Libro

Bernard Minier

OlvidadasSalamandra Black, 2025

Desde su primera novela, “Bajo el hielo” (2011), protagonizada por Martin Servaz, el autor francés ha mantenido un éxito sostenido que le ha permitido sumar miles y miles de lectores, ya que su obra ha sido traducida a numerosos idiomas. Haciéndose servir de su creación estrella, Bernard Minier (Béziers, 1960) ha explicado cómo es su país, su realidad y sus carencias sociopolíticas, desde una mirada desacomplejada al tiempo que incisiva. La mirada crítica y la elocuencia de Servaz, un agente de la ley al que el poder al que sirve no duda en degradarlo, es su instrumento de denuncia. El policía galo ha llegado de nuevo a las librerías francesas este año con “H”, la novena entrega de Martin Servaz.

Pero Minier también dio a conocer una nueva creación, Lucía Guerrero, en “Lucía” (2022). “Olvidadas” (“Les effacées”, 2024; Salamandra Black, 2025; traducción de Dolors Gallart) es el segundo volumen centrado en la teniente de la Policía Judicial, adscrita a un cuerpo de élite como es la Unidad Central Operativa. Los escenarios preferentes del título anterior fueron Salamanca, distintos puntos del Alto Aragón y Segovia. En esta ocasión, la acción transcurre entre Madrid y Cuenca. Pero es en Galicia donde Guerrero está inmersa en una investigación junto al sargento Arias para perseguir a un asesino que secuestra y ejecuta mujeres que madrugan para ir a trabajar (mientras sus vecinos todavía duermen). Las víctimas son sometidas antes a un breve y aterrador cautiverio. Son mujeres invisibles, las olvidadas del título. La intensa lluvia y el frío riguroso también son protagonistas.

Al mismo tiempo, otro hecho intrigante tiene lugar en Madrid. Aparece un cuerpo de mujer mutilado, que se acompaña con un mensaje inquietante: “Matemos a los ricos”. Dos crímenes. Dos mundos. Dos hechos entrelazados por escalofriantes torrentes de sangre, cosa que obliga a la teniente a abandonar la búsqueda, que queda a cargo de Arias, su segundo, y regresar a Madrid. El ministro del Interior reclama su presencia.

Si en “Lucía” el arte clásico era un motor del relato, en “Olvidadas” es el arte contemporáneo el que sirve de experimento, una suerte de rompecabezas maligno, en manos de una mente complicada, un germen de justiciero que gana adeptos en la internet oscura y que se motiva desde el resentimiento. El autor establece sin medias tintas las reglas de esta dicotomía delictiva. Como tantas otras sociedades divididas entre la riqueza y la pobreza, las altas esferas del poder de este país dan prioridad a los poderosos, a partir del intervencionismo político. El carácter de Guerrero se revoluciona y cuestiona al ministro. El sentido humanista de Bernard Minier se hace evidente.

La policía solo cuenta con un pequeño equipo, en el que destaca un joven informático que sabe descodificar el lenguaje de la calle, traspasado al ámbito digital. Además, la teniente dispone de su clarividencia y la coraza de ser una deslenguada... Se muestra resiliente y ágil ante la hostilidad envolvente, atizada por el sensacionalismo de unos medios detestables. Con todo, sabe que no la dejarán volver a Galicia. El futuro profesional de la joven y curtida e intuitiva investigadora pasa por resolver por qué mueren los ricos. Se acumulan los cadáveres en escenarios cada vez más “artísticos”.

En todo momento, el autor de “El valle” (2020), referencia del polar –así es llamada la novela negra en Francia–, preserva su universo literario. La atmósfera es oscura y sofocante y, como el uso de la violencia, resulta muy visual, casi cinematográfica. A pesar de las virtudes de la narrativa limpia, acerada, atenta a los detalles y al desarrollo de los personajes, características habituales de Minier, existe una sensación de déjà vu, por algunos giros y los lugares comunes por los que transita la narración; además, el escritor se apremia en resolver los casos, abreviando el proceso de indagación, que es uno de los puntos fuertes del libro.

Un indicio, una conjetura, una pista, etc. Lucía Guerrero se reconcome frente a su propia vulnerabilidad. A pesar de todo, no cede. Corre, corre y corre… Los decesos deben parar. Aun así, para el sistema, la teniente también es una olvidada. Un simple peón necesario. ∎

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