Semana grande de los memes.
Semana grande de los memes.

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Felipe de Edimburgo, el tabú de Memphis y la banalidad del deepfake

Es temporada de premios y se nota. En estos tiempos en los que reunirse con amigos cuesta tanto, galas como la de los Grammy ofrecen un espacio de comunión digital, con todo el mundo mirando a un solo punto que antes estaba disperso. Y en este contexto, es inevitable que los memes del thirsteo con Harry Styles, su esperada reunión de exnovios con Taylor Swift, o Elton John amenazando con pegar a alguien si Phoebe Bridgers no se llevaba el Grammy a mejor álbum nos inundaran por todas partes (a lo cual he contribuido personalmente, no voy a engañar a nadie). Pero internet es un ecosistema entero, y escarbando un poquito encontramos que han pasado muchas, muchísimas cosas más.


La M-word: M******

Durante 12 horas entre el pasado domingo y lunes, “Memphis” se convirtió en una palabra censurada. Twitter no ha especificado por qué ha ocurrido este error, pero lo que sí sabemos es que si esa noche utilizabas la M-word tu cuenta quedaba bloqueada durante medio día. Algunos usaban esto para darse el descanso necesario de sus timelines: “Si tuiteas la segunda ciudad más grande de Tennessee, Twitter te quita la cuenta durante 12 horas para que por fin hagas algo productivo”. Mis favoritos, por supuesto, son los que se pusieron de nombre en el perfil Memphis (¿aparentemente esto no hacía sonar las alarmas?) y, a modo guerrillero, escribían a perfiles de twitter oficiales de empresas que normalmente funcionan como atención al cliente, pidiéndoles que se refiriesen a ellos por su nombre de pila para que les baneasen instantáneamente. Nunca habíamos estado tan orgullosos de pertenecer al movimiento Silence, Brand.

La trampa de la palabra “Memphis”.
La trampa de la palabra “Memphis”.

Distance is temporary, Prince Philip is forever

Esta semana, Felipe de Edimburgo salió del hospital tras estar 28 días ingresado. A sus 99 años, es la viva imagen de todo lo que esperarías que una persona de 99 años fuera, si tan solo hubiese pasado los últimos cuatro muerta. Cada foto suya que sale a la luz tiene la habilidad especial de convertirse en meme, y la nueva paseando en coche no ha sido diferente. Felipe (Prince Philip para los que naveguen en internet internacional) representa un mood entero. Felipe de Edimburgo es tú a las 8 de la mañana de un lunes. Felipe de Edimburgo es el catedrático de tu universidad que la secretaría espera que se conecte a un Zoom. Felipe de Edimburgo es el Sísifo de Camus que ha venido a esta tierra para quedarse eternamente en perpetuo estado de sufrimiento.

Felipe de Edimburgo, a sus 99 años, tras 28 días ingresado.
Felipe de Edimburgo, a sus 99 años, tras 28 días ingresado.

New meme dropped

Tenemos nuevo meme. Es simple, por ahora se encuentra en fase bebé, y no tiene pinta de dar mucho juego, pero está aquí. Se llama “Dream blunt rotation”, que traducido sería “rotación de canuto de ensueño” AKA el círculo perfecto con el que compartir un porro. A partir de ahí, que vuele la imaginación. El usuario es libre de querer compartir su porro con figuras que van desde el casting del live-action de “Scooby Doo” a “Las chicas de oro”. Su reverso oscuro, el “Nightmare blunt rotation”, también anda en circulación con fotos de Elon Musk o los gemelos de Divinity.

¿El círculo perfecto con el que compartir un porro?
¿El círculo perfecto con el que compartir un porro?

La democratización del deepfake

Aunque viene desde hace semanas dando vueltas, no ha sido hasta ahora cuando Wombo.ai ha saltado al primer plano. Esta es una aplicación que te permite darle vida a modo lipsync a cualquier tipo de foto, lo que en los circuitos mainstream se ha traducido como figuras históricas cantando “Dragostea din tei” o “Never Gonna Give You Up”. Por suerte, en los circuitos ligeramente más dank, el meme está siguiendo su ciclo vital habitual, ya en la fase en la que pierde el contacto con la realidad de lo que era en un inicio: podemos verlo en el póster de “Cara a cara” de John Woo en el que la mitad del rostro de Nicolas Cage y la mitad del de John Travolta cantan el “Ding Dong Song” de Gunther.

La mitad del rostro de Nicolas Cage y la mitad del de John Travolta: deepfake.
La mitad del rostro de Nicolas Cage y la mitad del de John Travolta: deepfake.
La app, una chorrada graciosa a simple vista, me hace sentir que estamos sentados en un tren de alta velocidad hacia el futuro. Los deepfakes, vídeos en los que la cara de alguien se reemplaza con otra persona e imita todos sus gestos faciales, llevan años entre nosotros, pero la forma acelerada a la que están llegando a nuestras manos últimamente es algo nuevo. Hace solamente unas semanas, se viralizó un tiktoker que hacía deepfakes de Tom Cruise, tan parecidos al real que incluso el hecho de que la cuenta se llamase @deeptomcruise no alertaba a alguna gente de que aquella no era la cuenta oficial del actor. Esta semana, ha salido a la luz la noticia de una madre que usó deepfakes para que la competencia de su hija en un campeonato de animadoras fuera descalificada por unos vídeos en los que se las veía mantener conductas inapropiadas. Netflix está tardando en hacer una peli de esto. Tened en cuenta que aquí estamos hablando de amateurs que utilizan tecnología al alcance de todos. Es difícil creer que no haya herramientas profesionales en manos de instituciones de todo tipo. ¿Puede ser este el fin de las imágenes como documento? ∎

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