Para los que pasamos muchas horas online, Axie Infinity es lo primero que nos viene a la cabeza cuando alguien menciona los juegos play-to-earn, la “modalidad” dentro del web 3.0 que creció en paralelo a los NFTs más visibles el año pasado. El juego está basado en la blockchain y se compara muchas veces con Pokémon: uno colecciona axolotes únicos (NFTs) llamados “Axies” y los hace pelear contra otros jugadores ganando tokens en el proceso. Su rol como buque insignia se ha consagrado gracias a su popularidad en países en vías de desarrollo, donde el bum de los NFTs el año pasado hizo que mucha gente ganase lo suficiente en el juego como para dejar sus trabajos. Esto llenó internet de historias de éxito de emprendedores en Axie Infinity.
¿Dónde está el truco? Como las MLMs que saltaron a la primera línea del debate sobre cultura de internet el año pasado, Axie Infinity también tiene una forma que recuerda a las estafas piramidales. Un nuevo jugador necesita comprar tres “Axies” para empezar, algo que ahora mismo cuesta entre 300 y 1000 dólares. El dinero viene de la gente que compra “Axies” y se paga a la gente que juega con ellos. Al menos así se hará hasta que se de con un tope en el ingreso de nuevos jugadores.
En febrero un cambio en las condiciones de recompensas intentó ralentizar el inevitable colapso del esquema Ponzi, pero esta semana un hackeo de 625 millones de dólares a Ronin, la sidechain que usa el juego, lo ha vuelto a acelerar. Dando cierta perspectiva al asunto: se trata de uno de los hackeos más grandes en la historia de las finanzas descentralizadas. Molly White, ingeniero de software de la compañía, compara el hackeo con un robo de la caja fuerte en un casino: los tokens siguen ahí, pero de poco sirven si en la caja fuerte no hay ningún dinero.
En un internet globalizado, el primero de abril ha pasado de ser “April Fool’s Day” para los anglosajones a ser “April Fool’s” para todos. Reddit celebró la ocasión abriendo un cuadro blanco en el subreddit r/place y dando a cada usuario la posiblidad de cambiar un píxel de color cada cinco minutos.
Un espacio tan limitado y compartido por millones de usuarios deja poco sitio para proyectos en solitario, por lo que los dibujos que iban apareciendo en el gran cuadro se orquestaban en otros subreddits, en Discord y en Twitch. Las constantes batallas por el espacio dieron lugar a momentos para el recuerdo, como el directo del Rubius e Ibai liderando a sus seguidores para ganarle terreno a una bandera francesa, o los canadienses teniendo tremendos problemas para dibujar la hoja de su bandera.
Como la instalación temporal que prometía ser, el mural ha desaparecido, pero ha dejado multitud de testigos, vídeos en time-lapse y pequeñas batallitas que pasarán a ser historia de internet. Más importante: el momento ha dado lecturas sobre la camaradería necesaria para crear cultura en la red y de cómo lo ocurrido en r/place estos últimos días recuerda más al Gamestop que a la fiebre por la propiedad que barrió en 2021. Aún hay esperanzas para la Web 3.0.
Después de años de intentos fallidos, los trabajadores de Amazon en el almacén JFK8 de Staten Island han votado a favor de crear el primer sindicato de la compañía y la noticia ha arrasado en internet. La victoria se ha sentido como un David contra Goliat, tras saberse que la e-commerce más grande del mundo ha gastado 4,3 millones de dólares en consultores para evitar la creación del sindicato.
Ahora que los ojos vuelven a estar puestos sobre las prácticas de Amazon, nuevas polémicas sobre el gigante de internet se reproducen como esporas. Por ejemplo, la lista de palabras prohibidas en el chat de la empresa que se ha hecho viral y que incluye términos como “baño”.
La lucha de los vendedores de Etsy, plataforma de e-commerce paralela a Amazon, también está ganando tracción por esta victoria. Los trabajadores que venden sus artesanías en Etsy han propuesto una huelga entre el 11 y el 18 de abril como protesta a la subida de los costes de transacción en la plataforma (de un 5% a 6,5%, casi una tercera parte). Además, están pidiendo a los compradores que boicoteen a la empresa y dejen de comprar durante esos días. La de Etsy no es una comunidad enorme, pero, en conjunto con la lucha de Amazon, la protesta ha ganado apoyo en TikTok.
La noticia de que Elon Musk ha comprado un 9,2% de Twitter –convirtiéndose en el mayor accionista de la red social– ha pillado por sorpresa a todo el mundo. Y eso pese a que ya hace unos días insinuó que quería tener el control de alguna plataforma en la que se pudiese practicar el free speech.
Musk, que primero parecía ser un inversor pasivo, consigue así sentarse en la junta directiva de la plataforma y ha seguido tuiteando sobre la implementación de la funcionalidad para editar tuits. Lo que sea con tal de gustar a la gente.
La presencia de Musk en Twitter siempre ha sido así, con adoradores y haters a partes iguales. A pesar de ser uno de los hombres más ricos del planeta, Musk roba memes y los postea como propios y es un recordatorio constante de que hay algo que ningún dinero puede comprar: el cariño de toda esta gente. ∎