Después del suplicio, sin embargo, llegó el tiempo del cachondeo. Por un lado, estupor: “No entiendo por qué Bad Bunny ha decidido poner fechas en países tipo ESTOCOLMO o sea man vete a JAÉN vuelve a tus orígenes en España como vas a irte a Estocolmo a hacer qué”. Por otra parte, el habitual no tengo pruebas pero tampoco dudas: “¿Ha dicho el Papa algo sobre las entradas de Bad Bunny o soy yo que me he liado? Porque creo que acabaron el cónclave pronto para poder meterse en la cola de Ticketmaster”. Y, por encima de todo, esta certeza absoluta.
Porque ni las mayores estrecheces económicas han impedido que los fans celebren haber conseguido finalmente su entrada para el paso de esta gira por España. Aunque más que “paso” debemos hablar de “estancia prolongada”. Así de claramente se dice en este bluit: “Cuando Bad Bunny cante en su último concierto de Madrid ya no tiene acento de Puerto Rico”.
Lo peor de todo es que ya he dejado claro que todo esto lo vi desde detrás de la barrera y que, para qué voy a negarlo, ahora me arrepiento un poco porque estoy tal que así: “Ninguna amiga me ha dicho que me lleva al concierto de Bad Bunny. Necesito amigas nuevas”. Cuando en verdad quiero estar tal que así: “entradas de bad bunny? compradas ✅ outfit? en proceso ⏰ culo? grande 🍑”. Maldigo la hora en la que decidí ser el protagonista de este meme.
A uno al que le ha salido la jugada más regulinchi que a Benito, sin embargo, es a André 3000, que ha lanzado un EP de improvisaciones al piano titulado “7 Piano Sketches” que no está siendo particularmente bien recibido. Es fácil pensar que el artista se vino arribísima después de que absolutamente todo el mundo estuviera de acuerdo en que su disco basado en la flauta, “New Blue Sun”, es una jodida maravilla. Y lo que pasa cuando te vienes arribísima es que pierdes el mundo de vista y acabas creyendo que, si te compraron la flauta, te comprarán el piano.
Pero resulta que no ha sido así y que, de hecho, el mismísimo Matthew Shipp (figura imprescindible del jazz contemporáneo) lo ha dejado a caer de un burro con declaraciones tan bestias como esta que ha recogido Stereogum: “Creo que es una completa y absoluta basura (…). Es una mierda atroz. ¿Es algún tipo de imbécil?”. La declaración completa de Shipp no ha tardado en ser rulada por diferentes usuarios en redes sociales, lo que ha hecho imposible no quedarse pasmado con otras sentencias como esta: “Me suena a puro fraude. Qué falta de respeto hacia la disciplina por parte de alguien que, para mí, es un completo imbécil por hacer esto. Es deprimente que esta basura vaya a acaparar la atención porque él tiene nombre y fama”.
Aunque muchos son los que han tomado Facebook para dejar claro que no saben quién es Shipp ni les importa, muchos otros se han subido a la ola de esta noticia para reivindicar al músico de jazz y, de paso, dejar caer opiniones como que se nota que para el álbum de flauta pasó por todo un proceso profundo, pero aquí ha metido la pata hasta el fondo. También hay quien dice que “7 Piano Sketches” suena “como canciones de Cat Power rechazadas por ser demasiado descuidadas”. E incluso hay quien ha remarcado que estas críticas le recuerdan a aquella vez en la que Pat Metheny se lio a soltar declaraciones sobre Kenny G.
Pero a mí me gusta pensar que soy una persona optimista que suele quedarse con lo positivo… Así que, en esta ocasión, decido quedarme con lo tremendo de que André 3000 decidiera promocionar su EP en la alfombra roja de la Met Gala 2025 literalmente con un piano a cuestas, tal y como puede apreciarse en imágenes fardonísimas como esta, esta otra o esta última. Aunque también es probable que acabe quedándome con el mejor titular que ha inspirado “7 Piano Sketches”, que es este y solo este.
También se ha recurrido a muchas fotografías del pasado, especialmente de un pasado nazi que puede ser conjugado tanto en masculino como en femenino. Y, ya más en el presente, han abundado las instantáneas de dictaduras reales o de intentos de dictadura que quedaron en nada.
Lo mejor, eso sí, ha sido cuando las redes han afilado sus colmillos de ironía para servir fotografías de los Minions, de castellers en plena faena, de rebaños de ovejas o de mi favorito absoluto: los coloridos habitantes del circo que todos sabemos que son estas manifestaciones que cada vez parecen generar menos interés. Por mucho que intenten colarnos lo contrario. ∎