Álbum

Camera Obscura

Look To The East, Look To The WestMerge-Popstock!, 2024
La conciencia de los que hemos estado desde el principio nunca se resiste a escuchar a Camera Obscura, y es prácticamente imposible no reaccionar con pasión ante su efervescente sonido. Todo comenzó en 2001, cuando los seguidores de Belle & Sebastian dábamos inmediatamente la bienvenida a unos compatriotas escoceses que emanaban de la misma fuente: su vocalista Stuart Murdoch nos presentaba a Camera Obscura, produciendo su primer álbum, “Biggest Bluest Hi-Fi”. Se convirtieron así en dos de las bandas más adorables del mundo del twee pop.

Ahora, con su sexto álbum, “Look To The East, Look To The West”, el grupo vuelve a colaborar bajo la dirección de Jari Haapalainen, con quien crearon dos de sus trabajos más brillantes: “Let’s Get Out Of This Country” (2006) y especialmente “My Maudlin Career” (2009). Tras un último disco algo infravalorado, “Desire Lines” (2013), recibimos con entusiasmo y once años después esta obra mucho más calmada, donde el sonido de su fórmula secreta se preserva como la de un fósil. Esta se replica como la de una locomotora y a menor velocidad, ya que la maquinaria se está reponiendo tras un túnel de oscuridad con la muerte de su teclista Carey Lander en 2015: desde “Underachievers Please Try Harder” (2003), con su icónica portada sujetando un oso de peluche junto a la cantante y guitarrista Tracyanne Campbell, había participado en la grabación de todos sus discos. El recopilatorio, “Making Money (4AD B-Sides And Rarities)” (2022), fue su primer sentido homenaje.

A Tracyanne Campbell, Kenny McKeeve, Gavin Dunbar y Lee Thomson se les ha unido ahora Donna Maciocia. La esencia vital de la banda está ahí, más melancólica pero igual de vibrante. La conmovedora canción “Sugar Almond” se erige en hermoso tributo a Lander. La suave melodía de piano en tono menor y la emotiva interpretación vocal de Campbell evocan de manera vívida la angustia y la privación de una compañera de banda y una amiga del alma: “Hey I liked who we were together, I’m not sure who I'’l be apart”. “Only A Dream” es otra hermosa pieza nostálgica que te hace preguntarte por qué Campbell no hace más a menudo baladas con el piano.

Con su característico estilo de rock chicle, esta vez un poco menos orquestal pero igualmente lleno de energía playera, Camera Obscura nos sorprende también con un toque aún más country, especialmente con la introducción de pedal steel. Este se hace notar en “Big Love”, primer sencillo del que hablamos aquí en enero, y “The Light Nights”. Ya no mencionamos a la Marina Francesa o a Lloyd Cole & The Commotions, sino otros recuerdos que expresan realidades como las de hoy, como las referencias a atrapar Pokémons en “Look To The East, Look To The West” o dejar el teléfono en silencio y consumir ketamina en fiestas en “Sleepwalking”.

El álbum contiene también canciones más optimistas que inyectan una oleada de felicidad, como Pop Goes Pop”, una de las más pegadizas, o “We’re Going To Make It In A Man’s World”, un himno dulce sobre el empoderamiento femenino. Y la propulsora de su maquinaria encuentra un sonido soul vintage y Motown en “Denon”.

Aunque nos volvamos más duros de roer, siempre hay espacio para Camera Obscura, para sus adornos melódicos y su composición clásica y delicada, especialmente si el disco se presenta tan coherente y estructurado como este. El Visor Fest, que se celebrará los días 27 y 28 de septiembre en Murcia, será testigo de nuestra adoración pauloviana hacia la banda. ∎

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