No han sido justas estas últimas décadas con
Víctor Coyote, autor de trabajos tan recomendables como el infravalorado
“Lo bueno, dentro” (1995). Sin embargo, él nunca ha dejado de luchar contra un destino marcado que, ahora, debería pegar un cambio brusco en su reconocimiento.
Siempre apelando a lo popular, el de Tui moldea su álbum más redondo desde el memorable “Mujer y sentimiento” (1985), con el que alcanzó el súmmum del inconfundible punkabilly latino que abanderó al frente de Los Coyotes. Y es que
“Las comarcales” es un trabajo repleto de canciones maceradas como el buen whisky de barrica. Historias de lo cotidiano y lo sublime, donde John Cheever y Tom Waits se lanzan besos desde los extremos de una taberna de pueblo portuario.
Del regusto fronterizo en
“Sentimiento barato” al blues desgarbado de
“A pena do home necio”, la cumbia y los cantos que ondean en el Delta del Misisipi empujan un guion labrado desde la exploración al más puro estilo Ry Cooder y que, para la ocasión, ha cuajado en melodías arrabaleras de salitre y barro como
“Costa Nova” o
“Cumbia de milagro”: dos de las cimas más gustosas de escalar en esta sentida reivindicación que Víctor hace del mapa de carreteras transoceánico que ha definido siempre su sello. Uno que, en esta ocasión, resulta más conmovedor y festivo que nunca. ∎