Cómic

Carlos Spottorno y Guillermo Abril

La fallaAstiberri, 2022

La pareja creativa formada por el fotógrafo Carlos Spottorno (Budapest, 1971) y el periodista Guillermo Abril (Madrid, 1981) regresa a las librerías con su segundo trabajo de cierta extensión tras “La grieta” (2016), un libro atípico y de difícil clasificación que, sin embargo, obtuvo una buena recepción de la crítica y que la redacción de Rockdelux escogió como mejor cómic del año. Con su inteligente combinación de fotografía y lenguaje visual narrativo, los autores lograron abrir un camino para el cómic periodístico que hasta ahora no han seguido muchos. Por eso resulta especialmente interesante que sean ellos quienes continúen profundizando en esta línea con su nueva obra, “La falla”, un reportaje que tiene varios puntos en común con el anterior pero también varias diferencias.

El tema central sigue siendo el de las fronteras europeas y cómo a través de ellas se construyen las identidades nacionales, siempre desde una perspectiva abiertamente europeísta, integradora y crítica con los nacionalismos. Pero si en la “La grieta” los autores viajaban a las fronteras exteriores de la Unión Europea, en esta ocasión visitan su corazón, o uno de ellos: la frontera entre Italia y Austria en el Tirol. Se trata de una región de parajes fastuosos, marcada por la violencia y el enfrentamiento, que sirve a los autores como punto de partida para, según señala Elena Masarah en su prólogo, acercarse al relato histórico. Porque si su anterior libro era un reportaje urgente e inmediato que sobre todo buscaba la denuncia de la vergonzosa situación de los refugiados, “La falla” –sin abandonar el tono de un reportaje– parece acercarse más al ensayo gráfico, con un espíritu más reflexivo que expande el tema hacia direcciones insospechadas: nos moveremos entre el tiempo presente, el tiempo histórico e incluso el tiempo geológico.

https://assets.primaverasound.com/psweb/0965ywxg4obcre7f19op_1646219402745.jpg

La mayor virtud del discurso de Spottorno y Abril es que asume la potencia visual de las fotografías del primero –en “La falla” hay algunas páginas bellísimas–, mientras que el texto del segundo se presenta como una herramienta quirúrgica, que dirige nuestra mirada y apunta a ciertos significados pero sin cercenar la capacidad evocadora de las fotografías y el juego de interpretaciones múltiples que puede invocar en nosotros la polisemia de las imágenes. Es, como los mejores ensayos, una invitación a la reflexión y un desafio a nuestros prejuicios.

Susan Sontag nos advirtió en “Sobre la fotografía” (1977) que esta no está libre de los imperativos del gusto y la conciencia. Y que es, al igual que el dibujo o la pintura, una interpretación del mundo. Quizá por eso la fotografía y el cómic encajan mejor de lo que muchos piensan. Trabajos como “La falla” permiten, además, salvar el principal escollo que muchos críticos del siglo XIX vieron en la fotografía como captura objetiva de la realidad: ¿cómo podría mostrar la realidad tal cual es, si esta es dinámica, y la imagen fotográfica produce, por el contrario, puro estatismo, un momento congelado para siempre mientras el mundo sigue girando? La solución, a través de la secuencia. Así es como Abril y Spottorno pueden capturar la naturaleza fluida de la historia de la humanidad, girando siempre alrededor del eje de la frontera en el Tirol. Una historia de violencia, pero también de esperanza, traza una línea invisible que une al “primer europeo” –Ötzi, muerto “por una herida de flecha en la espalda” hace 5300 años– con las “nuevas europeas”, las gemelas Serin y Yasmine, de origen inmigrante. El futuro y la esperanza de Europa, que pasa por superar las diferencias y abrazar los valores universales que nos unen. ∎

Etiquetas
Compartir

Contenidos relacionados