“Internal Wrangler” (2000): portada de Clinic reinterpretada por Paco Alcázar.
“Internal Wrangler” (2000): portada de Clinic reinterpretada por Paco Alcázar.

Fan Art

Clinic por Paco Alcázar

Hay ocasiones en que la música entra por los ojos. Pero también hay grandes discos con portadas que podrían merecer otro enfoque gráfico. En esta sección, Fan Art, proponemos a diversos ilustradores que elijan un álbum que les encante y cuya música les sugiera una nueva interpretación de su diseño. Hoy, Paco Alcázar le da la vuelta a “Internal Wrangler”, el debut de Clinic.

Paco Alcázar (Cádiz, 1970) tiene experiencia en portadas de discos, empezando por las que dibujó para Humbert Humbert, el grupo que compartía con Miguel B. Núñez. Pero el de Fan Art es un reto distinto: reimaginar el diseño de un disco que le guste mucho. El elegido es el post-punk “Internal Wrangler” (Domino, 2000) de Clinic, cuya propuesta original presentaba un guiño a Ornette Coleman quizá algo desfasado –diseño no acreditado– que el autor del reciente e inclasificable “Las 100 primeras películas de Nicolas Cage” (Astiberri, 2021) aparta para crear una ilustración original que conecta literalmente con el espíritu del álbum. 

¿Por qué has elegido este disco?

La elección me ha llevado más tiempo de lo que creía. Tenía un par de candidatos que me gustaban mucho, pero al empezar a trabajar sobre ellos descubrí que los discos con los que estoy demasiado vinculado emocionalmente me bloquean un poco. ¡Les tengo demasiado respeto!

“Internal Wrangler” es un disco que me gustó y me sigue gustando mucho, pero no tengo con él esa sensación de “disco crucial” en mi vida. Puedo mangonearlo sin remordimientos. Recuerdo que, en su día, me lo pasó Miguel cuando estábamos empezando con nuestro grupo Humbert Humbert y creo que fue una influencia para mí. Me encantó el sonido: orgánico, distorsionado y más bien oscuro. Las canciones son pegadizas y simples, entre el post-punk y la psicodelia, pero tirando menos de guitarras abrasivas y más de órganos, melódicas y percusión cavernosa. Volviendo a escucharlo hoy, creo que sigue sonando tan interesante como en su día.

¿Qué es lo que no te convence de la portada original?

La portada es una réplica de un disco de The Ornette Coleman Quartet, “Ornette!” (1962). En varias canciones de “Internal Wrangler” hay guiños y referencias a música ajena, así que supongo que para los miembros de Clinic tendría algún significado homenajear a Coleman en su primer disco. De todas formas, mi opinión es que, a no ser que pilles la referencia, la estética que a principios de los 60 era vanguardista en el 2000 estaba tan asimilada que hacía parecer al disco una recopilación moderna de acid-jazz o un trabajo de algún diseñador gráfico más bien perezoso. Ni siquiera creo que funcionara a nivel de coña, en plan el “20 Jazz Funk Greats” (1979) de Throbbing Gristle. O sea, entiendo lo que queríais hacer, pero no me gustó, Clinic. ¡Lo siento!

¿Nos puedes explicar tu propuesta alternativa?

He intentado jugar con mi interpretación del sentido del título. Reconozco que eso es peligroso porque, tratándose de un grupo de ingleses listillos con un fino sentido del humor, el significado probablemente responderá a algún juego de palabras endiablado alejado de mi visión, pero... Qué narices, ¡es mi juego y jugamos como yo quiero, Clinic!

Partiendo del concepto “vaquero interno” (¿también podría ser algo así como “contendiente interno”?), he llevado la cosa al terreno de las ilustraciones médicas (además, Clinic salían al escenario disfrazados de cirujanos y con mascarillas antes de que fueran tendencia) basándome en un esquema de la circulación de la sangre para rematar la faena con una referencia a la horca, que me parece bastante wéstern.

¿Qué decís, Clinic? ¿Que no os gust…? Lo siento, ¡no puedo oíros! ¡¡No escucho nada, Clinic!!

Y, por último, ¿alguna vez te has comprado un disco por su portada?

Pues sí, claro. En mis tiempos (cof, cof) no había esto del internet y más de una vez había que jugársela en la tienda apostando a la portada más chula, al nombre de grupo más guay o a la foto más embaucadora. En particular, recuerdo haberme comprado por la portada (y con poca diferencia de tiempo) un par de discos que me abrieron la mente a otros muchos discos: el “In Heat” (1989) de los Fuzztones y el “Goo” (1990) de Sonic Youth. Supongo que también me compré por la portada algún disco horrible, pero la verdad es que ahora mismo no lo recuerdo y no hablaré si no es en presencia de mi abogado. ∎

“He llevado la cosa al terreno de las ilustraciones médicas”, confiesa Paco Alcázar.
“He llevado la cosa al terreno de las ilustraciones médicas”, confiesa Paco Alcázar.
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