“The Seer”, de
Swans, es uno de los álbumes más audaces y aterradores de lo que llevamos de siglo, y “Lunacy”, el tema con que se abre, es el más apropiado para introducirnos en su atmósfera de suspense y pesadilla. “Lunacy” ha sido concebida como una especie de canto religioso de invocación a algún tipo de criatura horrenda o demoníaca (podría ser, incluso, la que aparece en la portada). Un pitido como de alarma, un piano en tono menor, una guitarra punzante y una serie de voces inicialmente indescifrables van atosigando la atmósfera, que derivará en una sensación de pavor cuando empezamos a entender lo que dicen:
“Inocencia, no inocente / Inocente, en ningún sentido / Cómete a la bestia, mantenla en tu interior / Asume la culpa, di el nombre”. Finalmente, el canto se convierte en
“locura, locura, locura...”, y enseguida se incorpora una guitarra rugiente, arrancando y parando al mismo ritmo.
Después de que esta melodía repetitiva baje de intensidad, como si buscara en las entrañas del submundo a la bestia escondida en el útero, un sombrío pasaje acústico emboca el final de la canción: el verso
“Tu infancia se acabó” se repite en una cadencia desesperante. Cuando conoces el disco, el comienzo resulta realmente escalofriante; cuando es tu primera vez, te sientes tan sobrecogido que no puedes esperar a seguir avanzando en su escucha. ∎