Álbum

Belle And Sebastian

A Bit Of PreviousMatador-Popstock!, 2022

En perspectiva, pocas bandas del llamado pop independiente de guitarras, o de cualquier género, pueden presumir –verbo intransitivo que pega más bien poco con Belle And Sebastian– de una larga discografía sin apenas momentos flojos. Es discutible, pero creo que bastante ajustado, decir que las canciones de la banda escocesa que no cuentan con la intervención más directa –básicamente, la vocal– de su líder, el elástico y resiliente Stuart Murdoch, se ven un tanto lastradas por cierta inconsistencia. “Reclaim The Night”, uno de los cortes –disco-feministas– que se reserva en esta ocasión Sarah Martin, es un buen ejemplo de ello. La canción no está mal, pero dista mucho de lo que hace de los escoceses un grupo memorable y todavía necesario. Veremos por qué.

Para empezar, convendría situar “A Bit Of Previous” en la línea productiva de la veterana banda de Glasgow, porque aquí hay algo de lío en las informaciones. Descontando recopilatorios en sentido estricto y directos, según mi cuenta, sería el undécimo capítulo largo de Belle And Sebastian si acogemos en la suma las bandas sonoras “Storytelling” (2002) y “Days Of The Bagnold Summer” (2019). Con el tríptico protoprepandémico “How To Solve Our Human Problems” (2018), el disco subiría ordinalmente una posición. No es que la cuestión revista especial importancia, pero viene a cuento visto el sentimiento madurativo y en algún modo recapitulativo que se desprende con fuerza del álbum.

Lo que sostiene en pie firme al septeto indie en activo por excelencia, una de las bandas más acosadas por el esclerótico síndrome del pop rockero viejoven, son las grandes canciones. A estas alturas de sus vidas, es lógico sentir que la mutación excesiva solo puede amenazar con deformidad. Por eso, Belle And Sebastian se atienen a lo que mejor saben hacer: melodías más adictivas que el azúcar –no es peyorativo–, un sonido más cohesionado que el diamante –e igualmente irrompible– y unas historias que apelan a lo que nos forja como personas. Aquí entran la espiritualidad y nuestra relación con los demás. En este apartado, Murdoch es un letrista mayúsculo y quizá infravalorado.

Musicalmente, “A Bit Of Previous” contiene reminiscencias benéficas de “If You’re Feeling Sinister” (1996) –sirve “Do It For Your Country”–, el crossover discotequero que hace mucho tiempo incorporaron a su mochila repertorial –la anhelante “Talk To Me, Talk To Me”–, clasicismo con sabor intenso a zumo de naranja –“Come On Hold”, entre otras– y coles prefabricadas –“Prophets On Hold”–, country desatascante bajo su forma no menos tradicional de vals –“Deathbed Of My Dreams” es el número que le toca esta vez a Steve Jackson–, o trallazos de rock con armónica muy Smiths-style“Unnecessary Drama”–. Nada nuevo bajo el sol, pero, madre mía santísima, ¡cómo brilla y (c)alienta el corazón!

“Young And Stupid”, irónica y reconciliadora con el paso del tiempo –un tema central del álbum–, suena a The Go-Betweens pero comparte título con Josef K, sus paisanos de la elegante Edimburgo, no de la obrera Glasgow, donde no habían vuelto a grabar desde su cuarto álbum, “Fold Your Hands Child, You Walk Like A Peasant” (2000). La coheniana “If They’re Shooting At You” se adelantó al álbum con el fin de recaudar fondos para Ucrania –Marc Almond también sacó recientemente, con una recaudación decepcionante, una versión del tema folk ucraniano traducido por “What A Moonlit Night”–. “Sea Of Sorrow” no solo suena a los mejores Mercury Rev, sino a los Belle And Sebastian más inspirados en años. Y podríamos seguir así con casi todas las canciones.

“A Bit Of Previous” ofrece los ingredientes necesarios para reconciliarte con la banda de Stuart Murdoch, si es que en algún momento sentiste desfallecer. Autoproducido, con varias portadas a elegir y un single de regalo en su edición “independiente” –vamos, que no la encontrarás en Amazon– con dos temas adicionales, claros y distintos –nada de “remezclas”; según cuentan ellos mismos en la estupenda entrevista de Diego Rubio, otra vez les han sobrado las canciones–, lo nuevo de Belle And Sebastian podría colmar el repertorio de sus esperados conciertos y no echaríamos de menos casi nada del pasado. Porque, ¿qué debería ser el tiempo, en definitiva, sino un eterno presente? ∎

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