Un hombre inquieto.
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Joe Goddard

“Creo que es esencial no perderse en las aspiraciones capitalistas”

Fotos: Alfredo Arias

09.07.2024

Ten por seguro que las credenciales de Joe Goddard son sólidas como una roca. Ha lanzado ocho álbumes con Hot Chip, su proyecto más conocido, dos con The 2 Bears y uno con HARD FEELINGS. Siempre con un pie en la pista de baile y otro en el futuro, también codirige su propio sello, Greco-Roman. Ha elaborado un trabajo tan exquisito como compositor, productor y DJ, y ha colaborado con tan amplia gama de artistas, que no es de extrañar que a lo largo de su carrera haya sido nominado para dos premios Grammy y para el Mercury Prize. El viernes publicará “Harmonics”, tercer disco a su nombre.

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oco antes de desplegar su magia con maniobras electrónicas que van desde el house hasta el pop en la reciente edición del Festival Tomavistas, tuvimos la oportunidad de hablar con Joe Goddard sobre su inminente tercer álbum de estudio en solitario, “Harmonics” (Domino-Music As Usual, 2024), que se publicará el próximo viernes, 12 de julio.

Este nuevo disco, precedido por “Harvest Festival” (Greco-Roman, 2009) y “Electric Lines” (Domino, 2017), es una oda a la compasión y la celebración y ha contado con una diversa gama de colaboradores. Dejando de lado sus “chips picantes” –pero asomando desde la bolsa–, hemos querido ahondar principalmente en las distintas fibras que ha unido para crear su nuevo trabajo.

“Follow You”, vídeo con animación de Studio Sparks y arte de SanQian.

Durante la grabación de este álbum has reflexionado en profundidad sobre el proceso creativo en sí mismo. ¿Cómo afectó esto al disco?

Mi principal enfoque en este disco fue trabajar de manera intuitiva. Después de años de experiencia en el estudio, tanto en solitario como colaborando con otros artistas, he aprendido que a menudo la música pierde su esencia cuando se sobreanaliza o se intenta convertir en algo que no es genuino. Quería evitar este error. Mi objetivo era dejar que mi intuición y mi corazón guiaran cada paso del proceso creativo, desde la composición hasta la mezcla. Este principio fue la piedra angular de todo el proyecto, y creo sinceramente que logré mantenerlo. Aunque esta vez quizá fui más consciente de ello y mantuve firme mi compromiso con la autenticidad y la intuición en cada paso del camino.

Hace 15 años lanzaste “Harvest Festival”. Curiosamente fue un disco totalmente instrumental, en cambio “Harmonics” parece ser lo opuesto. ¿Qué importancia tiene para ti la expresión lírica ahora mismo?

Una pregunta muy interesante. Cuando pienso en mi conexión con la música que me gusta, a menudo encuentro un vínculo emocional con las letras. Hay ciertos artistas, como Paul Simon o Bob Dylan, cuyas letras me fascinan y admiro profundamente. Sin embargo, mi conexión con la música suele residir más en la melodía y la armonía que en el contenido lírico. Para mí, las letras no son la parte más importante de la música. Esta perspectiva quizá explique en parte por qué Hot Chip funciona tan bien como grupo, ya que las letras son extremadamente importantes para Alexis Taylor, con quien escribo en Hot Chip. Él siempre tiene ideas anotadas en su teléfono y está constantemente creando nuevas letras, mientras que yo tiendo a enfocarme más en la melodía y, aunque disfruto cantando, las letras no tienen tanta relevancia para mí como el sonido de la voz de alguien.

¿De ahí también que traigas colaboradores a tu proyecto?

Sí, por eso suelo invitar a colaboradores para que me ayuden con el aspecto lírico de una canción, ya que no es algo que se me dé tan naturalmente. Y esa fue la razón por la que gran parte de “Harvest Festival” era instrumental.

Pero en “Harmonics” cantas con tus propias letras en algunas canciones…

Sí, y estoy muy orgulloso. Cuando logro desarrollar una idea y llevarla a cabo, me siento bastante satisfecho conmigo mismo.


“Hay ciertos artistas, como Paul Simon o Bob Dylan, cuyas letras me fascinan y admiro profundamente. Sin embargo, mi conexión con la música suele residir más en la melodía y la armonía que en el contenido lírico. Para mí, las letras no son la parte más importante de la música”



Este álbum parece una celebración de la colaboración y la diversidad musical, con artistas muy variados. ¿Qué te llevó a tomar esta decisión?

