Quien ha visto a John Maus en acción, en directo, sabe de su poder escénico, de cómo sus performances dejan al público si no boquiabierto sí estupefacto. Se entrega en cuerpo y alma. Se mueve como si un ataque epiléptico fuera el nuevo estilo de baile a la moda. No hay que ser un experto en Maus para adivinar que busca lo inmediato, pero también el mensaje, lo rupturista. Es Maus, pero no deja indiferente. En octubre de 2024 pudimos comprobar por última vez en Madrid y Barcelona su magnetismo en solitario. Lanza beats y melodías y explota todo su arsenal de movimientos, poses y ataques frikis.
Tras una larga ausencia, acaba de fichar por el sello Young y ha publicado nuevo single, “I Hate Antichrist”, en el que planea toda su artillería crítica. Lo ilustra muy bien el videoclip de la canción, dirigido por Andrew Normal Wilson. El escenario parece un campo de batalla (¿sintético o en plástico?) poblado por políticos, comisarios de arte, generales, papas, influencers, el magnate tecnológico o el músico (¿como autoparodia real o no tanto? Al fin y al cabo los egos son algo insoportable)…. Y prevalece un mantra totalmente desencantado con el mundo del postureo, de la violencia, de las guerras. De ese espacio de enfrentamiento nadie sale ileso.
¿La música? En su línea de bases sencillas, repetitivas, bajos hipnóticos, cajas de ritmos muy ochenteras, melodías envolventes. Su rollo es algo poco etiquetable que se acerca a un synthpop entre galáctico y primitivo que se instala como algo urgente. Tiene ese punto irreverente, de reírse del patetismo actual. El propio Maus comenta que “el engaño del Anticristo ya comienza a tomar forma en el mundo cada vez que se pretende realizar, dentro de la historia, esa esperanza mesiánica que solo puede cumplirse más allá de la historia a través del juicio escatológico”.
Su cosmovisión en este single apunta a la hecatombe. Quizá porque piense que estamos ante el derrumbe de Occidente o sencillamente porque quiere cantar a la decadencia y soltar su gran carcajada final. Quizá la historia es que esto nos pille bailando o riéndonos de lo absurdo que es todo. Si no hay parodia, que no me miren. Quiero ver a John Maus como el cabrón más querido del universo. Y tú lo vas a gozar. ∎