Dillon Francis & Good Times Ahead

El viaje lisérgico ha sido una buena palanca para ofrecer propuestas visuales de atrevimiento estético e impacto. En esa línea se encuadra el que protagoniza Dillon Francis en este tratamiento visual que el realizador Parker Seaman ha ideado para “LA On Acid”, el tema que el DJ y productor oriundo de Los Ángeles firma junto al dúo de Miami Good Times Ahead.

El instigador de esta aventura psicodélica es otro DJ, un Diplo que enjabona un nugget de pollo con ácido y, sin informar de este detalle, se lo ofrece al propio Dillon Francis. Este incidente precipita el despiporre que sigue, con el que se emulan los efectos de LSD en la mente del DJ y productor. A partir de ese instante, la cámara se vuelca en ese trayecto mental de un Dillon completamente tripado en el interior de un restaurante de expresión alucinada, figuras humanas deformadas y animales que cobran más vida de la deseada. Una batería de estímulos alocados que basculan entre lo humorístico, lo grotesco y hasta el terror.

Para dar cobertura visual a esa psique alterada, Seaman juega con inteligencia con diversas técnicas y efectos. Por un lado, esos desenfoques del entorno de la figura protagonista que realzan su desubicación y su distanciamiento del control racional. También los trávelin circulares sobre una mesa levitando fortalecen la sensación de desplazamiento y mareo, así como los planos subjetivos y holandeses acentúan esa marca de un espacio irreal y desestabilizado. El descontrol aumenta de nivel con las incursiones animadas al propio esófago del productor estadounidense, esos platos cobrando vida, o toda esa acción que tiene lugar en una cocina poblada por criaturas extrañas que se mezclan con un personal de cocina de proyección alterada. La inclusión del actor y cómico Eric Wareheim funciona como un homenaje a su estilo, a su humor paródico e hiperbólico. El mismo que ha dejado impreso como realizador y creador en varios clips y especialmente en el show televisivo “Tim & Eric Awesome Show. Great Job!” (2007-2010).

La animación alucinada y grotesca –con puntos en común con la usada por Hugh Mulhern en el videoclip de “Telephones 4 Eyes” de Hak Baker– vuelve a hacer acto de presencia en el tramo final de este avance circular en un restaurante chino de Los Ángeles. Sin perder el tono humorístico dominante, la pieza se inclina hacia grados más terroríficos y molestos a medida que su protagonista ve agravado su indeseado trip lisérgico. ∎