“Sombra del Buitre”, de Juan Zamora (2014).
“Sombra del Buitre”, de Juan Zamora (2014).

Entrevista

Genalguacil: arte contra el despoblamiento rural

El pueblo-museo de Genalguacil es el mejor exponente de cómo la cultura puede dinamizar y evitar el despoblamiento en la España vaciada. Conversamos con su alcalde sobre el impacto económico y social que esta iniciativa cultural ha tenido en este pequeño municipio andaluz, ofreciendo nuevas oportunidades a sus vecinos.

Llegar a Genalguacil supone recorrer antes una carretera que serpentea por la Sierra Bermeja malagueña, en cuyo espectacular paisaje aún se observan los estragos del incendio de octubre del año pasado. El pueblo, de menos de 500 habitantes, resplandece al final, entre las montañas, como una diminuta joya encalada. Esas intrincadas curvas conforman, a modo de guiño al viajero, el logotipo de su Museo de Arte Contemporáneo, inaugurado en 2004. Pero, una vez allí, las obras de arte desbordan las calles, las plazas y los recovecos del pueblo-museo. Y los vecinos disfrutan a diario de él.

Miguel Ángel Herrera Gutiérrez, alcalde y el director del museo.
Miguel Ángel Herrera Gutiérrez, alcalde y el director del museo.

Miguel Ángel Herrera Gutiérrez es su alcalde: “De casualidad. No estaba dentro de mis planes de vida, ni de mis sueños. Queríamos cambiar las cosas. Y, al final, te ves abocado a ‘rescatar’ tu pueblo, porque es el espacio donde tu familia, tus amigos y tú vivís. Queremos lo mejor para él. Cuando le comenté a mi madre que me habían propuesto presentarme a la alcaldía, me dio veinte mil razones para no hacerlo. Eso fue también lo que me decidió”, confiesa.

Herrera nació en Genalguacil, ha viajado toda su vida, y vivió un tiempo en Inglaterra. Sus estudios de ingeniería electrónica, gestión empresarial y dirección de empresa no apuntaban precisamente a una carrera política, sino más bien empresarial: “Mi pasión, de verdad, es crear proyectos sostenibles con una filosofía ética. Es también lo que intento extrapolar a Genalguacil”, explica. Algo que hace casi una década ya llamó la atención de ‘The New York Times’, que realizó un reportaje sobre la singular iniciativa.

Tú y tu equipo sois herederos del legado cultural que dejó Fernando Centeno en el pueblo, alcalde durante veinte años e impulsor y creador de los “Encuentros de Arte”. ¿De qué forma lo estáis renovando?

Sí, los “Encuentros de Arte” los inició Fernando Centeno. Cuando nosotros entramos en 2011 vimos que el arte podía ser una oportunidad de desarrollo, puesto que la despoblación seguía azotando. Fueron años muy duros, se perdía muchísima población. Ese primer año iniciamos un proyecto paralelo a los encuentros que denominamos “Arte vivo”, con la idea de continuar esa senda de los encuentros y, a partir de ahí, dinamizar y crear una programación específica para el Museo de Arte Contemporáneo. Así, de 2011 a 2014 se preparó la profesionalización de Genalguacil como proyecto cultural. De ahí sacamos el proyecto de pueblo-museo con diferentes iniciativas, como “Arte vivo”, los “Encuentros de Arte”, “Lumen” –de arte público, que hacemos con T20 Proyectos, vinculado a la luz de manera respetuosa con el entorno– y toda la programación que parte del museo.

Fuente de los Burros (Juan Ramón Gimeno, 1999), instalación de estudio FOD para la segunda edición del proyecto de arte público LUMEN (2020-2021) e intervención urbana “10°” (Arturo Comas, 2021).
Fuente de los Burros (Juan Ramón Gimeno, 1999), instalación de estudio FOD para la segunda edición del proyecto de arte público LUMEN (2020-2021) e intervención urbana “10°” (Arturo Comas, 2021).

¿De qué forma la cultura y el arte ayudan a dinamizar y fijar población?

Durante muchísimos años Genalguacil estuvo perdiendo población, entre un 15% y 20% anual. De cincuenta años para acá hemos pasado de 1500 habitantes a apenas 500. Y desde el 2018 hemos ido creciendo levemente: un tres o cuatro por ciento anual. No solo están fijando población al territorio, también vienen nuevos vecinos, personas que les atrae el modelo de pueblo-museo, el arte y también el entorno natural donde vivimos. Muchos son profesionales vinculados al arte y a la artesanía. Tenemos cuatro o cinco estudios de arte ahora mismo, bastantes talleres de artesanos, incluso de diseño exclusivo de calzado a medida.

Recibís muchos visitantes al año, el turismo rural sostenible es otra importante actividad económica. ¿Te preocupa si un día falla?

