Álbum

The Honeymoon Killers

The Loved, The Lost And The LastBang!, 2022

Es al unísono el de Jerry Teel un nombre de peso en el santoral noise neoyorquino de los 80s-90s y uno de los menos considerados. Visionario de lo que luego sería mercantilizado como lo-fi, fundaba The Honeymoon Killers en 1983, cartografiando una ruta alternativa a la trazada desde un par de años antes por otras formaciones locales como Sonic Youth o Swans. Desprovistos de la coartada arty de los primeros y de la compresión apocalíptica de los segundos, los Honeymoon abrían las esclusas para que en el underground de Manhattan aterrizara Pussy Galore y lo que a su remolque surgiría. Mientras Jon Spencer capitalizaba más tarde un blues-rock mutante sin asustar a públicos de tímpanos convencionales, Teel y los suyos pernoctarían en la eterna noche de la clandestinidad comercial.

Sus tres primeros trabajos –“The Honeymoon Killers From Mars” (1984), “Love American Style” (1985) y “Let It Breed” (1986)– los publicaba la banda en su propio sello, Fur Records, y se grababan en espacios como el CBGB y los estudios Noise New York de Kramer, cuando no en el apartamento de Teel en el Lower East Side. Producciones modestas, de contaminado y ferruginoso sonido, eran presas de una oscura intensidad que, heredada de los Cramps, redundaba en frutos propios, ignorados por aquella intelligentsia que luego canonizaba a Pussy Galore y recibía con salvas a la Blues Explosion. No resultaba óbice esa desigualdad para que el clan spenceriano se fundiera con los Killers, movido, más allá de las concomitancias musicales, por camaradería.

Así, en 1986 Cristina Martínez se sumaba a esa formación, interviniendo en su cuarto álbum, “Turn Me On” (1987), construido en Fun City, el estudio de Wharton Tiers. Casi un lustro tardaban HK en darle continuidad a aquel con “Hung Far Low” (1991), quinta y mejor de sus obras, renovándose una vez más el personal: disueltos Pussy Galore, la base de Blues Explosion, Spencer y el batería Russell Simins, se unía al núcleo progenitor de HK, esto es Teel y su pareja, la bajista Lisa Wells. JSBE nacía ese mismo año, y tres después se disolvían HK. De la recámara de esa época, con la JSBE al completo aunque no necesariamente junta, procede “The Loved, The Lost And The Last”.

Anunciado como “álbum inédito de 1991”, constituye en realidad una amortización de archivo. Material subsidiario de variados orígenes –el romántico repertorio ofrecido en la boda de un amigo, un tributo a Scientists, sobrantes de “Hung Far Low”– en el que abundan las versiones. El valor intrínseco se lo reservan cuatro piezas procedentes de la última sesión grabada de la banda, sabedora ya esta de su suerte. En conjunto, una velada sadomaso celebrada en el interior de un bidón oxidado, despedida con sabor a rayos y herrumbre de un capítulo menor pero estratégico del lado oscuro del rock neoyorquino. ∎

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