Tuli Márquez

Tuli Márquez (Barcelona, 1962) ha trabajado en diversos aspectos de la comunicación, el márketing y la producción discográfica. También ha escrito algunas novelas. O sea, que ha estado en los dos lados del frente de esta presunta guerra que es la información musical. Y ahora ha intentado combinar ambos intereses, incluyendo el afán literario en la versión de narraciones cortas, o cortísimas, con el libro “365 momentos estelares de la música”.

El número ya indica por dónde van los tiros, porque, efectivamente, el volumen repasa el calendario de los días del año, y aquí apreciamos un primer desliz, ya que el autor ha incluido en su relación el 29 de febrero de los bisiestos. Es decir, que estamos hablando de 366 momentos. Pero se lo perdonamos, porque la cifra que ha de llamar la atención del presunto lector es ese 365.

Los que ya tienen una edad recordarán los viejos almanaques –creo que todavía se publican algunos– en los que cada día había que arrancar una página para leer en su dorso algún fragmento bíblico o alguna costumbre popular. Pues bien, la obra de Márquez viene a ser lo mismo, aunque en este caso no se trate de ir quitando papeles, porque estamos delante de un señor libro de 240 páginas.

La cuestión es que el escritor no solo ha escrutado los arcanos del pop-rock anglosajón, sino que también ha buceado en la música clásica-contemporánea –la referencia más antigua nos lleva a 1913–, en el jazz y el blues y en diversos géneros de la world music, incluido el flamenco, para trazar una panorámica de lo más ecléctica sobre lo que escuchamos o lo que dejamos de escuchar. En este sentido, la información es abundantísima. El problema es que a lo largo de los días, las semanas y los meses no se acaba de encontrar un método, un criterio que guíe esta guía, valga la redundancia.

Aquí apenas se destacan fechas clave de la historia de la música moderna, y no me refiero a nacimientos o defunciones, que sería lo más fácil, sino que se nos ofrece una miscelánea de historietas, anécdotas y sucesos más o menos relevantes, y a menudo insignificantes, cogidos al vuelo, casi por azar, para hablar de este artista o de este otro. Dos ejemplos, que además nos tocan de cerca: la noticia relevante del 20 de junio (en este caso de 2008) es que el grupo congolés Konono Nº 1 no pudo actuar en festival Sónar de Barcelona; y la del 3 de junio (aquí, el de 2022) es que otro certamen barcelonés, el Primavera Sound, prometía acabar con las colas en las barras. ¿Son estos dos momentos “estelares” de la música?

Ya que hablamos del Estado español, destaquemos también quienes son los artistas que merecen un apunte en este calendario. Por orden de aparición: Paco de Lucía, Los Planetas, Pau Riba, Joan Manuel Serrat, Gato Pérez, Camarón de la Isla, Nino Bravo, Los Chichos, Enrique Morente & Lagartija Nick y Rosalía. No tengo nada contra ellos, pero ¿por qué estos y no otros? ¿Qué es lo que les distingue por encima de los demás? Estas preguntas también son aplicables a la mayoría de los músicos que aparecen en el almanaque, incluidos los más consagrados, los obligados, porque el autor debería explicar, o por lo menos insinuar, el motivo que le ha llevado a escoger una fecha determinada de su trayectoria y no otra. Vamos, que el título de la obra debería haberse quedado reducido a “365 momentos de la música”, porque el calificativo de “estelares” casi siempre está de más.

Para acabar, cada una de las 366 referencias del libro se completa con una breve noticia, generalmente de política internacional, que si lo que pretendía era poner en contexto la información musical más bien consigue lo contrario, ya que se trata de meros titulares que más bien suelen estar del todo descontextualizados. ∎