En el curso del tiempo.
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En portada

Kokoshca

“Somos una generación bisagra”

Fotos: Alfredo Arias

12.11.2024

La juventud no es una cuestión de edad sino un estado mental, algo que Kokoshca deja claro en su nuevo álbum. Han vuelto a colaborar con el productor Raúl Pérez, logrando el que consideran su mejor trabajo hasta la fecha. Siguen puliendo su fórmula de pop-rock, kraut, dub y synthpop, incorporando corrido y cumbia. Conversamos con ellos sobre su visión del paso del tiempo, ese sentimiento de comunidad que emana de Pamplona y su pódcast.

P

ocos grupos tienen la solidez que caracteriza a Kokoshca, con casi dos décadas de carrera. Tras publicar el EP “Nuestro Futuro” (Sonido Muchacho, 2022), regresan con “La juventud” (Sonido Muchacho, 2024). La banda, nacida en Pamplona pero con media formación residiendo en San Sebastián, está integrada por Iñaki López (voz y guitarra), Amaia Tirapu (voz, guitarra y teclados), Álex López (batería) e Íñigo Andión (bajo). Charlamos con los tres primeros en las oficinas del sello Sonido Muchacho en Madrid sobre su generación y sobre sus nuevas canciones. No lo tenían nada fácil tras un séptimo disco lleno de hits, “KOKOSHCA” (Sonido Muchacho, 2021), y otros álbumes memorables, pero ellos están muy contentos.

Este lanzamiento llega acompañado por un pódcast con el mismo nombre que su nuevo álbum. Por él han pasado figuras como El Drogas, Isa de Triángulo de Amor Bizarro y Anna Pacheco. Unas horas después de la entrevista, se marchaban a la sala Maravillas a grabar en directo la cuarta entrega del programa junto a Joe Crepúsculo, Ariadna de Los Punsetes, Diego Ibáñez de Carolina Durante y Rocío Saiz. Kokoshca actuarán este mes de noviembre en San Sebastián (15) y Santander (23). En diciembre se presentarán en Valencia (26). Y en enero de 2025 en Madrid (18) y Granada (31). Concluirán su gira en febrero en Sevilla (1), Zaragoza (14) y Barcelona (15).

“Lo que hay en mí“, canción del álbum de “La juventud”.

Decís que “La juventud” es vuestro mejor álbum. ¿En qué momento tuvisteis esta corazonada?

Amaia: El miedo ante un disco nuevo siempre está presente. Conforme tienes más discos y canciones, sientes más miedo de haber hecho ya lo mejor en el pasado. Con el disco anterior, que todos decían que estaba lleno de hits, la autoexigencia era mayor. Pero hubo un momento, al acabar de grabarlo, en el que nos dimos cuenta de que era así y nos lo creímos.

Álex: Fuimos a Sevilla contentos con lo que traíamos, pero no fue hasta que llegamos y Raúl nos dijo: “Esto es lo mejor”. Ahí nos dio un empujón de seguridad. Luego empezamos a moverlo y resultó que también. Si al otro lado hubieran torcido el morro, hubiéramos empezado a dudar. Esa autoconfianza siempre necesita del refrendo de los demás.

En “KOKOSHCA” hicisteis un homenaje al alpinista Iñaki Ochoa de Olza con “Asia”, y en “La juventud” se incluye como tema de apertura “Tienes que saber de esto”, con fragmentos de Pepe Mujica hablando sobre el valor de la vida. ¿Pensáis que hay que vivir así, de manera auténtica?

Iñaki: La verdad es que sí, o nos seduce esa manera de verla. En el caso de Mujica tiene más que ver con el mensaje que con la persona, porque habla de la juventud. En el anterior, tanto el mensaje como la persona eran importantes.

Amaia: En Kokoshca siempre hay una autoafirmación de vivir como te da la gana y seguir tu propio camino. La gente que tiene esa forma de pensar y vivir nos atrae. Nos sentimos identificados, como diciendo “no pasa nada por salirse del camino y seguir el tuyo”.

Iñaki: Robe de Extremoduro decía “Dejarme de hablar, no me hagáis reír. La gente normal se podría morir”. Los caminos más sinuosos son más seductores, tanto en el arte como en la vida.

Álex: Escuché a Juan José Millás decir que no hay nada más terrorífico que una persona normal. Los peores monstruos salen de ahí.

Amaia: También es cierto que todos creemos que somos especiales, aunque en el fondo seamos más normales de lo que pensamos.

El tema del amor y el desamor también está muy presente en vuestras canciones, como en “Huella de ti”. ¿Cuánto de experiencias reales hay en ellas?

Amaia: A mí es uno de los temas que más me inspira a la hora de componer.

Iñaki: También creamos personajes. Pero sí, nos afecta y nos mueve.

