“Too Much Pressure” (1980) y
The Selecter representan como ningún otro disco y ningún otro grupo la esencia del revival ska detrás de 2 Tone Records. Off-beats, órganos y un bajo potente, raíces y clasicismo, que junto al dub-punk de los Specials, el refinamiento de Madness y el pomposo saxofón de The Beat, más acorde a lo que reclamaba el ala menos simplista de la new wave, denominaron bajo el nombre de un sello a todo un movimiento, en homenaje a Prince Buster y a imagen y semejanza, literalmente, de Peter Tosh, el Jerry West del logo 2 Tone, la inspiración detrás de la figura de Walt Jabsco.
De golpe había chicos blancos bailando música negra (algo ni del todo nuevo ni del todo inusual; los ecos del northern soul nunca se han apagado del todo). Bailes alocados, multirraciales, de ska-pop con elegancia mod. Y
rude girls, a imagen de Pauline Black: sombrero pork-pie y pantalones Sta-Prest. Los catorce miembros entre Specials y Selecter manejaban 2 Tone. El plan de Jerry Dammers de crear una especie de Motown desde la Motor City británica, una Coventry en un proceso de decadencia que la asemejaba más a su homóloga americana en los futuros tiempos de Juan Atkins, Kevin Saunderson, Derrick May y Jeff Mills que en los de Berry Gordy, duró apenas seis años. El sello tuvo hasta un número uno en 1981 con “Ghost Town”, en el momento más álgido de los altercados raciales y la recesión en UK. Las tensiones de las que ya hablaba “Too Much Pressure” en
“Three Minute Hero”, “Everyday”, “Out On The Streets” o
“Missing Words”. ∎