No resulta difícil detectar que “The Melancholy Season” es una obra más centrada y asertiva que “You Should Be So Lucky” (2014), su debut discográfico como solista, que presentó en el Blues & Ritmes de Badalona en la primavera de 2022. Con este segundo trabajo mejoran sus habilidades como compositor y vocalista. A los mandos de la grabación consta el reconocido músico productor Jonathan Wilson, que ha trabajado, entre otros, con Father John Misty, Margo Price y Billy Strings.
El minimalismo y, en especial, el sentido atmosférico que surge del piano son sellos de su identidad. Benmont Tench (Gainesville, Florida, 1953) pinta sonidos como si fuesen colores. El álbum se abre con una balada de título homónimo que trasluce hermosura y tristeza que no siempre atraviesa la grabación, pues el rock y la americana no tardan en hacer acto de presencia. Además, sabe cómo descolocar con sus letras al difuminar las líneas que separan lo sobrio de lo sombrío, como ocurre en “Pledge”. Dejando atrás la trascendencia, se lanza al rock’n’roll clásico de “Rattle” para luego avanzar hacia el rock psicodélico de “Not Enough”. La voz, que al principio suena un tanto temblorosa e insegura, funciona mejor a medida que avanza el disco, mostrando una vulnerabilidad que enriquece la música, como sucede con “I Will Not Follow You Down”.
Las letras son las protagonistas y los versos suenan muy personales. Sin embargo, Tench no dispone de la palabra rota de Tom Waits, ni del misterio vocal de John Dee Graham, ni de la definición country-soul de Amy Boone, de The Delines, ni tampoco del cuajo sureño de Lucinda Williams. Pero sí sabe encajar un mensaje, una poética, susurrando palabras de consuelo y permitiendo encontrar intensidad en la experiencia compartida sustentada en una más que resuelta pianística. Así pues, alcanza sin esfuerzo el bolsillo de la camisa del audiófilo y de ahí salta al corazón. Benmont Tench, desde que escuchó “John Wesley Harding” (1967), tiene a Bob Dylan, con quien ha tocado, en la mira.
A nivel temático, aunque no lo parezca, el álbum cuenta con una cara A y una cara B. La segunda parte se abre con un suave shuffle, “Under The Starlight”, casi una nana, en que brilla, una vez más, la voz del pianista. Como contraste, aparece la pieza country “Like Crystal”, que remite a Johnny Cash. En la melancólica, pero nada empalagosa, “Wobbles”, su esposa se debe sentir halagada. En cambio, “You, Again” se remite al desamor y la pérdida. “The Drivin’ Man” encaja un midtempo que pide ir todavía más despacio, una atmósfera muy Tench, que remata con “Dallas” –“a damn good town to leave”–. La sorna no ruge, pero ahí queda.
Puede ser que, de forma voluntaria, no consten canciones al estilo de The Heartbreakers. Es posible que el músico desee marcar distancia con su propio legado compartido con la banda de la cual fue cofundador y así mostrarse desde otros ángulos de su alma. Tench se sumerge en la intimidad de sus emociones y las conjuga en forma y fondo de introspección que acaban por atrapar al oyente. Para ello contactó con el guitarrista de Dawes, Taylor Goldsmith; con la violinista Sara Watkins, de Nickel Creek; con la cantautora y guitarrista Jenny O, y con el contrabajista Sebastian Steinberg. Los invitados aportan brillo y reparten esplendor mientras revolotean por los surcos de este conjunto de trece canciones que integran este estupendo álbum, que se equilibra entre una versatilidad poética, marcada por la espiritualidad y su conexión con el rock clásico, y un pentagrama que se sustenta en una elegante americana, recogida en sí misma.
A lo largo de su carrera, el músico nunca dejó de componer y de fortalecer su voz. Entre disco y disco ha girado con otros ilustres colegas; además, ha sido padre. Momentos de alegría, sin duda. También, ha soportado el dolor a raíz del repentino fallecimiento de su amigo Tom Petty en 2017. “The Melancholy Season” acuna de manera delicada y natural las reacciones de Benmont Tench ante esos escenarios vitales. ∎