Todavía un secreto demasiado bien guardado, Rosalind Leyden, alias Rozi Plain, lleva década y media publicando pequeños grandes discos de indie pop-folk nada apresurado, pero sin pausa, y nada dramático, pero con toneladas de emoción. Al revelador “Inside Over Here” (2008) le siguieron “Joined Sometimes Unjoined” (2012), grabado en parte en Escocia con King Creosote; el especialmente memorable “Friend” (2015), y el pastoral y cálido “What A Boost” (2019), su disco más colaborativo hasta entonces, pero solo hasta entonces.
Porque “Prize” es un reflejo aún más claro del amor por lo plural y el intercambio de Leyden, cofundadora del colectivo Cleaner Records con la artista folk Rachael Dadd. Estamos ante su álbum con más músicos, mayor variedad de sonidos, horizontes más amplios, sin que eso signifique renunciar al minimalismo de un proyecto caracterizado, sobre todo, por una voz prístina y una guitarra eléctrica abonada al arpegio hipnótico.
Producido por la propia Rozi y su batería Jamie Whitby-Coles y con mezclas de Ash Workman (Christine And The Queens, Metronomy), este quinto álbum acumula encantos sin que aparezcan nunca la densidad ni el empalago. En la inicial “Agreeing For Two” destacan las voces de Kate Stables, de This Is The Kit, con los que Plain ha tocado el bajo y a los que ha robado músicos en alguna ocasión. Su estribillo demuestra lo mucho que se puede conseguir con lo mínimo: apenas unos murmullos. Pero “Prize” empieza a sonar realmente rico en “Help”, con bellas texturas entre sintéticas y acústicas, a la que sigue poco después una “Painted The Room” con predominio del sintetizador y una desembocadura kosmische en la que debe tener mucho que ver la participación de Dan Leavers, alias Danalogue (teclista de The Comet Is Coming). Algo más adelante, “Sore” desborda con sus magnéticas sutilezas: cuesta distinguir lo acústico de lo electrónico y se saca bello provecho del saxofón de Cole Pulice (Iceblink), las cuerdas de Emma Smith (JARV IS…) y las voces de Yoshino Shigihara, alias Yama Warashi (ex Zun Zun Egui).
En cuestión de letras, Plain no es nada “plain” (“sencilla”) y prefiere cultivar una cierta opacidad. Lo que igual es acto de generosidad: así permite al oyente cubrir las lagunas con sus propias referencias y experiencias. Si nos guiamos por notas de prensa o entrevistas, “Complicated” aborda el drama de la autoconciencia. Y “Prove Your Good”, el conflicto interior entre las necesidades de acumular y soltar lastre: el Síndrome de Diógenes contra el método Marie Kondo, ambos aplicados al mobiliario no solo exterior. Cuando Rozi pregunta “¿qué queremos?”, la respuesta común es “menos”. Cuando nos dice si queremos más, la respuesta es “sí”. La letra de “Conversation” (“¿Qué es si no lo es? / ¿Es amor cuando acaba?”) sigue basándose en interrogantes, pero “Prize” es, esta al menos, una aparente celebración de esos momentos de claridad que nos permiten salir de encerronas vitales. ∎