La música de la película “Sobre todo de noche” (Víctor Iriarte, 2023), realizada por Maite Arroitajauregi (Éibar, 1977), se reivindica con un sonido grandioso, cinematográfico y contemporáneo a la vez. Es incisiva en cada escena, en cada circunstancia. Se forma en las zonas fronterizas entre lo social y lo salvaje.
La irrupción de Arroitajauregi en el circuito musical por cuenta propia –forma parte de los músicos de apoyo de Lisabö y ha colaborado con artistas como Anari– comenzó hace más de quince años, bajo el nombre de Mursego. Desde 2012 ha ido sembrando su semillita en el mundo del cine. En los últimos años, sus creaciones para las películas de “Akelarre” (Pablo Agüero, 2020) e “Irati” (Paul Urkijo, 2022) la pusieron en boca de todos gracias al premio Goya que ganó por la primera y a la nominación que obtuvo con la segunda. Hoy celebramos el reciente premio otorgado por el programa de TVE ‘Días de cine’ a su trabajo en la película de Víctor Iriarte, protagonizada por Lola Dueñas y Ana Torrent. Y aprovechamos para contactar con ella e invitarla a responder estas preguntas. No quiere entrar en la dinámica de sentirse valorada por los premios, pero a nosotros nos ha hecho muy felices.
¿Cómo te sientes al recibir este reconocimiento y qué ha significado para ti?
Es un programa de los pocos que veo en la tele y me hace mucha ilusión. Sobre todo me gusta fantasear con que de alguna forma me lo ha dado el difunto Antonio Gasset, periodista del que era y soy muy muy fan. Siento que el espíritu de él está presente en este premio.
La música que creaste para “Sobre todo de noche” ha sido descrita como “exquisita y subyugante”. ¿Cómo abordaste la composición para esta película en particular y cuáles fueron tus inspiraciones?
A priori estaba claro que Víctor necesitaba un tema de cine negro, así que me inspiré en Bernard Herrmann y lo escuché intensamente ese verano. Ya había compuesto el tema antes del rodaje, siguiendo su estilo característico. Además, exploré referencias de música vocal del siglo XX para la canción diegética interpretada por las chicas. Víctor quería un toque de “Dentro del laberinto” (1980-1982), serie de la BBC que me introdujo al compositor Sidney Sager. También se mencionaron referencias como “The Power Of The Dog” (2021), aunque luego realmente no haya nada de esta película ni de Jonny Greenwood. Incorporé una pieza influenciada por Bach, una suite barroca. Después de leer el guion con Lola, Víctor y Ana, comencé a trabajar antes del rodaje. La mayor parte del trabajo ocurrió durante el montaje, un proceso interesante y desafiante. Solicitaban temas mientras montaban la película y viceversa. A veces ajustaban el tema según el montaje. A pesar de la dificultad, este enfoque es mucho más interesante para la película.
Trabajar en una banda sonora implica colaborar estrechamente con el director de la película. ¿Hubo alguna instrucción aún más específica?
Además de lo mencionado, hubo un leitmotiv que consistía en una cadencia, un ritmo de “1, 2, 3, 4, ahora”, presente de manera implícita en todo el proceso de composición. Siempre se mantuvo la idea de que era una película musical, no solo porque madre e hijo son músicos, sino porque la música está en el aire, se escucha aunque no esté en primer plano. También está constantemente presente el piano, el pianista y el afinador. Víctor insistía en que los diálogos tuvieran cierta musicalidad, con una presencia significativa de percusión y golpes que reflejan la violencia y las instrucciones para el robo. La película es muy rítmica y percusiva. Para las voces Víctor proporcionó indicaciones y realizamos muchas pruebas, experimentando con música tonal, violenta, notas cortas y sin letra, entre otras indicaciones.
Leo en una entrevista tuya: “Para mí el hardcore es creación. No es Bach, pero para mí está al mismo nivel”. Creo que esta frase resume tu esencia…
Esto refleja mi perspectiva sobre la emoción que siento al escuchar, por ejemplo, un tema de Fugazi o “La pasión según San Mateo” de Bach. Para mí, la música no debe estar limitada ni dividida absurdamente en géneros, ya que la emoción que provoca es universal. Esta perspectiva se aplica también a la banda sonora, no necesariamente requerida como una gran orquesta. La misma emoción puede surgir, como en la película de Víctor, en cuatro acordes de autoarpa o cuatro percusiones bien dadas. Incluso el silencio puede transmitir la misma sensación que una música aparentemente complicada, como la de Hans Zimmer.
