Built To Spill

Built To Spill llevan en activo desde 1992. Son treinta años de indie rock de guitarras con la inconfundible voz de Doug Martsch y su particularísima forma de tocar como señas de identidad. En sus mejores momentos nos han regalado canciones inolvidables trufadas de desarrollos instrumentales en constante evolución, siempre imprevisibles sin necesidad de exuberancia instrumental ni alardes técnicos, y sin salir de los márgenes del rock. Pese a su empeño en permanecer en la parte baja de la tabla de los grandes nombres del género, tanto talento no ha podido pasar inadvertido. Así y todo, ha pasado mucho tiempo desde que no editan lo que vulgarmente denominamos un discazo. Me atrevería a decir que desde “Perfect From Now On” (1997) o, siendo generosos, “Keep It Like A Secret” (1999). Pese a ello, sus álbumes siguen siendo recibidos con interés, y este “When The Wind Forgets Your Name” es su primer trabajo para Sub Pop, razón por la que ha reclamado una especial atención.

Grabado con Lê Almeida y João Casaes, músicos brasileños de la banda de jazz rock Oruã (ambos ya fuera del proyecto), contiene suficientes razones para ser celebrado. “Gonna Lose”, canción inaugural y primer single de adelanto, arranca con un riff de rock irresistible marca de la casa que nos hizo soñar con otro disco de sobresaliente. Pero para rebajar las expectativas apareció “Fool’s Gold”, decepcionante segundo single y también segundo título del repertorio. Un tropiezo del que por suerte se recuperan rápidamente gracias a “Understood”, donde vuelven a ser los Built To Spill inspirados que esperamos escuchar.

En los dos cortes que siguen encontramos las que probablemente sean las contribuciones más reconocibles de Almeida y Casaes: el inicio de “Elements”, un interesante medio tiempo al que quizá le sobre su tramo final, y los ingeniosos arreglos de percusión y el guiño dub de los últimos compases en la extrañamente luminosa “Rocksteady”.

La siguiente, “Spiderweb”, bien podría pertenecer al repertorio de Dinosaur Jr. y contiene un estupendo riff guitarrero, originales solos de guitarra y un valioso crescendo final, elementos que la convierten en una de esas canciones de obligada inclusión en sus conciertos. Después, “Never Alright” conserva la misma potencia y sonoridad de su predecesora. A esta le sigue “Alright”, quizá la composición más compleja del álbum, con un marcado sentido de la melodía pop.

Como punto final, los más de ocho minutos de “Comes A Day” desembocan en un sorprendente cierre donde el grupo experimenta con las herramientas del estudio, convertido este en un instrumento más.

De entre las numerosas versiones que hemos conocido del proyecto de Martsch, la de este disco ha resultado ser una de las más interesantes. Pese a sus altibajos, probablemente “When The Wind Forgets Your Name” sea lo mejor que Built To Spill pueden ofrecer ahora mismo, y esto (sumado a la hermosa portada firmada por la dibujante Alex Graham) debería ser motivo suficiente para no dejarlo pasar. ∎