Canción del día

ASTROPICAL

Me pasa (Piscis)2025
Burbujas de amor. Foto: David Giraldo
Burbujas de amor. Foto: David Giraldo

La reciente llegada al universo musical de ASTROPICAL solo puede ser recibida con efusivos aplausos. Y es así por varios motivos. En primer lugar, porque el suyo es un caso, si no único, sí bastante insólito. Se trata de un supergrupo, un tipo de formato que ha sido históricamente habitual en el terreno del rock –los ejemplos son numerosos– pero no en el ámbito de la música urbana, la world music o el mestizaje. En segundo lugar, porque se trata de la suma de dos de los proyectos más relevantes de la actual música latinoamericana: los colombianos Bomba Estéreo y los venezolanos Rawayana, que justamente el pasado domingo se hicieron con el Grammy al mejor álbum de música latina alternativa con “¿Quién trae las cornetas?” (2023), su quinto trabajo, superando así a Cimafunk, Nathy Peluso o Mon Laferte. Y en tercer lugar, porque el debut de ASTROPICAL se produce con una primera canción irresistible, “Me pasa (Piscis)”, que acaba de ser lanzada y que lo tiene absolutamente todo para convertirse en uno de los temas más radiados el próximo verano.

“Me pasa (Piscis)” es una radiante y luminosa canción de amor que ha sido mezclada en Miami… y se nota. Quienes no tengan prejuicios ante un sonido que podríamos definir como “comercial” (ya va siendo hora de quitarle matices peyorativos a este término, sobre todo ahora que la frontera entre lo comercial y lo vanguardista es cada día más difusa) disfrutarán de ese delicado inicio con soleados arpegios de guitarra entre los que parece colarse el suave oleaje del Caribe y del delicioso diálogo vocal entre Li Saumet de Bomba Estéreo y Beto Montenegro de Rawayana. Pero especialmente gozarán con esa estimulante mixtura de elementos sonoros tan extremadamente beneficiosos para la salud mental: la cadenciosa síncopa del reguetón, la pulsión deep house, la romántica sensualidad de la bachata (la letra incluye un guiño a Juan Luis Guerra y 4.40), los ecos vaporosos de los balearic beats (un poco a lo “Sueño latino”, cambiando el Mediterráneo por el Caribe) y, por encima de todo, esas placenteras guitarras del final en clave de champeta, el sonido surgido de los barrios marginales (¡cómo no!) de Cartagena de Indias, que recoge la influencia de ritmos africanos como el soukous congoleño, la juju music nigeriana o el mbaqanga sudafricano.

ASTROPICAL ha preparado un excitante menú sonoro a base de irrenunciable e infecciosa good time music. Una canción que pone banda sonora a ese deseado verano infinito. Y que, como decían Los Payasos de la Tele, alegra el corazón. Que para sufrir siempre hay tiempo. ∎

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