EP

Shulamiths & The Death Lovers

Water Rushes Over AllTupelo, 2023

En tiempos donde hasta lo que se entiende como indie rock es considerado música para dinosaurios por parte de las nuevas generaciones, sorprende gratamente requiebros a nuestro actual contexto musical como el protagonizado por Shulamiths & The Death Lovers. Estamos ante lo que podríamos definir como lo más parecido que se ha escuchado por estos lares a The Gun Club. Dicho eco se hace presente en la ferocidad con la que cabalgan a lomos de la electricidad desbocada de “The Fisher And His Bible”.

La influencia del punk-blues bíblico del grupo comandado por el inolvidable Jeffrey Lee Pierce es una constante en las cinco canciones que conforman este EP. El mismo con el que se da a conocer una formación española que, en realidad, parece haber surgido en las tinieblas del Delta del Mississippi.

Cortes como “Gloomy Sunday” remiten a un teatro espectral que, por el propio título, parece un indisimulado guiño a Lydia Lunch, la reina del averno gótico de la no wave neoyorquina. Y es que la exuberancia trémula vocal de Victoria Cansino es algo que hace mucho tiempo que no se veía ni aquí ni en Estados Unidos. En otros temas, como en la memorable “Death, I’m Coming”, mira de tú a tú al mismísimo Nick Cave.

Tan apasionada demostración de sus poderes vocales se ve respaldada por una formación hecha a medida de sus diferentes requiebros de estilo, como en “Sad Blues”, ración sublime de blues pantanoso con el que ponen punto y final a un disco que no dice nada nuevo, ni tampoco lo pretende. Su valor estriba en algo tan básico y contundente como abrir las puertas del pasado hacia una zona específica del imaginario yanqui de las novelas de Donald Ray Pollock y los discos de Thin White Rope, entre otras referencias condensadas en apenas quince minutos que, ante todo, refuerzan la necesidad de romper leyes de comportamiento consensuadas por la farándula pop.

Lo excepcional de este caso es que estamos hablando de una propuesta que supera con creces el debe correspondiente a la falta de originalidad por medio de lo que finalmente prevalece: personalidad a raudales y la capacidad para haberse sacado de la manga un conjunto de canciones que atizan la memoria lo suficiente para quedarse grabadas a fuego.

Después de cinco latigazos como los aquí presentes, solo esperamos que pronto haya continuación y esto no se quede en anécdota a recordar dentro de unos años. ∎

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