Foto: Brian Molyneaux
Foto: Brian Molyneaux

1984-2024: 200 artistas

Daniel Clowes

Daniel Clowes (Chicago, Estados Unidos, 1961) es uno de los autores fundamentales del cómic más influyente de las últimas tres décadas, referencia ineludible entre las generaciones posteriores de creadores de un cierto tipo de cómic experimental. Sus obras, con incursiones en diferentes géneros (comedia, thriller, superhéroes, ciencia ficción), perpetúan un personalísimo “género” Clowes: mordaz, divertido y desolador al mismo tiempo.

Pasan los años y Daniel Clowes es cada vez más relevante, también entre la nueva generación de autores de cómic experimental, que lo reverencian como un clásico. Todd Solondz reconoció su deuda encargándole el cartel de “Happiness” (1998), cosa que no hizo David Robert Mitchell en “Lo que esconde Silver Lake” (2018), que esconde, ejem, un calco de Pynchon y “Como un guante de seda forjado en hierro” (1989-1993). Esta última, travesía sonámbula por una América freak de humanos alienígenas de sí mismos, lo situó como nombre clave del cómic alternativo norteamericano, corriente sucesora del comix underground y antesala de la novela gráfica del siglo XXI. Apareció seriada en su tebeo personal editado por la indie Fantagraphics, ‘Bola ocho’ (1989-2004), donde probó con audacia múltiples registros y temáticas: sátira cultural, autoparodia, relato corto “literario” en viñetas realistas o surreales… Y obras maestras como “Ghost World” (1993-1997), que capturó en bitono y diálogos de humor wit el tedio posadolescente de la gen X a través de dos chicas, Enid y Rebecca. Fue adaptada en 2001 por Terry Zwigoff cuando aún existía el circuito de cine indie tal como lo conocimos, con un guion coescrito por Clowes nominado al Óscar y una futura estrella en el papel de Rebecca, Scarlett Johansson.

En ‘Bola ocho’ publicó aún tres gemas: “David Boring” (1998-2000), un perturbador pastiche exquisitamente dibujado entre Nabokov, el Hitchcock de “Vértigo” (1958) y las obsesiones del autor sobre su madre ausente, alegorizadas en la búsqueda agónica de la “mujer perfecta” por el protagonista. En “Ice Haven” (2001), una comedia humana despiadada a lo Clowes, descubre su forma ideal: “tiras cortas” de diferentes estilos componen una historia panorámica. Las falsas “historietas cortas”, formato del cómic tradicional apropiado por Clowes para el relato largo, volverán en otra masterpiece, “El rayo mortal” (2004), relectura posmo y tragicómica del superhéroe adolescente y broche perfecto para cerrar ‘Bola ocho’. Los tiempos habían cambiado y el tebeo grapado daba paso a la novela gráfica. El éxito de la edición en libro de “David Boring” marcó el nuevo sendero generalista: en 2007, Clowes apareció como dibujo animado en “Los Simpson” junto a Alan Moore y Art Spiegelman. Lisa Simpson le decía que se identificaba con las chicas de “Ghost World”. ∎

Imprescindible

DANIEL CLOWES
“Monica”
2023

Dos novelas gráficas preparan esta cumbre tardía, compendio de toda su carrera. “Wilson” (2010), comedia negra sobre la mediana edad de la gen X encarnada en un divorciado misántropo con formato de “tiras cortas”, y “Paciencia” (2016), paradójico thriller romántico-grotesco de ciencia ficción pocha. “Monica” es un viaje a la identidad de su protagonista a través de “historietas cortas” con cambios tonales, codificadas bajo géneros como el tebeo bélico y romántico o el folk horror. Su incursión a lo Pynchon en las sectas conspiranoicas ya estaba en “Como un guante de seda…”, y Monica es un nuevo autorretrato velado, como lo era Enid Coleslaw (anagrama de Daniel Clowes) en “Ghost World”. Su preferencia por los personajes femeninos se debe a que las mujeres de su vida “eran más complejas, tenían secretos, sus emociones eran más difíciles de comprender”. En “Monica” hay un retrato de la “locura” individualista hippie de los sesenta más autobiográfico que político, pero conduce a un final inolvidable que resuena en nuestro zeitgeist neoliberal de un modo que aún estamos procesando. ∎

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