Álbum

Amigas!

Todo importa tantoCasa Maracas, 2024

Gastan nombre “ingoogleable” (no, la exclamación tampoco ayuda), pero incluso así es relativamente fácil encontrar declaraciones de Amigas! asegurando que en realidad todo esto es fruto de la casualidad. Una bendita carambola de la que ha salido, chasqueado por la bola del azar, “Todo importa tanto”, primoroso debut con el que la banda granadina viene a confirmar que el indie, como la energía, ni se crea ni se destruye; simplemente se transforma. Del dream pop a la electrónica vaporosa y vuelta a empezar. De las guitarras noventeras a unos estribillos con alto índice de pegajosidad y de los sintetizadores algo párvulos de esa “Canción pasivo agresiva” con la que se dieron a conocer hace un par de años a las corrientes circulares y eléctricas de “Pobre corazón”, la más “planetaria” del lote.

Una pizca de Beach House, un puñado generoso de Slowdive (“Voy a confesar” es casi una versión entre algodones de “When The Sun Hits”) y diez canciones que condensan en apenas media hora el desconsuelo posadolescente, los corazones rotos y brillantes, y las heridas a punto de sal. Un ajuste de cuentas con los mitos del amor (excesivamente) romántico al que el quinteto, decíamos, llegó casi por accidente, después de ganar el concurso Emergentes Granajoven 2022, galardón que, entre otra cosas, implicaba la posibilidad de grabar un disco con Carlos Díaz, productor de Los Planetas, Las Retamas y Apartamentos Acapulco, por citar unos pocos.

El resultado, lejos de esos horizontes poco ambiciosos a los que la banda aspiraba en sus comienzos, es un coqueto y estimulante cóctel de pop refulgente y melodías ingrávidas. Una alternativa reposada y gaseosa, más dream pop que punk espídico, a bandas como Lisasinson y Aiko el grupo en la que las cuerdas se reflejan en Phoebe Bridgers, Hatchie y Mitski y los estribillos beben del pop electrónico de los ochenta y el indie más o menos canónico de los noventa. No desentonarían junto a Axolotes Mexicanos, Kokoshca y Amor Butano, bandas con las que comparten facilidad para el himno energético y habilidad alquímica para adaptar viejas fórmulas y conseguir que los mismos ingredientes de siempre resulten atractivos y estimulantes.

En lo más alto, “Mis movidas”, “Déjame en paz”, “Afonía del alma” yTodo importa tanto”, canciones con vocación de hit que compensan con creces una letras en ocasiones mejorables (sirva “Techos bajitos” a modo de ejemplo) y tropiezos estilísticos que, como “Nuevas formas de echar de menos”, no acaban de cuajar. Por lo demás, larga vida a un grupo que ha sabido convertir su debut en un dechado de frescura. ∎

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