Álex: Ahora hay un toque de alegría. Con el tiempo, hay una sensación de serenidad respecto a los desamores. Al final de “Huella de ti”, se dice: “No paro de preguntarle a todos tus amigos si tú, alguna vez, preguntas por mí”. Pasarlo un poco mal no está tan mal.


“En Kokoshca siempre hay una autoafirmación de vivir como te da la gana y seguir tu propio camino. La gente que tiene esa forma de pensar y vivir nos atrae. Nos sentimos identificados, como diciendo ‘no pasa nada por salirse del camino y seguir el tuyo’”

Amaia Tirapu



En “Parkour” y “Barrio” habláis del tema de la ciudad, del turismo, del barrio, de la nostalgia y de la gentrificación. ¿Cómo vivís estos cambios?

Amaia: Iñaki ahora vive en San Sebastián, aunque ha vivido toda la vida en Pamplona, y Álex es de Donosti. Ensayamos en Donosti, así que pasamos mucho tiempo allí, y esa ciudad está vendida al turismo. Se está convirtiendo en un PortAventura para turistas, y ya no se puede disfrutar de la ciudad. Todo se convierte en un lugar para que vengan a comer helados, a copar los paseos, las playas, los bares. En Pamplona lo ves en San Fermín, que se vende a lo que sea durante esos nueve días. Todo el mundo gana dinero, pero luego es una ciudad de provincias donde hay turismo, pero poco. Se puede vivir, se puede disfrutar y es una ciudad para los pamploneses.

“El verano” es una canción más nostálgica, atmosférica e incluso narrativa. ¿Es una historia basada en un amor real de verano?

Iñaki: Es una historia creada, una mezcla de vivencias e imaginación, sin ser algo específico. Pretendíamos que este disco no fuera nostálgico, pero esta canción sí lo es. Al final hay un minuto sin voces, solo con samples de niños, incluida la voz de Amaia a los 6 años. Yo también aparezco con 10 años diciendo “quita esta bazofia”. Hace un recorrido sonoro desde una imaginación veraniega, hasta que casi coge una bici, luego una moto, conoce a una chica. Es un rollo muy sutil para quien quiera verlo.

Amaia: Pero sí, habla un poco sobre un amor de verano.

El último tema que quiero destacar es “Sácame a bailar”. ¿Echáis de menos salir a darlo todo en la pista?

Amaia: Bueno, en realidad lo seguimos haciendo, sobre todo en Donosti, en un lugar genial llamado Dabadaba, donde Álex es socio. Es el mejor sitio para bailar hasta que amanece. Aunque no lo hacemos todos los fines de semana, sigue siendo un ritual: salir tarde, bailar, las conversaciones, las risas... y ver cómo amanece tiene algo mágico.

¿Y quién es el que mejor baila?

Iñaki: Amaia es la que mejor baila sin duda, y yo soy el que mejor baila de ellos.

El disco se llama “La juventud” y el pódcast igual. ¿Cómo veis el arte de envejecer?

Iñaki: Justamente el disco termina diciendo “no temo a envejecer”. Está un poco velado y con vocoder, hecho adrede con Raúl para que lo descubras.

Amaia: La frase exacta es: “Veo mis sueños arder, se esfuma mi juventud y no temo a envejecer, temo que no estés tú”. Ese es el mantra final de la canción.

Entonces no hay miedo…

Iñaki: Yo no. Lo acepto con estoicismo y veo belleza en la vejez, porque es una manera diferente de ver la vida y las relaciones.

Amaia: Personalmente, tengo miedo de que la gente que quiero se vaya muriendo.

Álex: A mí me estresa la aceleración del tiempo. He visto los últimos diez o quince años pasar tan rápido que casi puedo proyectar tener sesenta ya. No me siento cómodo con la idea del paso del tiempo, más que con envejecer en sí.

Álex López, Iñaki López y Amaia Tirapu
Álex López, Iñaki López y Amaia Tirapu


Ya que ha salido Raúl Pérez, ¿el haber trabajado con él antes facilitó la grabación o esa confianza lo hizo más complicado?

Iñaki: Al contrario, íbamos con ideas preconcebidas, pero gracias a Raúl logramos darle unidad y dirección al disco, lo que nos transmitió mucha seguridad.

Amaia: Los Beatles tenían a George Martin, y a veces pienso que nosotros hemos encontrado a Raúl. Desde el principio ha aportado mucho, tanto a nivel personal como profesional.

Álex: Hasta ahora ha sacado lo mejor de nosotros. Adaptamos nuestros ritmos de composición y grabación a su agenda, que está bastante saturada. Está “gentrificado”, pero es donde más cómodos podemos estar (risas).

¿Influye lo que estáis escuchando ahora en vuestro estilo, con ese corrido mexicano o la cumbia que habéis incluido?

