Álbum

Renaldo & Clara

La boca aiguaPrimavera Labels, 2023

Renaldo & Clara retornan con “La boca aigua”, cuarto LP con el que refrendan la excelencia de una trayectoria que, ahora sí, ha alcanzado todo su potencial mediante 21 minutos sencillamente perfectos. Y, en este sentido, a la hora de entender la magnitud de este álbum, hay que ir canción a canción.

El viaje arranca con “Globus”, una especie de híbrido minimal entre los Talking Heads de “Remain In Light” (1980) y los Saint Etienne más veraniegos. Este el primer escalón de un trabajo en el cual “Trobo a faltar” se deja llevar por el optimismo caribeño del ritmo reggae, al mismo tiempo que Clara Viñals recita un mantra como “trobo a faltar que passin coses bones” (“hecho a faltar que pasen cosas buenas”). La descarnada dureza de estas palabras se hace presente a lo largo de un cancionero bipolar, entre lo expresado a nivel lírico e instrumental.

Esta tendencia prosigue con “S’està millor al carrer” por medio de un estribillo tan contundente como “s’està millor al carrer que dins de casa, jo et tinc a tu i tu em tens farta” (“se está mejor en la calle que en casa, yo te tengo a ti y tú me tienes harta”). La parte musical de esta canción remite a una pulsión minimal digital de corazón UK garage sencillamente irresistible, tan soleada como crudas son las palabras cantadas por Clara a lo largo de sus menos de dos minutos de duración.

“El riu” es otro de esos singles perfectos. Synthpop de contornos chill out al que prosigue “Per tu el que faci falta”, con sus hermosos ritmos melancólicos de esencia caribeña (una vez más) sobre una delicada base de reguetón.

Por su parte, “Retrovisor” es una demostración de imaginación empapada en una deliciosa aleación electrónica reggae-pop. En este corte, se acercan más que nunca al espíritu juguetón de Antònia Font. De hecho, tanto este como cualquiera de los otros ocho cortes que componen el álbum responden a una clara voluntad por romper con sonideros rutinarios, como con los deliciosos tonos orientales que conforman “Fins que em quedi clar”, en la que suenan como una especie de mutación soleada de los Japan de “Tin Drum” (1981).

Ya enfilando el tramo final del LP, “Encaix” suena a fanfarria mágica, orquestada en torno al espíritu del gran Jean-Jacques Perrey. Un tema de dibujos animados mediante el cual llegan al cierre con “La Palma”, en la que vuelven a sembrar la contradicción entre el hermoso fondo musical tejido y la brutalidad de unas letras que expresan terror ante el daño que rompe los cimientos de una relación de pareja. Intimismo sin concesiones que parece querer sanar con la contraposición de un universo sonoro tan rico en músicas positivas como inspirado. O lo que debería ser considerado como el disco del verano más crudo y necesario que se recuerda en mucho tiempo. Uno mediante el que consiguen “el más difícil todavía”, al haber superado lo que ya demostraron en “L’amor fa calor” (2020), su anterior LP: pertenecer a la realeza del pop mediterráneo, justo al lado de gigantes en la materia como Manel. Poca broma. ∎

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