En el vasto catálogo de David Bowie (1947-2016) centellean esas canciones asentadas en sencillos andamiajes rockeros, ubicadas sobre todo en su período glam, caso de “The Jean Genie”, “Suffragette City” o este “Rebel Rebel”, el single extraído de “Diamond Dogs” (1974), álbum que hoy cumple 50 años. Obra esta influida por las tinieblas futuristas de George Orwell y que, en la trayectoria de Bowie, representa la transición entre la era de las lentejuelas y las sonoridades soul-funk de ascendiente americano, que serán más visibles si cabe en los inminentes “David Live” (1974) y “Young Americans” (1975).
No va por ahí “Rebel Rebel”, que viene a ser el canto final de los días del glam rock y, a la vez, un presagio del punk. Ahí está el jovial desafío a la moralidad victoriana, encarnado en ese primer verso memorable: “Tu madre tiene un embrollo en la cabeza / No sabe si eres un chico o una chica”. Espíritu lúdico, quemando la vida con un estilo no exento de deliberada vulgaridad: “Tu pelo está bien”, “te has roto el vestido”, “yo te gusto, a mí me gusta todo” y “nos gusta bailar”, y “las bandas que tocan fuerte” y “tenemos un aspecto divino”.
La clave musical está en el riff, inoxidable, cortante y de resonancias stonianas. Bowie venía de hacer coros en “It’s Only Rock’n Roll (But I Like It)” y podría haber advertido con cierto mosqueo el influjo de su ambigüedad sexual en el renovado modus operandi de Mick Jagger y compañía. Por ello, “Rebel Rebel” puede tener algo de homenaje (pidió a sus músicos que, sin rodeos, sonaran “como los Stones”), pero también de venganza y de vampirización en forma de trofeo propio y triunfante. La autoría del riff y su ejecución han dado pie a discusiones: Bowie se lo atribuyó todo, grabación incluida, mientras que el guitarrista de sesión utilizado en el álbum, Alan Parker, ha defendido que él mejoró la idea original y que suyo es el registro inmortalizado. Es probable que Bowie estuviera ansioso por transmitir al mundo que era autosuficiente, tras las fricciones y choques de egos experimentados muy poco antes con Mick Ronson y los Spiders From Mars.
En cualquier caso, “Rebel Rebel” está ahí, sobreviviendo al tiempo y redoblando significados en estos días de nuevas formulaciones de la sexualidad. Nada podrá con él, ni siquiera el uso publicitario –como con tantas otras canciones de Bowie– a cuenta de Audi, Mazda o Marks & Spencer. ∎