Cuando trabajo en un proyecto musical, especialmente al concebir un álbum, mi objetivo es que sea diverso en términos de estilo y género musical. Si se mueve bajo estos parámetros, esto hace que el trabajo sea bastante satisfactorio. Ocurre lo mismo cuando estoy escuchando música de otras personas; me encanta hacerlo bajo una amplia variedad de géneros. Para el álbum quería hacer lo mismo, invitando a personas que trabajaran en diferentes estilos y de diferentes maneras.

¿Cómo llegaste principalmente a estos colaboradores?

La mayoría de mis colaboradores son, en realidad, amigos en primer lugar, o personas con las que he trabajado en el pasado y con las que he desarrollado luego una amistad. Sentía que cada uno de ellos podría enriquecer las canciones de alguna manera y complementarlas bien, que harían que estas canciones crecieran y alcanzaran su máximo potencial, que tuvieran éxito de alguna manera.

En tu último sencillo, “Moments Die”, comentas que te influyó mucho la lectura de “Y nuestros rostros, mi vida, breve como fotos”, de John Berger. ¿En qué momento decides que esto lo quieres plasmar en una canción?

Este libro trata sobre la mortalidad y la inevitabilidad del paso del tiempo. A medida que envejezco y veo crecer a mis hijos y transformarse, a veces desearía poder detener el tiempo en un momento específico, cuando estamos pasando momentos maravillosos juntos como familia. Quisiera poder disfrutar más tiempo de esa etapa en la que mis hijos aún son pequeños, especialmente ahora que están entrando en la adolescencia. Al final trata de eso, de que no se puede detener el tiempo y de cómo constantemente recordamos nuestra propia mortalidad.

¿Y por qué Barrie para colaborar en “Moments Die”?

Invité a Barrie tras haber trabajado en el remix de la canción “Milk” de Psymon Spine, donde ella canta. Tiene una voz muy delicada y armoniosa, por lo que pensé que encajaría muy bien en “Moments Die”. Escribí la música y mis partes vocales, y luego le envié la canción sin darle instrucciones específicas. Ella añadió sus propias ideas desde Nueva York mientras yo trabajaba en Londres. No tuvimos realmente la oportunidad de trabajar juntos en el estudio, pero nuestras voces se entrelazan de una manera muy armoniosa, y es muy agradable la forma en que están mezcladas con las distintas capas. Estoy muy contento y satisfecho con el resultado.

Ensanchando la senda de Hot Chip.
Ensanchando la senda de Hot Chip.


La mayoría de las voces son de artistas reconocidos, pero hay dos que son más noveles. Empecemos con “Destiny” de Findia. ¿Qué podrías decir de esta colaboración?

Findia es una nueva artista en mi sello Greco-Roman. He estado trabajando con ella en su propio álbum, en nuestro estudio, durante los últimos años. Tiene un gran talento para crear melodías vocales y letras, aunque aún no ha lanzado nada. Es originaria del Reino Unido, del campo, ahora trabaja en Londres y su estilo me recuerda mucho al de Kate Bush. Posee una voz muy inglesa y en sus letras, a menudo, evoca imágenes poéticas y mágicas poco convencionales, de una manera excéntrica que recuerda a la asombrosa Kate Bush. Tenemos una excelente relación de trabajo y estoy muy emocionado porque su música está a punto de ver la luz con nuestro sello. Realmente disfruto escribiendo música con ella. Es una gran compositora, con un talento innato para crear melodías vocales y letras.

¿Y de “When Love’s Out Of Fashion”, con Oranje?

André, que es su nombre real, es un amigo cercano. Nuestras familias están muy unidas y además vivimos en la misma área. Trabaja con niños en su día a día, pero siempre he pensado que es un rapero muy talentoso. Tenía una pieza instrumental y quería incluir algo del mundo del hip hop en el álbum, ya que es una parte fundamental de la música que me gusta. Cuando era adolescente, el hip hop era muy importante para mí y sigue siendo uno de mis géneros favoritos. Creo que hay una melancolía y una atracción emocional en su rap, con letras inteligentes y un sentimiento que me gusta mucho. A él tampoco le di instrucciones específicas sobre el tema de la canción, le dejé elegir el concepto y solo lo ayudé un poco a ejecutarlo.