Algo que quiero que sepan quienes vayan a leer esta entrevista es la infinidad de instrumentos que tocas, y no me quiero dejar ni uno: chelo, piano, ukelele, autoarpa, xilófono…
Me brinda versatilidad, algo que he aplicado en las últimas películas. Por ejemplo, en “Irati” compuse para coro, usando muchas voces propias en lugar de recurrir a un coro externo. Tocar varios instrumentos facilita la composición, ya que puedo crear maquetas por mí misma, aunque no le doy demasiada importancia. En general suelo componer para otros instrumentistas aprovechando mi habilidad para tocar el chelo y crear específicamente para ese instrumento. Esto simplifica las cosas y me permite incluso dejar pistas grabadas por mí en el estudio en casa, sin depender de otros músicos. Aunque, en términos generales, mi enfoque principal es componer para otros músicos. La composición para piano, un instrumento polifónico, brinda muchas facilidades para desarrollar la polifonía en otras instrumentaciones.
¿En qué instrumentos has llevado tú la batuta en “Sobre todo de noche” y con quién has colaborado?
Aunque hay otras compositoras que trabajan con orquestadores, siempre la he llevado y dirigido en todas las sesiones. Colaboré con mi cuarteto de cuerdas de confianza, Alos Quartet, dirigido por Xabier Zeberio. También trabajé con el cuarteto de metales The Broken Horns, una grata experiencia para mí. Incluí al coro Emana, de Bilbao, en una de las piezas. En otra interpreté todas las voces. Además, participaron Mikel Abrego en la batería, Mariano Hurtado en el contrabajo, Isabel Lazpiur en el piano, y toqué el autoarpa. Algunas partes de chelo también fueron de mi autoría. Aunque el cuarteto tocó, en ciertas partes, como chelista, me encargué de la ejecución. La grabación estuvo a cargo de Karlos Osinaga, miembro de Lisabö y amigo de toda la vida.
Háblame de esos coros, seguro que hay alguna anécdota divertida.
Bueno, Emana es un coro no profesional dirigido por Carla Sevilla, que sí es una cantante profesional. Trabajé con ellas en Bilbao y me cayeron muy bien. Me encantó el ambiente y la energía que emanaban, por eso las recordé. A pesar de saber que no sería fácil, prioricé el buen ambiente sobre la técnica y las llamé. Durante la grabación de una escena en la que todas debíamos llevar capas, incluyéndome, no había suficientes, así que otra participante y yo aparecimos en una esquina, vestidas de negro. También Ana Torrent nos pidió repentinamente a todas que nos hiciéramos una prueba de COVID y tuvimos que interrumpir el rodaje.
Cuando estás en casa y ves el premio Goya que conseguiste con “Akelarre”, ¿hay algún pensamiento recurrente que no te esperabas y asoma por tu cabeza?
Siempre pienso que los premios son circunstanciales. A mi mente le repito que no son importantes. Aunque es cierto que a nadie le amarga un dulce y a todos nos agrada ser reconocidos, me pregunto por qué los premios generan alegría o por qué necesitamos la aprobación de los demás. Creo que ahí hay un problema; no deberíamos depender del reconocimiento externo. Lo más crucial es que estés satisfecha con tu trabajo, que conectes con la película y la directora para mejorarla. En este caso, el premio me resulta contradictorio y desearía llegar al punto en que el reconocimiento externo no me importe. Kaurismäki, a quien admiro no solo por sus películas sino también por sus reflexiones, menciona que las películas no son como caballos de competición. Cada una es un mundo distinto, y no todas deben competir. Pareciera que las películas están diseñadas para competir, pero no debería ser así.
¿Y fuera del cine? ¿Habrá más Mursego?
Tengo ahora una temporada más tranquila con el cine y habrá un par de conciertos. La tónica es seguir componiendo y cuando tengo un concierto intento introducir un tema nuevo. Este año voy a dedicarle tiempo a Mursego.
Imagina que tu música para “Sobre todo de noche” cobrara vida, ¿qué tipo de criatura sería?
Sería mitad murciélago, mitad búho.
¿Con qué artista entrarías en un bucle temporal?
Con Lucrecia Martel.
¿A qué película clásica le pondrías la banda sonora?
“The Misfits”, traducida a “Vidas rebeldes” (1961), de John Huston.
Te arrepientes de no haber aprendido…
Todo lo que se refiere a grabación y a informática, softwares de música, etc.
Para inspirarte, ¿te teletransportarías a…?
Finlandia, Portugal y Transilvania. ∎