¿Qué permanece cuando todo se ha perdido? En “A Study Of Losses”, Zach Condon, alma de Beirut, se sumerge en una exploración musical de la ausencia y la memoria, inspirándose en el “Inventario de algunas cosas perdidas” (2018; Acantalidado, 2021) de la autora alemana Judith Schalansky. Este libro recopila relatos sobre objetos y lugares desaparecidos, como los fragmentos de los poemas de Safo o el Palacio de la República de Berlín, explorando cómo la ausencia puede ser evocada a través de la narrativa.
Este álbum, el más extenso y ambicioso de Beirut, encargado por la compañía sueca Kompani Giraff para un espectáculo acrobático, consta de 18 piezas que se alternan entre canciones y composiciones instrumentales. Condon, colaborando con la violonchelista Clarice Jensen y el productor Blake Mills, crea una obra que entrelaza elementos de sus trabajos anteriores con nuevas exploraciones musicales.
Las canciones “Disappearances And Losses” y “Guericke’s Unicorn” revelan melodías delicadas y estructuras que se desvían de las formas tradicionales, evocando una sensación de fragilidad y transitoriedad. Las piezas instrumentales, inspiradas en los mares lunares, emplean texturas electrónicas y arreglos de cuerdas, creando atmósferas que sugieren la vastedad y el vacío.
Musicalmente, el trabajo retoma elementos característicos de sus trabajos anteriores –“Gulag Orkestar” (2006) y “The Flying Club Cup” (2007)–, como los arreglos de metales y las estructuras de vals. Por ejemplo, “Villa Sacchetti” evoca el estilo de “Gulag Orkestar” con sus metales y ritmos de vals, mientras que “Guericke’s Unicorn” introduce texturas electrónicas que recuerdan a Tangerine Dream. Además, la colaboración con la violonchelista aporta una dimensión clásica al álbum, similar a la de “The Rip Tide” (2011, e incorpora influencias de estilos musicales como el Renacimiento y la música coral, inspiradas en discos como “69 Love Songs” (1999) de The Magnetic Fields, que Zach Condon considera uno de sus favoritos.
En “A Study Of Losses”, Condon no solo revisita sus raíces musicales, sino que también se aventura en nuevas direcciones, incorporando elementos de la música electrónica y explorando temas de pérdida y memoria con una profundidad renovada. El resultado es una obra que, aunque arraigada en el pasado, mira hacia el futuro, ofreciendo una meditación conmovedora sobre lo que significa recordar y lo que significa olvidar.
Es también una obra profundamente personal para el de Nuevo México. Después de pasar años recuperándose de problemas de salud y cuestionando si volvería a actuar, “A Study Of Losses” representa una reanudación de su carrera musical. Compuesto y grabado entre Berlín y Stokmarknes, Noruega, el disco refleja las experiencias del músico en estos lugares, desde la austeridad arquitectónica de Berlín Este hasta la contemplación de las auroras boreales en el norte de Noruega. Por lo tanto, “A Study Of Losses” no es simplemente un álbum más en la trayectoria de Beirut. Es un trabajo que desafía las convenciones, que invita a la reflexión. Es una experiencia sobre la pérdida, la memoria y la fragilidad de la existencia: Condon logra crear una obra que, aunque inspirada en la desaparición, está llena de vida y emoción.
En este disco Beirut actúa como un heredero contemporáneo de los románticos, como Friedrich, Turner o Delacroix, artistas que no retrataban el mundo tal como es, sino cómo lo sentimos en la melancolía, el deseo o el asombro. Como en una pintura de Friedrich, donde una figura solitaria contempla un paisaje infinito, esta obra nos invita a habitar la ausencia, a encontrar consuelo en lo evanescente. No es un lamento, sino una celebración sutil de aquello que, aun desaparecido, sigue iluminando el presente. ∎