Los amigos que me sufren por WhatsApp ya están acostumbrados a que les envíe esta imagen acompañada de una frase del rollo “este soy yo esperando a que me respondas”, “este soy yo esperando a que la gente se dé cuenta de lo bueno que es el disco tal” o “este soy yo esperando a que mi crush le dé un fuegote a la guarrifoto que he subido a stories”. Pues bien, hoy la frase es “este soy yo esperando a que lleguen los memes de #StellaMaris”. Porque todavía no han llegado. Pero van a llegar.
Jada Pinkett (a la que ya hemos dejado de llamar Jada Pinkett-Smith por motivos que explicaré a continuación) está de gira de presentación de “Worthy”, su autobiografía. Y, como es habitual en Estados Unidos, la actriz se está marcando una ronda de entrevistas por programas de televisión y radio, además de pódcasts, en los que debería estar hablando del libro en cuestión por mucho que parezca que está empeñada en hacer lo que queda retratado en este tuit. Es decir: humillar públicamente a Will Smith.
Pero, a ver, un momento, ¿no era que Will Smith y Jada Pinkett estaban casados y eran felices y comían perdices y tal? Pues no. De repente, la página de cotilleos ‘Page Six’ publicaba un artículo que avanzaba que, en una de esas entrevistas, Jada iba a dejar caer una bomba informativa: ¡Will Smith y elle llevan siete años separados! Dicho de otra forma: siguen teniendo un proyecto familiar conjunto pero no comparten sus vidas a nivel amoroso. Y esto, de alguna forma u otra, podría cuadrar perfectamente con la narrativa que ellos mismos han alimentado en los últimos años y que ha hecho que la prensa incluso hable de una relación abierta… Pero no, porque una relación abierta sigue siendo una relación. Y lo de estos dos ya no es tal cosa.
Lo más bestia es que, después de esta bomba, Jada Pinkett parece haber decidido destruir por completo a su exmarido y ha seguido haciendo declaraciones incendiarias: desde que se casó con él porque su madre le presionó al quedarse embarazada hasta que Tupac (su otro ex) y Will Smith hubieran sido buenos amigos. Si Tupac siguiera vivo, obvio. Y esto último sería incluso majo si no fuera porque Jada siguió metiendo el dedo en la llaga al declarar que Tupac fue su verdadero soulmate. Lo que se traduce en: fuck los 19 años de matrimonio con Will. Todo ello, por cierto, ha tenido su cumbre final cuando Jada declara que creía que la agresión de Smith a Chris Rock en los Óscar era un gag y que las acciones del que creíamos que era su marido no tienen justificación alguna.
El scroll de esta semana sigue con otra pareja célebre… aunque por suerte es una pareja mejor avenida. Y mira que nadie daba un duro por el matrimonio entre la estrella de fútbol reconvertida en ídolo de la metrosexualidad y la Posh Spice reconvertida en diseñadora de moda. Pero, a tenor de las imágenes que se pueden ver en “Beckham”, la docuserie de Netflix sobre la vida y la carrera de David, parece claro que la salud de su relación con Victoria es mucho más que positiva. ¿Qué digo positiva? La química entre estos dos desprende tan buen rollo que es inevitable que te acabes marcando como #lifegoal tener algo semejante en tu puñetera existencia.
Pero, oye, que me voy de tema. Aquí estoy para dejar constancia de que un pedacito de “Beckham” se ha hecho viral. Y es el pedacito en el que Victoria está sentada en el sillón de su casa explicando que uno de los secretos de su matrimonio es precisamente que tanto ella como David provienen de familias humildes de la clase obrera. Entonces, se cuela la voz de su marido diciendo “be honest” antes de que la cámara lo encuentre sacando la cabecita por la puerta y, después de un tira y afloja particularmente cachondo, acabe preguntándole a su mujer en qué coche la llevaba su padre al colegio cuando era pequeña. “En un Rolls-Royce”, admite finalmente ella.
Acuse de recibo final para el embolado en que se ha metido Millie Bobby Brown, que ha sido recientemente elegida como “Woman Of The Year” por la revista ‘Glamour’ y que, en la entrevista que le hacen en esa misma cabecera, revela algo francamente sorprendente. Dice la actriz de “Stranger Things” que el motivo por el que es feminista es porque un vidente le dijo que, de hecho, es feminista. Tal cual.