Reedición

The Auteurs

People ‘Round Here Don’t Like To Talk About It – The Complete EMI RecordingsCherry Red-Popstock!, 2023

Enamorado hasta las trancas de la tradición pop británica –en el sentido más amplio de la palabra: de Motörhead a Denim, pasando por The Kinks o Wire–, pero enemistado a perpetuidad con el concepto “grupo de rock”, Luke Haines –cantante, guitarrista y acerada pluma de The Auteurs– deambuló sin rumbo fijo aunque con la brújula artística siempre imantada por la efervescente escena musical de su país durante la década de los noventa, legando una obra todavía impar. Entre 1991 y 1999, registró una serie de álbumes que sigue dando gusto escuchar y que nunca está de más reivindicar, acuñando un cancionero genuino y proteico junto a tres músicos también con acento propio: la bajista Alice Readman, quien por entonces era su pareja; el chelista James Banbury, a quien no podía ni ver, y el batería Barney C. Rockford, quien entró en el grupo en 1993 en sustitución de Glenn Collins, viejo amigo del colegio aunque menos dotado para las cosas del ritmo.

Después de ocupar el hipocentro del terremoto britpop junto a Suede, con quienes coprotagonizaron una gira en 1992, The Auteurs tuvieron que ver cómo algunos grupos de tercera o cuarta fila hacían efímera aunque suculenta caja, mientras “los hijos del punk brindaban con el primer ministro en una recepción con champán en Downing Street”. Cuando la maquinaria promocional de la Cool Britannia funcionaba a pleno rendimiento, abonando el terreno por el que pronto campearían Coldplay, Travis o Stereophonics, Haines prefería inmolarse publicando un álbum conceptual sobre el terrorismo teutón de los setenta a nombre de Baader Meinhof, convencido de que “la iconografía y el lenguaje de la guerrilla urbana eran muy superiores a los del rock”. Mordaz, docto e irreverente, nunca rehuía una refriega con tótems del pop británico –cuanto más altos fueran, mejor– ni desaprovechaba cualquier oportunidad para tocar la moral incluso a sus patrocinadores del sello Hut, subsidiaria alternativa de Virgin que, en el caso de la relación con el cuarteto londinense, demostró tener tanta fe como paciencia.

“People ‘Round Here Don’t Like To Talk About It - The Complete EMI Recordings” –título marca de la casa– guarda en su interior media docena de álbumes: los cuatro de The Auteurs, el de Baader Meinhof y el postrero “Das Capital. The Songwriting Genius Of Luke Haines And The Auteurs” (2003), que incluía regrabaciones en clave orquestal del repertorio autoral. Además, invita a reconsiderar la valiosa aportación creativa de Haines y su mal avenida tropa en ese miope contexto que encumbró a Kula Shaker, The Bluetones o Reef mientras The Auteurs jamás alcanzaron el top 20. Por si fuera poco, trae todas las caras B, canciones extra, maquetas y demás grabaciones esquivas que conforman un corpus imprescindible, aunque no incluye material con marchamo BBC ni la colección de remezclas “The Auteurs Vs µ-Ziq” (1994).

Publicado en febrero de 1993, “New Wave” es obra de un músico sagaz, instruido en las artes del glam rock y el costumbrismo pop de Ray Davies. Dispuesto a defender tan valiosa herencia frente a la horda guitarrera ultramarina que fondeaba frente a la costa británica, Haines detonó una feroz salva de canciones cuya generosa carga sulfúrica y abundante metralla melódica impactó de lleno entre público y medios, que parecían dispuestos a surfear esta nueva ola a lomos de clásicos como “Don’t Trust The Stars”, “How Could I Be Wrong” o “Showgirl”. Aquel primer vástago discográfico se gestó sin complicaciones y fue parido entre (medias) sonrisas, pero el segundo, “Now I’m A Cowboy” (1994), venía de pie y padeció un inclemente tratamiento intrauterino –remezclas, overdubs y demás carnicería analógico-digital– por parte del líder y del productor Phil Vinall. Esto no impidió que tras el complicado alumbramiento luciera rubicundo gracias a hitos como “New French Girlfriend”, “Lenny Valentino” o “Chinese Bakery”, nuevas muestras de excelencia compositiva rematadas por la puntería ornamental de Banbury, quien sigue robando más de un plano al jefe.

En la primavera de 1995, en apenas dos semanas y con la supervisión del productor Steve Albini, The Auteurs grabaron “After Murder Park” (1996), cerrando así su particular círculo de acrimonia y firmando algunas de sus mejores partituras: “Everything You Say Will Destroy You”, “Married To A Lazy Lover, “Land Lovers”… Hay para elegir. Cuando terminaron de escucharlo por primera vez, Haines pensó que aquel disco “apestaba como un cadáver”. Es probable que en la discográfica opinaran lo mismo, porque el álbum vio la luz de milagro casi un año después, despeñándose por la lista de ventas del Reino Unido. Durante ese ingrato ínterin, nuestro hombre había fumado el petardo de la paz con su colega Vinall y convocado al maestro de la percusión indostaní Kuljit Bamhra –tocó el tabla en “Bailed Out”– para perpetrar el negroide “Baader Meinhof” (1996) –inspirado en la sangrienta historia de Fracción del Ejército Rojo– y seguir haciendo amigos. A finales de ese mismo año, el de Walton-on-Thames bregaba como podía con la inevitable descomposición del grupo, pero había empezado a materializar un prometedor plan B al frente de Black Box Recorder e incluso grabaría un último álbum de The Auteurs. Cuando “How I Learned To Love The Bootboys” (1999) llegó a las tiendas, poco había ya que hacer, pese al atractivo glam de la mayoría de piezas y el indiscutible acierto de preciosuras pop como “The Rubettes”, erupciones punk como “Your Gang, Our Gang” o esa cita al libro de estilo Bowie que supone “Some Changes”. ∎

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