Hablando de dar instrucciones, en “Mountains” colaboras con Alexis Taylor y Al Doyle, tus compañeros de Hot Chip. ¿Existe alguna diferencia en la dinámica cuando pasas de colaborar en tu proyecto individual a trabajar juntos en un álbum colectivo?

En realidad los enfoques son bastante similares. Alexis vino al estudio en Shoreditch, al este de Londres, que gestiono junto a Al, de Hot Chip y LCD Soundsystem. Pasamos allí la mayor parte de la semana, trabajando con otras personas. Invitamos a Alexis a unirse y el proceso fue muy parecido al de crear una canción de Hot Chip. Ya tenía un poco de música instrumental y el coro escrito, y Alexis rápidamente trazó las letras para estos versos. Terminamos la canción en uno o dos días. Así que, sí, es un proceso bastante similar al de componer con Hot Chip.


“A medida que envejezco y veo crecer a mis hijos y transformarse, a veces desearía poder detener el tiempo en un momento específico, cuando estamos pasando momentos maravillosos juntos como familia. Quisiera poder disfrutar más tiempo de esa etapa en la que mis hijos aún son pequeños”



Y en términos prácticos o incluso espirituales, ¿cómo se diferencia tu experiencia al trabajar con Alexis y Al en un proyecto que es exclusivamente tuyo?

Lo difícil en tu proyecto es que debes tomar muchas decisiones creativas para llevarlo a cabo. Necesitas encontrar cierta confianza en tu idea, en tu visión y en tu intuición y confiar en ti mismo de una manera resolutiva. Con Hot Chip somos cinco en la banda y a veces trabajamos con un productor externo. Así que siempre podemos contar con el apoyo del resto del grupo y compartir la responsabilidad de la toma de decisiones, dándonos mutuamente esa confianza para poder concluirlas en el proyecto.

Y hacerlo solo es diferente, claro…

Tener la motivación y la determinación para completar algo cuando estás trabajando solo es realmente difícil. Es similar a un autor que está escribiendo una novela o a cualquier otro acto creativo que dependa de una sola persona. Esa es la parte más difícil del proceso.

Esta sería otra razón para tener tantos colaboradores…

Sí, por eso a veces traigo cantantes u otros colaboradores para ayudarme, porque necesito apoyo emocional para completar estos proyectos.

¿Y como productor?

Como productor, lo más importante sería apoyar a los artistas y decirles: “Esta es una buena visión, vamos a hacerlo juntos y lo vamos a completar”. Tener a alguien que te impulse es de gran ayuda.

¿Dirías entonces que Fiorious, con quien has colaborado en repetidas ocasiones, incluida “New World (Flow)”, es un artista con ciertos matices que te complementan?

Sí, creo que la voz de Fiorious tiene esa emotividad y energía que son fascinantes. Especialmente me encanta porque la superpone varias veces, casi de manera operística. Esa cualidad me recuerda a los cantantes de la era disco, como Sylvester, que trabajaban de manera épica y emotiva. Es algo que me atrae mucho, ya que busco esa intensidad emocional en las canciones. En la escena disco gay la emoción estaba muy elevada y tenían canciones sobre grandes momentos de la vida de una persona. A diferencia de mi voz, que tiende a ser más suave y tranquila al grabar, disfruto trabajando con cantantes capaces de elevar esa emoción y hacerla más potente. Su voz es lo que destacaría de Raymond “Fiorious” y lo que realmente me atrae de su estilo.

Un hombre de estudio(s).
Un hombre de estudio(s).


Cambiamos de tercio. Tu canal de Instagram personal se ha vuelto muy popular con esos vídeos de consejos. ¿Qué te llevó a comenzar esta serie?

Comencé a hacerlo porque parecía algo necesario en estos tiempos, aunque no es que me entusiasmara especialmente. Parece que a los fans y al público les encanta ver el proceso de creación musical y conocer lo que está sucediendo detrás. Son muy populares y útiles para la gente. Además, mi sello discográfico estaba muy interesado en que empezara a crear este tipo de contenido. Al principio era un poco reacio y nervioso y no sabía si a alguien le gustaría. En un mundo ideal me dedicaría únicamente a hacer música, ya que lo que más disfruto es estar en el estudio, escribiendo y produciendo. Sin embargo, entiendo que es necesario promocionar la música que he creado.

¿Y cómo ha sido esa respuesta?

