Era cosa de tiempo que los caminos de Lila Downs y Rodrigo Cuevas se encontrasen. Investigadores desprejuiciados como son, la oaxaqueña y el ovetense sellan su vínculo musical con una versión a ritmo de cumbia de un canto de ronda y galanteo español prohibido en México en el siglo XVIII. Espantando a los puristas de hoy y siempre, se estrenan “Los mandamientos de amor”.
Esculpidos en piedra y luego desintegrados en homenaje al buen cariño, mencionamos solo uno de esos diez mandamientos para escandalizar a los samaritanos de ayer y hoy: “El primero, amar a Dios / no le amo como debo / porque tengo puesto en ti / mi amor verdadero”. Después de este vienen nueve más en un decálogo infernal de tres minutos y medio grabado hace unos meses entre Oaxaca, Asturias y San Juan de Puerto Rico.
El antecedente se puede encontrar en “La Sánchez” (2023), de Downs, y “Manual de romería” (2023), de Cuevas, sus últimas referencias largas, donde ambos se encargaron de procesar la tradición del lugar de origen en sendos ejercicios de homenaje y recreación. Luego, nada mejor que extender esa curiosidad al terreno del vecino y ver cómo hilvanar ambos acercamientos, proceso en que el apoyo instrumental y la producción de Edu Cabra, mitad de los disueltos Calle 13, fue fundamental para cerrar el esfuerzo.
En el horizonte hay un tema inédito a la espera de una edición en 2025 y la colaboración esta semana en el Auditorio Nacional de Ciudad de México en el clásico concierto de Día de Los Muertos de Lila Downs. Hubo también un primer apronte en julio de este año en Gijón, donde entonaron juntos “La llorona”, otro de esos temazos, como le gusta decir al bueno de Rodrigo. Mientras tanto acá va otro, este inventario de las felicidades y penurias del corazón en formato de instrucciones bíblicas a desobedecer. ∎