Tras el tour de force de la trilogía “Vernon Subutex” (2015-2017), Virginie Despentes (Nancy, 1969) regresa con una nueva bomba de relojería literaria marca de la casa con “Querido capullo” (“Cher connard”, 2022; Random House, 2023; traducción de Robert Juan-Cantavella), otra muestra impecable de la escritura eléctrica, feroz y rabiosa de la firmante de “Fóllame” (1994) y “Teoría King Kong” (2006).
El “capullo” de la novela es Oscar Jayack, un escritor de éxito cuarentón y alcohólico que se encuentra en la vorágine de una acusación por acoso sexual por su antigua responsable de prensa. La “cancelación” está a la vuelta de la esquina y Oscar responde con inquina y desconcierto a una acusación que no entiende. El escritor inicia, propiciado por un malévolo post suyo en Instagram, una intercambio epistolar con Rebecca Latté, una actriz (politoxicómana) en horas bajas que activará los recuerdos de su vida pasada (Rebecca fue amiga de su hermana, Corinne) y abrirá para ambos un camino de autoconocimiento y renovación personal. Intercalado en el desarrollo también encontramos a Zoé Katana (seudónimo de la exagente de prensa), bloguera feminista radical: la víctima que pulveriza la existencia (aparentemente) apacible del escritor.
Este triángulo protagonista es la palanca que le sirve a Despentes para desplegar su vitriolo sobre la podredumbre de la sociedad contemporánea, un infierno de neocapitalismo salvaje que devora sin contemplaciones a sus habitantes y los expulsa sin reparos de una “sociedad del bienestar” que solo admite a los poseedores de tiquetes marcados con palabras como “triunfo”, “riqueza”, “belleza”, “juventud” y “celebridad”.
El poder de las redes sociales para enmascarar la verdad, el desclasamiento social, la implacable mecánica de la industria cinematográfica, las drogas como vía de escape, el patriarcado como dogma de fe inamovible, la pulverización de las diversas corrientes feministas (“demasiados movimientos feministas matan al movimiento feminista”), las diversas opciones sexuales, la paternidad y la institución familiar como incubadora de traumas sociales desfilan por las páginas de un “Querido capullo” que tiene en la arrolladora Rebecca (¿Béatrice Dalle como modelo?, ¿una proyección de la propia Despentes?) a la verdadera protagonista de un libro donde la autora cuestiona todos los patrones de una sociedad enferma. Y lo hace, novedad, desde un ángulo empático y humanista que arrincona el nihilismo y el “no futuro” que barnizaba sus anteriores entregas. Porque sí, la redención es posible e iluminar la luz al final del túnel depende de nosotros y del reconocimiento del otro, destripando los moldes que nos imponen y castran y creando nuevas formas de convivencia. El libro (dedicado al editor Jean-Claude Fasquelle, fallecido en marzo de 2021) más hermoso, optimista y esperanzador –con una imaginaria banda sonora a cargo de Public Enemy, Eric B & Rakim, Kae Tempest, Lydia Lunch, Amy Winehouse, Nas, Lil Nas X o Cardi B y su “momento Barcelona”– de la firmante de “Bye Bye Blondie” (2004). ∎