Jeff y sus 10 minutillos de gloria.
Jeff y sus 10 minutillos de gloria.

Haciendo scroll

Del vuelo espacial de Jeff Bezos a un parque que no existe

Dos años después de su divorcio, Jeff Bezos está viviendo su crisis de los cincuenta con el equivalente billonario-megalomaníaco del gesto de comprarse un Porsche de colores chillones: yendo al espacio en una nave fálica. Bezos, que ha estado siempre a la sombra del aún más excéntrico Elon Musk, por fin veía su oportunidad para despuntar: iba a ser el centro de todos los memes, y Jeff lo sabía. Lo buscaba. Desde la forma de la nave, que algunos compararon con la nave-pene de Austin Powers, a dar las gracias a los trabajadores y clientes de Amazon por hacer posible su capricho de hombre-más-rico-del-mundo, o a que el viaje solo durase 10 minutillos, la materia prima para el escarnio estaba servida. Todos estos delirios de grandeza, por supuesto, se solapan con las declaraciones de algunos extrabajadores de Amazon que se hicieron virales hace unos meses sobre el hecho de hacer pis en botellas durante su jornada laboral.

Dr. Strangelove or: How I Learned To Stop Worrying And Love The Bomb? <a href="https://twitter.com/MoiraDonegan/status/1417493181269258249" target="_blank"> Ver tuit </a>
Dr. Strangelove or: How I Learned To Stop Worrying And Love The Bomb? Ver tuit

Elon Musk no puede estar a la sombra ni aunque se lo proponga. El meme lo persigue. William Knight, la estrella del momento en el “TikTok Profundo”, ha sido el encargado esta vez de ponerle un foco encima citándolo en un tuit. Pero, antes de ir a eso, ¿quién es William Knight? Este tiktoker, que partía del mundo de las affirmations y manifestations a los que su contenido estaba originalmente dirigido, se empezó a viralizar hace cosa de un mes vía meme. Knight, entre ser la definición de “mirada penetrante” y tener el catchphrase de “there is no thing as a coincidence” que podía ser replicado en diferentes contextos, se convertía en material perfecto para hacer duetos de TikTok. Hace dos semanas alcanzó la cota mainstream cuando Cardi B se puso su cara como foto de perfil en Twitter. Esta semana respondía esto a Elon Musk:

Pura coincidencia. <a href="https://twitter.com/william__knight/status/1416357018252632067" target="_blank"> Ver tuit </a>
Pura coincidencia. Ver tuit

Quizá vaya siendo hora de ver un mínimo de rotación en la categoría de billonarios locos, en la que Musk reina sin apenas competencia desde el incidente del submarino en 2018 (lo que se consideran décadas en tiempo digital). Erik Finman se postula a este puesto a) anunciando su Freedom Phone y b) autoproclamándose el billonario del bitcoin más joven de la historia en el vídeo de presentación de un nuevo Smartphone que pretende sacar rédito económico a la conspiranoia ultraconservadora. El Freedom Phone (cuesta creer que no sea un gag de “Saturday Night Live”) promete poder hablar con tus allegados sin que te trackee el gobierno (o Rusia, o China, o el que sea el país de moda en el momento) y acceder a una app store incensurable (una guerra que surge desde que las app stores de Apple y Android decidiesen banear Parler, la red social de Donald Trump, por mensajes negacionistas del Holocausto, racistas y fake news varias). A efectos prácticos esto se traduce en un móvil que no se deja actualizar; la pesadilla de cualquier aficionado a la ciberseguridad y el sueño de cualquier malware que quiera acceder a ellos. Los internautas no han tardado en encontrar parecidos al Freedom Phone, que cuesta 499 dólares, con unos móviles que se venden al por mayor por 170 dólares desde China. De repente tengo war flashbacks fuertes de Zetta, la marca de móviles extremeña que resultó ser Xiaomis con una pegatina de una bellota. La historia está siempre destinada a repetirse.

Máxima seguridad, sí. <a href="https://twitter.com/cmclymer/status/1415448141994897416" target="_blank"> Ver tuit </a>
Máxima seguridad, sí. Ver tuit

Hay una resistencia en internet que me fascina y que se combate con todos estos nuevos ricos nacidos-en-internet: una resistencia que sigue haciendo cosas por amor al arte y no por el amor al bitcoin. The Mystery Flesh Pit National Park es difícil de explicar para los que no entienden esta diferencia. Su creador, Trevor Roberts, empezó en el subreddit r/worldbuilding a construir la historia detrás de un agujero de carne y sangre que aparece al oeste de Texas, parte de lo que se considera un coloso enterrado bajo tierra. En su narración, el gobierno trata a esta formación geológica como una atracción turística, hasta que en 2007 ocurre un incidente que lleva a cerrar el parque nacional. Nada de esto existe en la vida real, claro, pero si uno hace una búsqueda rápida por Google encontrará archivos que datan desde 1973 a la actualidad: panfletos, vídeos, y hasta una tienda online donde comprar souvenirs del parque inexistente. Una pequeña cumbre en nuevas formas de creación que suma aficionados día tras día (su canal de Discord cuenta con cientos de usuarios nuevos diarios) y que se puede empezar a explorar partiendo de su Tumblr oficial.

Es curioso cómo, en el margen donde se encuentra The Mystery Flesh Pit National Park, sigue teniendo peso la idea de la cultura del consumo chocando con un agujero de carne, y cómo el gobierno de los Estados Unidos se las arreglaría para monetizar la cosa más terrorífica posible. Así son las distopías que Jeff Bezos nos ha dejado. ∎

El parque que no existe.
El parque que no existe.
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