Álbum

Bettye LaVette

LaVette!Jay-Vee, 2023

Una de las grandes del soul y el R&B clásico es Bettye LaVette, nacida Betty Jo Hoskins en Michigan en 1946, que ha sido calificada “cantante de cantantes”, cosa que significa que interpreta el repertorio de acuerdo con su brújula interna, desde las entrañas. Su voz es grave, como la de Etta James, casi tan ronca como la de Mavis Staples y casi tan dolorosa como la de Nina Simone.

LaVette se mece en las músicas mencionadas, grabadas a fuego en “I've Got My Own Hell To Raise” (2005). Si entonces los sonidos del rock, el country, el R&B y el soul genuinos los produjo Joe Henry, en “The Scene Of The Crime” (2007) lo hizo por sí misma, ya que LaVette también coprodujo ese álbum junto a David Barbe y Patterson Hood. En esta ocasión, a partir de un cancionero del reputado músico y productor Randall Bramblett –el mejor autor que he escuchado en los últimos 30 años, según la cantante–, LaVette simplemente se sale. Por tanto, en este nuevo disco nada suena prestado. Su delicado y elástico southern rock es magnético.

“LaVette!” abre con “See Through Me” con un sabor claramente funk de los años setenta, que continúa en “Sooner Or Later”. Un sonido muy Stax que se evidencia en distintos midtempos, como “Don’t Get Me Started” junto a un grande como Steve Winwood (detrás de su órgano B3), el dulce funk-blues “Lazy (And I Know It)” y la balada R&B “Concrete Mind”. Luego volverá a este terreno en una balada peinada de aromas country-soul, la preciosa “I’m Not Gonna Waste My Love”, con Larry Campbell a la pedal steel. Sin alzar la voz, sin arañar las notas. Simplemente, se deja llevar. Guitarras, teclados, sección rítmica y coros trotan en swing, como en “In The Meantime” (con el acompañamiento de un joven bluesman muy conocido en su país, John Mayer).

En “Plan B” se cruzan el blues perezoso con el funk templado, y la vocalista de Michigan deja caer una ironía: Danglin’ on a string, mumblin’ a prayer, my mojo’s busted and I ain’t got a spare… I ain’t got no Plan B”; alarga los “ain’t”, empieza a estirar las sílabas y los riffs de guitarra la acompañan. “Mess About It propone ese sonido tan jubiloso que destila el R&B clásico, con la vocalista arropada por riffs de guitarra, la batería de Steve Jordan y los teclados de Jon Batiste.

Más R&B juguetón y funk sedoso en “Hard To Be A Human”, antepenúltimo tema antes de cerrar con “It’s Alright”, un góspel en sus labios y en los del coro, que muestra la versatilidad tonal de la cantante de Michigan. Classy.

La cantante, de 77 años, vive la música desde la raíz. Las letras de Bramblett contienen reflexiones sobre la existencia y la espiritualidad, que la vocalista hace suyas. Aunque la solista no compone, su voz gana enteros cuando aporta nuevas perspectivas al material ajeno y que convierte en propio. Si Bettye LaVette se propuso releer o reinterpretar, como se prefiera, a Bob Dyan en “Things Have Changed” (2018), y consiguió llevarlo a su terreno, en “LaVette!” también es capaz de hacerlo con el repertorio de Bramblett. A partir de una producción precisa y versátil, Steve Jordan acierta en la conducción musical de una mujer que empezó a cantar soul a 16 años. Bettye LaVette, mediante sus emociones y su voz, de nuevo se sitúa con este trabajo en el centro de la escena de la expresividad y el ritmo. ∎

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