Cada vez está más claro que todo lo que es grande en la realidad se está construyendo un espejo en internet. Y si las procesiones de Semana Santa están volviendo, en internet su reflejo es una presencia creciente de memes de Pascua, una festividad algo más olvidada en la red. Macros varios sobre Jesucristo, revisiones de escenas de la biblia y memes relacionados con los huevos de pascua aparecían y reaparecían en los feeds.
El meme protagonista del cotarro llegaba una semana antes de la propia festividad, una animación 3D en la que una bolera se convertía en escena de la crucifixión. Suena indescriptible porque lo es. El vídeo pertenece a una serie de clips que tuvo su primera ola en Reddit en 2019 y que pretende ser parodia NSFW de los vídeos que ponen en la bolera cuando haces un pleno. Es algo que queda lejos para cualquiera que no viva en Estados Unidos, pero el factor sorpresa y la gracia que tienen los ha convertido en worldwide sensation. Entre representaciones del asesinato de JFK, accidentes aéreos, porno o momentos de matanzas de ficción con bolos en vez de personas, el meme es la máxima expresión de entender poco pero disfrutar de la atracción.
Estas últimas semanas hay poco para tomarse en serio. A$AP Rocky y Rihanna lo saben. Imagino que una de estas mañanas amanecieron con alertas en el móvil o un WhatsApp de un familiar descolocado preguntando por su ruptura, presente y protagonista en todas las redes sociales. Él le habría puesto los cuernos con la diseñadora de zapatos Amina Muaddi y ella los habría pillado en la Semana de la Moda de París. Poco importaba para muchos de los medios que replicaron la noticia que Rihanna y A$AP Rocky hubieran reaparecido juntos días después de la supuesta ruptura.
El origen de la noticia viral era un tuit que no citaba fuente alguna del influencer Louis Pisano, quien, según su apology post, simplemente repetía algo que había oído en París. A un internet que ya estaba preparado para vengar a su madre poco le importó.
Mientras el rol informativo de Twitter choque con su rol como fuente de humor, la red social va a seguir teniendo un grave problema con la información falsa. Aparte de este tipo de desliz (si eres bienpensado) o de individuos buscando likes con rumores infundados (si eres malpensado), Twitter está últimamente lleno de cuentas que se dedican a imitar cuentas de noticias y a hacer tuits que alguien que simplemente está escaneando su TL no puede distinguir de la realidad.
Elon Musk no es una persona que tenga interés en parar la deriva de Twitter y piensa defender el derecho del usuario a postear lo que le da la gana. Tras un par de tuits ambiguos subrayando la necesidad de convertir el free speech en factor troncal de las redes sociales, se hacía público que había estado comprando silenciosamente acciones de Twitter hasta llegar a poseer el 9,2% de las mismas. Así empezaba la semana, con más plot twists que la temporada final de una serie regulera.
Primero porque Musk firmó que solo sería un inversor pasivo sin poder de decisión. Luego porque cambió esta parte del contrato y se puso a hacer encuestas sobre si la gente quiere que añada el botón de edit. Todo indicaba que se iba a unir a la junta de accionistas… Y finalmente Twitter hizo un anuncio diciendo que habían decidido conjuntamente que era mejor que no se uniese a la misma. Las razones de esta decisión son poco claras, pero tiene pinta de que los deberes fiduciarios como miembro del board han asustado al también CEO de Tesla, que venía aquí con la intención de, simplemente, trolear.
La cosa no se acaba aquí: tras el anuncio de Twitter, Musk hizo una oferta para comprar Twitter pagando 54,20 dólares por acción (nótese que el 420 de su oferta es un chiste a costa del día oficial de los fumetas, el 20 de abril), por un total de 43.000 millones de dólares. Twitter ha respondido poniendo en marcha la llamada “píldora venenosa”, que da derecho a los accionistas a comprar participaciones adicionales a precio de descuento en caso de que alguien externo –como Musk en este caso– compre demasiadas acciones sin el consentimiento de la junta. Esto diluye el precio de las acciones ya existentes y supone un suicidio económico para todos los involucrados, pero es efectivo a la hora de evitar una OPA hostil. En medio de esta partida de pimpón, Musk apareció en una Ted Talk ampliando sus declaraciones poco concisas sobre el rol de Twitter en la sociedad. Y estas declaraciones confirman que estamos hablando de un señor al que se le han acabado las ideas para conseguir un poco más de casito.