Libro

Cookie Mueller

Caminar por aguas cristalinas en una piscina pintada de negrolos tres editores, 2024

La vida de Dorothy Karen Mueller (1940-1989), Cookie Mueller para el arte, fue breve pero intensa y atravesó como un huracán algunos de los momentos definitorios del underground norteamericano de los sesenta, setenta y ochenta.

Nacida en Baltimore, Cookie se vio pronto enrolada en la banda de John Waters y, tras una rocambolesca estancia en la California de la explosión hippy, acabó en el reparto de clásicos de culto como “Mondo Trasho” (1969), “Multiple Maniacs” (1970), “Pink Flamingos” (1972), “Cosa de hembras” (1974) y “Vivir desesperadamente” (1977), filmes que cimentaron la reputación de Waters como el verdadero King Of Trash.

Inmortalizada por Nan Goldin en algunas de sus fotografías más icónicas, Mueller también se sintió atraída por la escritura y firmó alguna novela y numerosos relatos, además de ejercer el periodismo con columnas fijas en el ‘East Village Eye’ y la crítica de arte en ‘Details’.

La edición original de “Caminar por aguas cristalinas en una piscina pintada de negro” se publicó en 1990, se amplió en 2022 y ahora aparece en castellano en una versión definitiva –traducción de Rodrigo Olavarría– con el añadido de algún texto inédito descubierto por Max Mueller, su hijo.

El mosaico de escritos, organizados por orden cronológico, conforma una autobiografía fragmentada que nos deja entrar en la intimidad de una mujer adelantada a su tiempo, que se rebeló contra los corsés que la sociedad le imponía, y que devuelve la cara menos amable –ay, la precariedad, siempre la precariedad– de los artistas que decidieron crear al margen del sistema.

Hay mucha fiesta, mucho sexo y muchas drogas, sí, pero lo maravilloso del libro es la entereza, la candidez y la esperanza con la que Mueller se enfrenta a los momentos más sórdidos que se van interponiendo a lo largo de su vida. Hay pocos lamentos y mucha luz, siempre en busca de lo positivo entre montañas de mugre y vidas al límite: sus retratos de Divine y Edith Massey o el rodaje de “Pink Flamingos” resaltan como highlights en estas páginas, pero no son las únicas. Los recuerdos (hilarantes) de viajes a Jamaica y Sicilia, por ejemplo, también se disfrutan entre la risa y el asombro, sin olvidar una demencial visita al festival de cine de Berlín (como acompañante de Amos Poe) o el intento (fallido) de montar en Nueva York un musical sobre la vida de Edgar Allan Poe. Son algunas de las anécdotas de un libro que rebosa de ellas y que la autora narra con una estilo chispeante y libre de prejuicios, incluso cuando nos introduce en los ambientes más roñosos (una fiesta neoyorquina en 1979 trufada de yonquis chic, la búsqueda de heroína por los bajos fondos de Manhattan…).

Mueller encontró el amor de su vida –tras una década de relación con Sharon Niesp– en Italia: se casó en 1986 con el artista Vittorio Scarpati (se habían conocido en Positano en 1982). Con escasas semanas de diferencia, en 1989, el sida arrasaría con la vida de ambos. ∎

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