura en los media y de lo chulos que son. La ley de la calle. Y recuerda que Public Enemy no rapean. Escupen. Con ellos ha comenzado un nuevo y fascinante capítulo en la historia del hip hop. El futuro del rock & roll.

Con “Countdown To Armageddon” arranca la cuenta atrás para la revolución. Y cuando ya te empiezas a inquietar, suenan las primeras notas de “Bring The Noise”, un trallazo de funk ruidoso y energético que demuestra que los chicos han aprendido bien la lección de Mr. Dynamite, algo que también se aprecia claramente en el sensacional single “Don’t Believe The Hype”, en “Louder Than A Bomb” y en el minimalista “Night Of The Living Baseheads”. Pero hay mucho más, brother. Este segundo elepé de Public Enemy contiene vibrante hip & blues (“Flavor Flav Cold Lampin’”), sucio ruido industrial (“Terminator X To The Edge Of Panic”), subversión ácida (“Mind Terrorist”), blues triturado con samples del Shaft” de Isaac Hayes (“Caught, Can We Get A Witness?”), avasalladores riffs de heavy guitar (“She Watch Channel Zero?!”), rap supercomercial adobado con chirriantes samples asesinos (“Rebel Without A Pause”), una original réplica de los Beastie Boys (“Party For You Right To Fight”), ejercicios de vigoroso jazz-funk (“Black Steel In The Hour Of Chaos”), ritmos ideales para samplear (“Secutiry Of The Firts World”), rock puro y duro (“Prophets Of Rage”) y hasta aproximaciones al free jazz de Steve Lacy y Ornette Coleman, eso sí, convenientemente machacados (“Show ‘Em Watcha Got”). En total, 16 disparos desde el corazón neoyorquino divididos en una cara negra y otra cara plata. Y te puedo asegurar que no sobra ninguno. Palabra de Malcolm X. Black is back!! 

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