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Audience

Bob Dylan berrikusiaBidehuts, 2023

La métrica del inglés y la del euskera se antojaban más distantes antes de que Xabier Paya tradujera las letras de Bob Dylan en el libro “100 kantu” (Elkar, 2021) y, sobre todo, antes de que los vizcaínos Audience tomaran prestadas nueve de esas adaptaciones en este “Bob Dylan berrikusia” (“Bob Dylan revisado”), un tributo que casi ha coincidido con el que Cat Power rindió al bardo de Duluth hace unos meses, “Cat Power Sings Dylan. The 1966 Royal Albert Hall Concert” (2023). Generalmente, los fans, seguidores y acólitos de Dylan suelen ser más respetuosos con la materia original que el propio Dylan, quien nunca ha tenido reparo en desfigurar sus propias canciones hasta casi dejarlas irreconocibles en muchos de sus directos. La historia de amor de Gaizka y Ager Insunza, Andoni Lauzirika, Ruben Garatea y Ander Marino Elorza con su cancionero se remonta muy atrás en el tiempo, hasta el punto de que hace trece años lograron entregarle a su mánager una copia de A Shake In Calm Water” (2009), el que era su cuarto álbum, aprovechando que habían coincidido en el cartel del Azkena Rock. Este es un tributo reverente, cariñoso, elaborado con mimo y dedicación, pero sin ánimo de transgredir ninguna sagrada escritura, por mucho que las canciones provengan de diferentes fases creativas en la carrera del cantautor. Sugiere una estimulante traducción al escenario, quizá incluso con más matices de los que brinda su propia plasmación en disco: será el 4 de enero en el Kafe Antzokia de Bilbao y el 27 en el Lizeo de Gernika.

“Mendian trumoia” mantiene la cadencia de “Thunder On The Mountain” (2006) con la voz de Ager Insunza dándole un aclarado, a mil kilómetros de distancia de la garganta de lija de Dylan, incidiendo en una de las constantes del disco: el arrumbamiento a un terreno algo más pop, fibroso y corpóreo, en líneas generales. Ocurre también en “Euri jasa latza dator”, esta vez comandada por la voz de Gaizka, metiéndole una marcha más a “A Hard Rain’s Gonna Fall” (1962) para que trote bien a gusto y se desligue del folk. La pedal steel guitar cobra primer plano en una mimética Gazte betiko”, revisión de “Forever Young” (1974), de nuevo con Ager a la voz cantante, ratificando esa alternancia vocal que tan bien le sienta al disco. También el órgano añade calidez a lo que una vez fue “Positively 4th Street” (1965) y ahora es “Positiboki 4. kalea”. Es como si pasara de los tonos sepia a un colorido amarillento algo más intenso, cosa que puede decirse de casi todas las relecturas del disco. Tras ella llega la que es posiblemente la versión más sui géneris: el blues ácido de “Everything Is Broken” (de “Oh Mercy”, 1989) muta en “Dena autsi da hemen” en un swing nocturno –de taberna al borde del echar la persiana– que bien podría llevar la firma de Tom Waits. Decelerada, es la que más cuesta identificar con su modelo, desde luego.

Garaiak aldatzen batira” le da a “The Times They Are A-Changin’” (1964) una agradecida solidez, con ritmo sostenido a lo largo de casi cuatro minutos mediante una percusión sutil. Y también “Iparraldeko neska” hace que “Girl From The North Country” (1963) tenga en euskera un compás más grácil y una dicción más luminosa. “Ez hoa inora” y su reconocible guitarra de pedal de acero persisten en darle a “You Ain’t Goin’ Nowhere” (1967) un aire de plácido y canónico country-rock, mientras que –finalmente– “Zeruko atea joz” (“Knocking’On Heaven’s Door”, 1973) recrea con naturalidad y sin ninguna grandilocuencia la espiritualidad de una canción que ya fue objeto de unos cuantos desmanes a través de prismas más incautos. “Bob Dylan berrikusia” es un tributo bonito y respetuoso, en resumen, aunque sin la disparidad de tratamientos que la propia discografía de Audience, siempre versátil, podría haber propiciado. ∎

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