No nos basamos en el turismo puro y duro. Tenemos cuatro pilares fundamentales: la tradición, el arte, la cultura y la naturaleza. Y tampoco renunciamos a la parte agroalimentaria. De hecho, estamos ayudando a que proyectos de este tipo se establezcan en el municipio. También apoyamos a gente que quiere venirse porque ven que el colegio, al ser pequeño y rural, ofrece una educación más específica a sus hijos. Obviamente, Genalguacil puede crecer lo que puede crecer. Sabemos que la carretera es un inconveniente y un filtro importante. Pero estamos creando un nuevo modelo de convivencia donde haya servicios, acceso a la cultura y a la naturaleza. Donde no necesites nada de una gran ciudad.

“No nos basamos en el turismo puro y duro. Tenemos cuatro pilares fundamentales: la tradición, el arte, la cultura y la naturaleza. Y tampoco renunciamos a la parte agroalimentaria”

Miguel Ángel Herrera Gutiérrez

Te implicas en tejer lazos entre los nuevos residentes, los artistas, los artesanos y los vecinos de siempre, fomentando que se transmitan conocimientos y saberes tradicionales locales (textiles, constructivos, de oficios). ¿Es importante mantener esas tradiciones y diversificar el modelo de desarrollo? ¿Te preocupa que gente de fuera se apropie de esos saberes?

Esos saberes de la gente del municipio son superimportantes. Y también cómo se los transmiten a la gente que llega. Muchos de los proyectos que se están haciendo ahora poseen un vínculo muy importante con la gente de aquí. En todos los procesos y exposiciones del museo, las personas y el territorio nos hacen diferenciarnos de otros proyectos nacionales e internacionales. El éxito de Genalguacil viene de defender el territorio, de poner en valor nuestra historia y lo que parecía que estaba olvidado para darle un perspectiva más internacional.

En Genalguacil tenéis la señalética de tráfico –de cerámica– más bonita de toda España. ¿Cómo surgió esa iniciativa?

Somos un pueblo diferente. Por aquí han pasado más de 250 artistas, y sus obras están en la calle. Este tipo de estética hace que seamos de los pueblos más bonitos de España. Queríamos usar un tipo de cerámica que fuera más sostenible, por eso se emplean en ella cristales reciclados, bien de botellines de cerveza o de agua. 

Vecinos de Genalguacil con una de las piezas de “10°”, donde se combina el humor y lo absurdo; el título evoca los diez grados de inclinación del pueblo.
Vecinos de Genalguacil con una de las piezas de “10°”, donde se combina el humor y lo absurdo; el título evoca los diez grados de inclinación del pueblo.

Cuando se genera un modelo tan atractivo como el vuestro suelen aparecer fondos de inversión y grandes inversores. ¿Habéis tenido ofertas? ¿Cual es vuestra posición respecto a esas posibilidades?

Hemos creado un modelo atractivo para que los jóvenes tengan expectativas, que vean en el arte y en la cultura una forma de vivir aquí, más allá de la agricultura, si no quieren dedicarse a ella. Que lleguen fondos de inversión es positivo. Pero, como todo, según el uso. Aquí no todo vale. Todos los proyectos deben estar en consonancia con el entorno y la filosofía del pueblo. Hemos tenido diferentes ofertas, pero canalizamos solo las más respetuosas. Nuestro proyecto no se va a prostituir. No tenemos en cuenta lo que no está en consonancia con la naturaleza, el entorno y con una mejor vida para todos los que vivimos aquí o quieran ser parte de nuestra comunidad.

“Soy un alcalde que vio con muchísima ilusión que tener un espacio museístico era importante para el futuro del pueblo. Lucho a diario por tener una programación digna con comisarios y artistas de primer nivel”

Miguel Ángel Herrera Gutiérrez

Mantener las más de 250 obras de arte público de las calles y los fondos del museo debe ser costoso y laborioso. ¿Cómo lo hacéis?

Solo en el museo –sin contar las piezas de la calle– podemos tener entre 2000 y 3000 obras de arte. Es muy costoso y laborioso. Lo hacemos buscando patrocinios, con recursos propios; luchando, básicamente. Sufrimos muchísimo abandono por parte de las instituciones, ni la Junta de Andalucía ni la Diputación de Málaga colaboran más allá de lo mínimo. Lo hacemos porque creemos y entendemos que por aquí va el futuro de nuestro pueblo. No queremos construir más casas; sería rentable a corto plazo pero no a largo. Queremos pensar en un proyecto a cincuenta o cien años. Por tanto es muy importante crear la colección, que salga fuera del municipio a otros países. Y por eso hemos creado la fundación, para ayudar a financiarnos.

