El concierto fue, por todo lo que lo envolvía, casi un festival fuera de temporada que alojó el Palacio Victoria Eugenia de Barcelona. Allí se reunieron más de mil privilegiados miembros del Club IQOS Música para celebrar la llegada de la edición limitada de IQOS diseñada por el propio Steve Aoki. Aunque la velada fue mucho más que Aoki, fue el afamado DJ y productor internacional el encargado de agitar la pista hasta bien entrada la noche, con uno de sus apabullantes shows-espectáculo, donde no faltaron el confeti, el humo y sus hits, que conectan siempre con el momento y lugar.
En el set no podía faltar su última colaboración con David Guetta, “My Life”, ni tampoco mashups intergeneracionales que iban de la actualidad más radiante, con el tema “Debí tirar más fotos” de Bad Bunny, a himnos atemporales como “I Just Can’t Get Enough”, “Sweet Caroline” o “La gasolina”. Pero fueron sus habituales giros de guión con guiños a lo local y lo latino mainstream, como “La gata bajo la lluvia” de Rocío Dúrcal, esa oda al desamor y al sexo que ha traspasado fronteras y edades y que el DJ ha hecho suya, o el hit de Elvis Crespo “Suavemente”, lo que desató la locura entre el personal.
Y aunque el showman de Miami fue la estrella indiscutible, la cita estuvo cargada de sorpresas e instalaciones para jugar, divertirse e incluso hacer tu propia música antes de la aparición de Aoki. Vídeos, bailarinas y diversos DJs haciendo el warm up fueron animando a un entregado público.
Cuando todo el mundo estaba on fire, se desveló “La canción con más Game Changers del mundo”, una versión colaborativa de la IQOS Track creada a través de la participación de sus usuarios y apadrinada por Ed Is Dead, y que podría sonar en los momentos más 4x4 de cualquier sesión de Aoki.
El DJ solo pasó 24 aprovechadísimas horas en Barcelona, dejando su haz de purpurina y fiesta tras de sí, y mil sonrisas entre los afortunados asistentes de la palaciega fiesta, que seguro salieron cantando para sus adentros con una sonrisa “ya lo ves, la vida es así / tú te vas, y yo me quedo aquí”… Como la Durcal, de lo local a lo global, todos los caminos conducen a Barcelona. O a Miami. ∎