La respuesta de la gente ha sido muy positiva y realmente encantadora. He recibido muchos mensajes pidiendo más información, consejos y ayuda con diversas cuestiones e incluso sugiriendo vídeos sobre nuevos temas específicos. A mis 44 años, tengo experiencia y un profundo conocimiento con el equipo que he acumulado a lo largo del tiempo y estoy bastante contento de compartir mis pensamientos, consejos o cualquier otra cosa con quienes estén interesados.

Seguirás con ello entonces…

Sí, ahora que he reunido el valor para hacerlo y he comprendido que es algo que a la gente realmente le gusta y le interesa, creo que seguiré haciéndolo. Esta experiencia me ha demostrado que, aunque al principio era reacio, compartir mi proceso y conocimientos puede ser gratificante tanto para mí como para quienes están interesados en el mundo de la música.

¿Qué pieza de todo ese equipo que aparece en los vídeos fue crucial para la ejecución de este disco?

El Yamaha CS-18 que aparece en uno de mis últimos vídeos. Es un elemento que está presente en todo lo que hago. Su sonido me resulta sumamente agradable. Se encuentra en la mayoría de las canciones de mi álbum y, de hecho, en la mayoría de la música que creamos en nuestro estudio para otras personas. Es uno de los primeros equipos que encendemos y tiene un sonido realmente agradable para mí. Se dice que es uno de los sintetizadores más cercanos a un instrumento acústico, como la flauta, el clarinete o el saxofón, y además se siente como un instrumento real, no solo como una pieza de tecnología digital fría. Fue uno de los instrumentos preferidos de Stevie Wonder o Vangelis, quien compuso la banda sonora de “Blade Runner” (Ridley Scott, 1982). Era uno de sus equipos favoritos debido a su expresividad y lo fácil que es enamorarse de su sonido.


“Algunas personas crean arte únicamente con el propósito de obtener beneficios económicos. Sin embargo, en un mundo cada vez más enfocado al capitalismo, considero que el arte debe cumplir una función vital al ofrecer a las personas una forma de expresión que va más allá de los intereses económicos”



A propósito del proceso de grabación en estudio, ¿construiste el álbum en fragmentos de tiempo libre o reservaste un período específico para componer y grabar?

Siempre fue así, un día aquí y otro allá, entre los conciertos con Hot Chip o pinchando como DJ. Me gusta mantener un equilibrio entre estar en casa con mi familia y venir al estudio. Así que no suelo dedicar semanas enteras a hacer un álbum. Pero a medida que el álbum se acercaba a su finalización, pasaba al menos una semana tratando de unir todas las canciones y asegurándome de que funcionaran juntas, que existiera una armonía entre ellas y tuvieran una mezcla similar. Me gusta trabajar en una canción durante unas horas, hacer algunos cambios y después dejarla reposar. Vi un gran documental sobre Gerhard Richter, el pintor expresionista alemán, y hacía lo mismo con sus pinturas. Se acercaba al cuadro y hacía algunas marcas locas, y luego se alejaba durante una semana o dos semanas, volvía y decía: “Esta parte es buena, esta es mala, voy a cambiar esto”.

Sabemos que eres un gran coleccionista de discos. ¿Qué le dirías a alguien que está empezando?

Que explore en todas las tiendas de discos de segunda mano y busque detenidamente. Diría que es la parte más divertida de este pasatiempo. Aunque visitar tiendas actuales con vinilos nuevos es genial, aventurarse en lugares menos comunes es aún más emocionante. Continuamos haciéndolo en Hot Chip, cuando estamos de gira por América u otros lugares. Experimentar el momento épico de encontrar ese disco que has buscado durante años en un pequeño y polvoriento rincón de la tienda, y luego sostenerlo en tus manos, es algo verdaderamente maravilloso.

¿Crees que tu música en particular, o la música en general, debería tener un propósito definido?

A veces el arte puede ser visto como una mercancía en la sociedad actual. Algunas personas crean arte únicamente con el propósito de obtener beneficios económicos, y otras lo compran y venden con ese mismo fin. Sin embargo, en un mundo cada vez más enfocado al capitalismo, considero que el arte debe cumplir una función vital al ofrecer a las personas una forma de expresión que va más allá de los intereses económicos, y que se centre también en el simple disfrute y su apreciación estética. Creo que es esencial no perderse en las aspiraciones capitalistas, ya que la sociedad nos impulsa constantemente a buscar el éxito financiero y la dominación. ∎

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