Amaia: No hay complejos, pero en los últimos años he empezado a escuchar corridos nuevos y quería hacer cosas así.

Álex: En nuestros discos siempre ha habido más variedad de la que se esperaría. Ya habíamos hecho boleros y hay influencias de pop o krautrock en los últimos tres o cuatro discos. Primal Scream siempre está ahí. Hay una base que sostiene todo, pero también añadimos cosas nuevas.

Iñaki: “El verano” podría sonar como Los Planetas o La Buena Vida, pero la producción está más en la línea del último disco de Panda Bear & Sonic Boom. La línea de bajo de “Lo que nos pasa siempre” está influenciada por The Sabres Of Paradise y su canción “Wilmot”, que descubrimos en un recopilatorio de Rockdelux.

No hay colaboraciones en este disco. Bueno, está Betacam.

Iñaki: No, no hay ninguna. Betacam es para nosotros como Warren Ellis para Nick Cave.

Y la portada es bastante diferente a la de “KOKOSHCA”.

Amaia: La foto la hizo Rubén Almonacid, junto a los visualizers. Siempre es una lucha entre los cuatro sobre qué poner en la portada. Yo tenía claro que quería una foto y todo fue idea mía, incluso la ropa. ¡Tuve que lucharlo!

Álex: Yo quería una portada como el álbum de Mad Professor y Massive Attack, pero al final el concepto era representar la juventud y Pamplona. La foto se hizo en el Nuevo Casino, encima del Café Iruña, en la plaza del Castillo.

Iñaki: Es un lugar bastante pijo, donde tienes que ser socio. Ahí está el juez Peinado. Es un salón del siglo XIX donde la gente mayor va a jugar a las cartas y nos pareció estéticamente bonito y un poco extraño.

Amaia: Aunque casi no tenemos foto porque, de repente, hicimos clic y comenzaron a gritar “¡Aquí no se pueden hacer fotos!”. La estética es similar a la de “Fallen Leaves”, la última película de Kaurismäki, donde los personajes, aunque no son jóvenes, tienen vidas e historias interesantes. También hay influencia de Hopper en los colores.

Álex: Es la anulación del espacio-tiempo. Ni juventud ni senectud.

¿Y qué me decís del pódcast “La juventud”? ¿Lleváis tiempo queriendo hacerlo?

Iñaki: ¿Quieres la verdad? Yo ya tuve dos, empecé en 2010. Uno era un programa imitando a Juan de Pablos y el otro un magazine. Siempre nos ha gustado eso. Álex estudió comunicación y yo también. La realidad es que el sello nos dijo ¿Os parece hacer esto para promoción?”. Y la respuesta fue que sí, sabiendo cómo somos.

Álex: Hay un sindiós en la industria musical, sobre todo en las formas de comunicar y competir. Hablando con Sonido Muchacho vimos que este era un terreno en el que estábamos cómodos.

Iñaki: Más allá del marketing, es una manera de dar voz a gente que nos parece genial y que forma parte de nuestra visión y mensaje.

Álex: Ya que vamos a hacer algo, que quede potente. No sé cuánta gente lo ha escuchado, pero las tres charlas me han molado mucho. Con Anna Pacheco, por ejemplo, me fui a casa pensando en un montón de cosas. Tenemos un montón de amigos talentosos y por ahí seguiremos. Pero no sé... Sin ritmos.


“‘El verano’ podría sonar como Los Planetas o La Buena Vida, pero la producción está más en la línea del último disco de Panda Bear & Sonic Boom. La línea de bajo de ‘Lo que nos pasa siempre’ está influenciada por The Sabres Of Paradise y su canción ‘Wilmot’, que descubrimos en un recopilatorio de Rockdelux”

Iñaki López



Lo habéis grabado en DLC Kultur. ¿En qué consiste esta asociación, por si alguien más que nos lee se anima?

Amaia: Es una asociación que alquiló un local y ha montado una radio. Te haces socio. Hay una gran variedad de programas y es un espacio autogestionado con gente muy amable. Nosotros propusimos hacer el nuestro allí y empezamos con El Drogas.

Iñaki: DLC de “Dios los cría”. Parece Nueva York o Berlín. Antes era una mercería y ahora da cabida a diversos estilos, desde electrónica hasta rap y rock’n’roll.

Álex: Puedes ver a las personas sentadas en el suelo, tomando una cerveza y disfrutando de la música que sus amigos pinchan porque está abierto a la calle. Es un espacio de encuentro y comunidad.

Amaia: Yo tengo un programa con un colega, Elías, donde hablamos de los mejores lugares para comer cuando estás de gira.

