Como artistas, ¿os importa que los fans os pidan una foto si os ven en el aeropuerto o en un restaurante?
Se hace con gusto. Todo esto que nos ha pasado es muy reciente. Me hace ilusión llevarme el abrazo de un desconocido y no creo que esto suponga nunca un problema. Somos una banda de nicho, no Jude Bellingham.
Y como fans, ¿os habéis fotografiado alguna vez con alguien? Si es que no, ¿con quién os gustaría tener una?
La última con Bill Drummond, de The KLF, el verano pasado.
¿Cuál es el último objeto cultural (disco, libro, película, cómic) que has comprado para ti, y cuál el que has comprado para otra persona... si es que compras aún?
Me compré las “Confesiones” de Agustín de Hipona este verano porque tenía que escribir un par de estrofas inspiradas por él, como parte de un homenaje al filósofo Enrique Ocaña. Todo esto bajo la supervisión de J de Los Planetas. Mi último regalo fue un tebeo de Moco de Pavo, del artista Hez.
¿Facebook, Twitter, Instagram, TikTok o ninguno?
Twitter para vigilar al admin. Instagram para hablar con nuestros seguidores. A veces subo cosas a TikTok, pero (ya) no escroleo sus vídeos. Mi amigo Padu me filtra lo mejor de TikTok a través de Instagram, pues hallamos divertidas las mismas memeces, que él comparte como stories.
¿Hay alguna canción que te recuerde a tus padres?
“Broken Stones”, de Paul Weller, a mi padre.
¿Y alguna música que ya no escuches más porque la has quemado o gastado?
Antes sentía verdadera pasión por el chunda-chunda. Los 2manydjs conectaron mi mundo rockero con mi gustillo por la música ratonera cuando era un adolescente. Entonces quise ser un diyei, como muchos de mis colegas más admirados. Tengo todavía una colección de trescientos discos de chunda-chunda, principalmente, y logré ser diestro mezclador. De pronto, pum, dejé de percibir alma en la música disco y en el house. El último artista de chunda-chunda que me emocionó verdaderamente fue Raymond Castoldi, que ahora es organista en el Madison Square Garden. Lnrdcroy también es capo pa mí, aunque su mejor composición publicada no es de chunda-chunda, sino un tema con guitarras. Con respecto a consumir actuaciones de diyeis de chunda-chunda, cuando era peque consumía MDMA y disfrutaba bailando durante horas. Ahora, ni con MDMA me lo paso bien más de una hora seguida.
Aparte de músico, ¿qué otros empleos u ocupaciones has tenido?
Yo trabajé haciendo presentaciones de PowerPoint para una consultora tecnológica. Con estos PowerPoint ayudaba, o eso me decían, a otras empresas a preparar sus dinámicas y sus estructuras laborales para una implementación eficiente de iniciativas de machine learning. Después me fui a Glovo, donde usaba mis habilidades de desarrollo de software para resolver problemas de negocio. Construíamos un peligroso entramado de procesos externos al código de la app para resolver con celeridad problemas que, si fueran tratados desde el origen, requerirían muchas semanas de trabajo para los verdaderos desarrolladores. Después me fui a un broker de seguros, un dinosaurio encargado de colocarle coberturas a pobres gentes obligadas por el Estado a asegurarse. Allí traté de poner en práctica todo lo que aprendí en una empresa joven como Glovo, sin éxito.
¿Por quién te cambiarías, si es que te cambiarías por alguien?
Por Zidane.
¿Eres feliz? ¿Podrías recordar los tres momentos en los que crees haber sido más feliz en tu vida?
Ahora mismo todo me va bien, trabajo para mi propio proyecto y la fortuna me sonríe. El presente ha de ser uno de esos tres momentos, porque estoy construyendo las rutinas con las que siempre había soñado. Fui feliz en mi año de intercambio universitario, regalazo de mis viejos, en Montreal. La universidad apenas me exigía y pude concentrarme en fumar porros y estudiar con pasión las cosas que realmente me interesaban. También fui feliz durante la pandemia, pues mi viejo invitó a la que ahora es mi esposa a pasar esos meses con nosotros, y me dediqué de nuevo a estudiar con pasión durante doce horas al día.
¿Qué pregunta querrías que te hicieran y nunca te han hecho?
Nosotros estuvimos a punto de fichar por un sello y terminamos fichando por otro. Creo que esa historia contiene enseñanzas prácticas para bandas noveles y perdidas como era la nuestra.
¿Cómo te definirías ideológicamente?
Como el anarca de “Eumeswil” (Ernst Jünger, 1977) , pero con piedad por los suyos.
Un motivo para creer (todavía) en los políticos.
Más de uno nos contratará para sus fiestas patronales.
¿La canción que te gustaría que sonase en tu funeral?
Mejor un rato de silencio. Si no, hay un clásico de Mozart para flauta y arpa que siempre escucho.
¿Cómo te ves y dónde dentro de 20 años?
Me tocará empezar a pagar universidades, así que prestaré servicios útiles a quien mejor los retribuya. En el escenario ideal, mis canciones seguirán siendo útiles por sí mismas y las seguiré interpretando.
¿Te buscas a ti mismo en Google alguna vez?
Nunca he buscado mi nombre desde que sé que aparezco. Lo que sí que busco con frecuencia es el nombre de la banda, a ver cómo estamos librando la guerra por el posicionamiento con el centro comercial.
¿Qué titular con clickbait te gustaría protagonizar?
“¡No sabía que la cámara seguía grabando! ¿Será el fin de su carrera?”. Con mi cara en un montaje cutre. Se está perdiendo este genial formato.
¿Qué plato podrías cocinar ahora mismo con lo que tienes en la nevera?
Muy poco, pues ayer hicimos la carbonara que agotaba prácticamente todas nuestras existencias. Hoy iré al súper cuando recoja a mi mujer del trabajo.
¿De qué canción te gustaría hacer una versión que aún no hayas hecho?
“En el frente de Gandesa”, como la canta Joaquín Díaz. Es la que uso en las pruebas de sonido antes de pasar a las nuestras.
¿Con qué otro artista, de la disciplina que sea, te gustaría colaborar que aún no lo hayas hecho? ¿Por qué?
Con Joaquín Díaz. Porque nada me ilusiona más últimamente que su labor archivística.
¿Qué aparece en la última foto que tienes guardada en el carrete?
El selfi que me habéis pedido, y que he hecho al montarme en el autobús yendo a clase de canto. Ahora estoy también en el autobús, volviendo de mi clase de canto.
¿Cuál es la última app que te has descargado?
Instagram. La había borrado pa despejarme y vencer la memoria digital que me hace consultar sus notificaciones como un autómata. Llevaba meses sin hacer eso, pero ayer me lo pidió el cuerpo.
Si tu próximo disco se llamara como tu último mensaje de WhatsApp, ¿cómo se titularía?
“Vaya mojón”. ∎