Resulta muy curioso que seas el alcalde y el director del museo. ¿Cómo lo compatibilizas con tu labor como empresario?

No me gusta denominarme “director del museo”, no lo soy. Soy un alcalde que vio con muchísima ilusión que tener un espacio museístico era importante para el futuro del pueblo. Lucho a diario por tener una programación digna con comisarios y artistas de primer nivel. E intentar ayudar a los artistas emergentes a hacer algo en el panorama nacional es muy motivador. Soy autónomo desde 1999, me dedico al mundo de los supermercados, del comercio local al por menor y por mayor, también he tenido restaurantes. La verdad, es muy complicado. Hay que dedicarle muchísimas horas. En cualquier aspecto de la vida, si quieres tener un mínimo éxito, debes trabajar mucho. El proyecto de Genalguacil y del museo se han hecho con muchísimo trabajo. También de muchísima gente generosa que ha estado colaborando durante muchos años en este sueño compartido. Como dice un amigo: “Genalguacil será un pueblo pequeño, pero no es un proyecto menor”.

Exposición “De Ley” de Rosell Meseguer y Pablo Capitán, en el Museo de Arte Contemporáneo “Fernando Centeno López” (2021-2022).
Exposición “De Ley” de Rosell Meseguer y Pablo Capitán, en el Museo de Arte Contemporáneo “Fernando Centeno López” (2021-2022).

¿El arte ha mejorado y enriquecido la vida de los vecinos?

Ha mejorado la vida de todos nosotros, también la mía. He aprendido muchísimo todos estos años. El proyecto empieza hace 28 años, en esa época era un chaval. Ha marcado toda mi vida, como sé que está marcando la de todas las personas que vivimos aquí. Nuestra vecina Antonia Herrera se encargó de manera voluntaria de abrir durante muchísimos años el museo a todos los visitantes que venían. Cuando vas por las calles y preguntas a los vecinos, ellos son los verdaderos conservadores de las obras de arte. Los niños tienen muchísimos conocimientos adquiridos por esa cercanía y proximidad con los artistas, el mundo del arte, los talleres y las conferencias. Los que se han criado aquí tienen una visión del arte totalmente diferente a la de otros críos de la zona. Además, hay un interés en acercarlos al arte por parte de los padres; aquí es lo cotidiano, vivimos rodeados de arte y es normal ir al museo. Mi sobrina de 12 años va todas las semanas. Es un paso muy importante para los niños y niñas de Genalguacil.

“Si hubiera interés en resolver el problema de la despoblación rural, ya se habría resuelto. Basta con crear una ley de protección de los pueblos. Pero se suele hacer un reparto de los presupuestos –y se legisla– perjudicando a los pueblos más pequeños”

Miguel Ángel Herrera Gutiérrez

Ahora se habla mucho de la España vaciada, del despoblamiento rural, y hay muchos fondos europeos destinados a ello. ¿Te preocupa cómo se gestionen, que lleguen donde se necesitan? ¿Cómo crees que deberían invertirse? ¿Hay tanta preocupación y apoyo al desarrollo y dignificación del medio rural como dicen últimamente los políticos?

Si hubiera interés en resolver el problema de la despoblación rural, ya se habría resuelto. Basta con crear una ley de protección de los pueblos. Pero se suele hacer un reparto de los presupuestos –y se legisla– perjudicando a los pueblos más pequeños. Llevamos cincuenta años así, pero parece un problema de ahora. ¿Tan ciegos hemos estado? En Genalguacil llevamos más de sesenta años así y no se ha hecho nada. Los diversos gobiernos lo han permitido, y lo siguen permitiendo. Me preocupa mucho la gestión de los fondos europeos. En la Diputación Provincial de Málaga se gasta el presupuesto en espacios de la capital, y no llega al territorio. Esos fondos deberían destinarse directamente al territorio para que se gestionen en él. Es muy triste, pero cuando se toman decisiones de este tipo no se cuenta con los pueblos ni con la gente que vive en ellos. Por lo que van abocadas al fracaso. ¿Por qué nos tienen que costar mucho más según qué servicios? Aquí para hacernos el DNI tenemos que ir a Ronda, cuando está todo digitalizado; se podría hacer en los ayuntamientos o en las oficinas de los municipios. Los padres y los niños se desplazan a Ronda para ponerse la vacuna del COVID. ¿Por qué un vecino de aquí tiene que gastarse 50 euros al día por ponerse la vacuna y otros lo tienen al lado, o se lo facilitan? No se está pensando en los pueblos. Está todo por hacer y pasa por crear una ley donde se haga un reparto equitativo de los presupuestos y estos vayan directamente al territorio. Que las diputaciones de verdad lo destinen también a los municipios pequeños y se deje de mentir, como se hace, con la despoblación. ∎

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