Hablando de comunidad, en Pamplona antes estaban Los Ginkas, Karatekas, Half Foot Outside, Tremenda Trementina, Panty Pantera, Los Jambos y ahora hay una nueva generación con Tatxers, Borla, Melenas. ¿Sigue existiendo ese sentimiento de comunidad?

Iñaki: Es un tema que hemos discutido, especialmente hoy. Desde mi perspectiva, la precariedad en Pamplona, sobre todo en infraestructuras y salas de conciertos, podría generar un ambiente menos propicio para que surjan más bandas. Aquí hay un rollo más punk, relacionado con espacios como el Max's Kansas City o el CBGB’s.

Amaia: En Pamplona hay un montón de grupos. Los chavales se juntan para tocar rock urbano, heavy y ahora pop. En Donosti no hay tanto. La gente va a conciertos, pero no hace música. ¿Tiene que ver que haya existido Barricada? No lo sé, porque en Donosti también estaban Duncan Dhu.

Álex: Las fronteras en Pamplona entre audiencia y artista están diluidas. Esto hace que casi cualquiera del público tenga un grupo. Ha pasado en nuestra generación y en la anterior. Has nombrado mil grupos que son amigos y comparten locales. El otro día estuve en unas fiestas organizadas por Tatxers, Borla y Melenas, y vi a una generación diez o doce años más joven que nosotros. Era la misma energía que he conocido en los últimos quince años, de mezcla y euforia por tu colega que está tocando. Yo gestiono el Dabadaba, que es más estructurado. Ahí viene un grupo a tocar, la gente lo ve y pocas veces se rompe esa frontera.

Amaia: Los Sanfermines crean un carácter en la población. Esos nueve días de fiesta son para todos, tengas 10, 15 o 70 años; todo el mundo está ahí.

Álex: Recuerdo cuando llegaban a Pamplona Zebra Hunt desde Seattle y pensabas que eso era el centro del mundo. Hay una energía comunitaria que puede cautivar a alguien no acostumbrado a ella. Tal vez estoy menos acostumbrado, y por eso lo idealizo.

Iñaki: Si te vas hacia atrás, puedes llegar a los ochenta con Los Bichos o antes con Los Iruña’ko. La generación de Roberto C. Mayer y Germán Carrascosa hablaba de los New York Dolls, Serge Gainsbourg, los Stooges o del rock australiano. Un DJ que ha escuchado eso pone Make-Up en un bar y de repente yo o un chaval escuchamos a Make-Up. Nos preguntamos “¿Cómo ha decidido versionarla?, pero es algo muy orgánico (Kokoshca incluyeron “Yo nací”, una versión de “Born On The Floor”, de Make-Up, en su álbum “Algo real”, publicado en 2016). No creo que sea nada extraordinario, creo que esto sucede en otras ciudades donde hay comunidad.

Contra el peso de la edad.
Contra el peso de la edad.


Algunas salas programadas en vuestra próxima gira son emblemáticas. ¿Abordáis estos conciertos de forma diferente a los festivales?

Iñaki: Sí, hay más contacto con el público en las salas. Hay mayor responsabilidad con el sonido y el guion. Son conciertos más largos y con más interacción. Sustentan el ecosistema. En los festivales se busca que suene bien, pero no es lo mismo.

Amaia: En una sala, la gente ha pagado para verte. En un festival igual eres el grupo que menos les importa. Puede haber fans, pero también quienes no lo son.

Iñaki: Se plantean de manera distinta. Hay un guion en ambos, pero más responsabilidad en las salas.

Con otros grupos como Los Punsetes o Triángulo de Amor Bizarro creáis comunidad y dejáis también un legado, ¿no?

Amaia: Por ejemplo, con Triángulo, a menudo nos sentimos identificados en maneras de pensar, de estar en la música, de lo que es estar en un grupo. Con Los Punsetes hemos compartido más cosas, aunque en los últimos años nos hemos visto menos. Nos sentimos como los últimos supervivientes de una época.

Álex: Sí, tengo toda una teoría sobre esto. Somos grupos en una era valle, entre dos picos. El origen fue entre 2008 y 2010. El primer pico previo son Los Planetas; luego todo cae, aunque hay algo de indie mainstream, pero eso no iba con nosotros. Está la era valle donde todo se vuelve muy underground, y luego hay un nuevo pico en 2017, con Carolina Durante conectando con un público natural. En ese momento nuestro público, de nuestra edad y conexión generacional, era reducido.

Amaia: Y aparte hay otro cambio: la era pre-Spotify y luego Spotify. Hemos nacido antes de que existiera Spotify.

Álex: También el desarrollo de las redes sociales como herramienta de comunicación viral influye en cómo llegas a tu público y cómo conectas.

Iñaki: Somos una generación bisagra.

Álex: Algunos ya no están, pero otros, como los que has nombrado, así como Joe Crepúsculo o Mujeres, seguimos sobreviviendo. ∎

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