Libro

Abdelá Taia

El Bastión de las LágrimasCabaret Voltaire, 2025

Fue uno de los primeros intelectuales marroquíes en abordar su homosexualidad. Una condición que siempre aparece en sus novelas, de una o de otra forma. También perfila siempre la familia como algo nuclear. Escribe decidido, con vehemencia y con finura; elabora y argumenta con riqueza y precisión; viste con elegancia y credibilidad sus personajes, y muestra otras sensibilidades: singulares, únicas y genuinas.

La escritura del marroquí Abdelá Taia (Salé, 1973) es como un puñetazo de realidad de las dificultades que encuentra el colectivo LGTBIQ+ en Marruecos, maltratados, señalados y humillados. En un mundo en el que los “sensibles” parecen carne de presa, tiro fácil de explotación, dominación, sumisión y vejación. No es de extrañar que en sus novelas siempre gravite la figura del hermano menor en la familia (él lo es), pero también la condición del diferente, del hombre que vive y habita los márgenes.

Con “El Bastión de las Lágrimas” (“Le Bastion des Larmes”, 2024; Cabaret Voltaire, 2025; traducción de Lydia Vázquez Jiménez), la séptima traducida al español, Taia ha recibido el Premio Décembre 2024 y el Premio de la Lengua Francesa 2024. En esta novela vuelve a escarbar en una familia marroquí pobre y también en las relaciones que nos marcan. Aparecen muchos paralelismos autobiográficos, sin convertirse en un relato de autoficción. En sus novelas casi siempre sobresale la fortaleza de las madres, de las hermanas, la manera de desenvolverse, de sacar adelante a la familia. Pero también queda de manifiesto la exclusión de los hombres con otras sensibilidades, en una sociedad ultramachista, despiadada y homófoba.

Taia siempre encuentra la trama en el filo de la vida. Se introduce en esas diferencias sociales, en los estamentos y en los poderes, en lo intocable del poder. También subraya los quiebros de la vida. Entremedias aparece la religión como tótem, también los juramentos y las determinaciones. Sus personajes son, en general, gente normal, humilde, de la clase trabajadora. Aunque su tensión argumental, el conflicto, transita entre la normalidad de las clases populares y las castas, donde aparece el personaje que oculta su verdadera identidad y finge ser otro. Pero en sus novelas también impera el poder de las imágenes, de las promesas, de las marcas vitales, de los amores que dejan huella.

“El Bastión de las Lágrimas” hace referencia a las antiguas murallas de Salé, pero desvela también una promesa a un antiguo amor. En sus páginas se entrevé el impulso por el cambio, la querencia por trastocar el orden de las cosas. Sus novelas son puro testimonio contemporáneo, reflejan una cultura, con sus tradiciones, sus costumbres y todos sus lastres. En esta obra nos desvela el amor en múltiples formas, y cómo la familia constituye y sacrifica. También fluye el pulso de salirse de lo tradicional, de arriesgarse a vivir como uno quiere. Literatura siempre vibrante e imponente. Bravo (siempre) por Taia, por su valentía a la hora de exponer(se) y su manera única de contar. ∎

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