Bora Chung

Terror asiático. Terror del bueno. Terror que a veces entendemos a medias pero que acojona igualmente. ¿Recuerdas la película “The Ring”? La japonesa, la original. Qué mal rollo daba la chica saliendo del pozo, con ese pelo largo y negro. Aunque la historia estuviera repleta de simbolismos orientales que se nos escapan a este lado del mundo, nos hizo sentir el miedo muy cerca. Con los relatos de la escritora surcoreana Bora Chung (Seúl, 1976) pasa algo parecido, en el sentido de que contiene referencias que seguramente se entenderán mejor en su país de origen pero que son igualmente capaces de impactar, y de qué modo, en el lector occidental.

Esta colección de diez relatos de terror y ciencia ficción está deparando grandes alegrías a su autora. Chung es traductora de polaco y ruso y se formó en Yale, y hasta hace cosa de un año su obra no había traspasado las fronteras de Corea del Sur. Pero la traducción al inglés de este tomo, aparecido en su país en 2017, le supuso llegar a ser finalista del International Booker Prize en 2022. Semejante logro le ha facilitado el camino para llegar a un número de lectores mucho mayor, además de brindarle la posibilidad de que el libro sea traducido a otros idiomas, entre ellos el castellano. Es por esto que aquí tenemos la edición traducida del coreano por Álvaro Trigo Maldonado.

Aunque los diez relatos se muevan entre el terror, la fantasía y la ciencia ficción, la coreana logra insertar en un segundo plano ideas muy potentes sobre el papel de la mujer en la sociedad actual, la maternidad o el deterioro físico femenino. Sus personajes sufren toda clase de infortunios, da igual su edad o sexo para que sean maltratados. Chung es cruel e implacable, no muestra piedad con ellos. No hay finales felices ni moralejas.

Hay quien ha querido compararla con Ursula K. Le Guin o Ted Chiang, pero yo no iría aún tan lejos. Para llegar a la maestría de Le Guin hacen falta varios libros como este, y alcanzar la complejidad inteligente de Chiang no es cualquier cosa. Sin embargo, Bora Chung es más siniestra, su acercamiento a la maldad es hipnótico. “Conejo maldito” logra, en sus poco más de doscientas páginas, que nos sumerjamos totalmente en su particular universo de tinieblas y oscuridad, pasando cada página con los ojos bien abiertos. Es un viaje alucinante al fondo de la mente de una autora fascinante con mucho que aportar a la literatura del horror, y supone uno de los descubrimientos literarios más estimulantes de la temporada. ∎