Si sales de caza por la tupida jungla de eso que llamamos “novela negra”, siempre hay que estar ojo avizor para que no te den gato por liebre. Así que si aceptan recomendaciones, apunten este nombre: Alan Parks.
El escritor escocés trabajó como director creativo en la industria discográfica (en London y Warner Records) antes de debutar en 2017 con “Enero sangriento” (Tusquets, 2020), toda una revelación y primera entrega de la serie del detective Harry McCoy, ambientada en el Glasglow de los años setenta.
McCoy, por supuesto, no es policía que se atenga a las reglas ortodoxas del departamento: no le hace asco a las drogas, por ejemplo, y su mejor amigo, Stevie Cooper, es uno de los muchos activistas de los bajos fondos de la ciudad. Ambos comparten un pasado cargado de violencia, orfanatos y pobreza, un vínculo que McCoy utiliza, cuando es necesario, en sus nada convencionales investigaciones.
En “Hijos de febrero” (“February’s Son”, 2019; Tusquets, 2021) seguimos en el año 1973, en un Glasgow roñoso y eternamente lluvioso, pero la delincuencia (alta y baja) no descansa: en la decimocuarta planta de un edificio en obras aparece asesinado y salvajemente mutilado un joven de la ciudad, promesa del Celtic. Es el inicio de otra inmersión de McCoy en una trama de violencia extrema que lo lleva de los barrios más depravados a las mansiones y clubes más opulentos de la ciudad escocesa, mientras la guerra por el control del negocio de las drogas llega a límites antes desconocidos (ah, la heroína...). Todo mientras vuelven sombras de su traumático pasado que lo obligarán a tomar decisivas decisiones morales.
La escritura de Parks no se anda con rodeos y su retrato de Glasglow es tan decadente (y a la vez poético) como las fotografías de Raymond Depardon que ilustran las cubiertas de sus ediciones españolas. Decadente, poético y sin piedad: su prosa se abre a machetazos, no acepta prisioneros y hace equilibrios constantes entre los límites que marca la ley y el desahogo emocional de unos personajes que necesitan encontrar luz entre la podredumbre pasada y presente.
Alan Parks: realismo mugriento de alto voltaje, padre de un personaje ya ineludible en el canon noir. La entrega correspondiente a marzo ya está disponible en inglés y la de abril llegará a finales del próximo marzo. Que no tarden en salir de la niebla del Brexit. ∎