Disco destacado

Caroline Polachek

Desire, I Want To Turn Into YouPerpetual Novice, 2023
Caroline Polachek, sin duda, habla muy bien de “Desire, I Want To Turn Into You”, su segundo álbum bajo su nombre de pila. El álbum, dice, está inspirado en todo, desde la reverberación de los discos italianos de la década de los sesenta hasta el libro de John Berger “Sobre el dibujo” (2005), sin mencionar a Debussy y los “grandes solos de guitarra de Ibiza” (cualesquiera que sean). El álbum presenta un tríptico sagrado con Grimes, Dido y drum’n’bass-y-breaks (en “Fly To You”), así como gaitas, un coro de niños y la propia voz entrenada en ópera de Polachek.

Todo esto es, por supuesto, algo muy positivo. Necesitamos este tipo de gran visión en la música pop y Polachek es digna de elogio por la amplitud de miras de su perspectiva. Ciertamente, Polachek en su mejor momento es una excelente artista pop. “Billions”, la desgarradora canción que cierra el álbum, inspirada en “Surf’s Up” de The Beach Boys, es uno de los mejores temas pop de la década, el coro de niños como una flecha con punta de éxtasis al corazón. El funk idiosincrásico de “Bunny Is A Rider”, la “pequeña canción de verano picante” de Polachek, tiene un bajo retorcido que se encuentra con ritmos inspirados en Timbaland, un gancho silbado y un diseño de sonido meticuloso de Danny L Harle, en un corte que es a la vez minimalista y está lleno de detalles fascinantes. “Welcome To My Island”, por su parte, tiene honestidad emocional (la pieza está dirigida a su padre, que nunca aprobó la música de Polachek y “no era bueno viviendo su propia vida”), un estribillo que besa el cielo y humor, gracias a un puente spoken word brillantemente malicioso; la combinación de estos tres elementos nos recuerda lo aguda y atípica que puede ser Polachek como compositora.

En otros momentos, sin embargo, parece filtrarse un toque de insipidez. Los breakbeats y las influencias del trip hop del disco son interesantes sobre el papel. Pero para cualquiera que recuerde las guerras de trip hop de los noventa (levanto mi mano con aire de culpabilidad) temas como “Fly To You” no pueden evitar traer a la mente recuerdos alguna vez reprimidos de Sneaker Pimps y Olive (cuyo exitoso sencillo “You’re Not Alone” se intuye como una referencia notable en “I Believe”). Polachek dice que Massive Attack fue una gran influencia en este álbum y especialmente en “Pretty In Possible”, pero el grupo de Bristol rara vez sonó tan limpio o anémico.

Del mismo modo, el público español puede pensar que la guitarra española en “Sunset” (un tema inspirado en Barcelona) consigue parecerse más, en el contexto dorado, a beber sangría en las Ramblas que a embeberse de las feroces fusiones flamencas de Rosalía, a pesar de un giro vocal brillantemente operístico de Polachek hacia el final de la canción. Polachek incluso se las arregla para convertir el sonido áspero de las gaitas en otra capa de textura ligeramente decepcionante en “Blood And Butter”, su versión bonita, aunque sin sangre, del álbum “Ray Of Light” (1998) de Madonna. La desconexión entre la ambición valiente y la realidad ligeramente beis en estas composiciones es desconcertante, una señal, quizá, de una artista que a veces pierde el sentido de sí misma. ¿Quién es exactamente Caroline Polacheck? “Desire, I Want To Turn Into You” ofrece muchas pistas pero ninguna respuesta definitiva: es mitad un álbum realmente brillante, mitad una síntesis demasiado ordenada de las diversas influencias de Polachek. Con un poco más de la locura de “Bunny Is A Rider”, un toque más del deseo de “Welcome To My Island” y una pizca adicional del abandono de “Billions”, podría haber sido un disco realmente espectacular. ∎

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