Álbum

Deradoorian

Ready For HeavenFire-Popstock!, 2025

Cuando más se habló de la talentosa Angel Deradoorian fue, quizá, durante su paso por Dirty Projectors (2007-2012) como vocalista y multinstrumentista, pero en los últimos diez años no ha dejado de darnos motivos para seguir escribiendo sobre ella, más bien todo lo contrario. Su carrera en solitario (o en compañía de Kate NV como Decisive Pink) ha sido una constante fuente de estímulos que conviene reivindicar con pasión, o con la eléctrica coolness de la que ella hizo gala en “The Expanding Power Planet” (2015) y el aún mejor “Find The Sun” (2020), grandes discos (art-)pop con inspiración en krautrock, protoelectrónica, psicodelia, folclore diverso y lo que surgiera, siempre y cuando fuera perfectamente esotérico.

“Ready For Heaven” debe ser, en cualquier caso, su muestra definitiva de fuerza, un álbum enteramente producido por ella en el que exorciza la agonía de vivir en 2025 a través de temas tan oscuros como bailables. Ante la dificultad de aceptar las noticias, la falta de empatía global, la descendiente cantidad y calidad de las conexiones humanas, Deradoorian se repliega en la reflexión sin dejar, curiosamente, de perseguir el ritmo. Nunca la habíamos oído tan cerca de las pistas underground.

La inicial “Storm In My Brain” transforma el caos mental cotidiano en un número post-punk con trazas de la legendaria Lizzy Mercier Descloux. Cole Berliner aporta una guitarra escurridiza y Steven Mertens (productor de primeros pasos de Lana Del Rey) regala un bajo sinuoso, obsesivo. Otros temas son menos angulosos y nerviosos y buscan el placer en la repetición. Es el caso de “Any Other World”, con esos grandes sintes pulsantes. O de “No No Yes Yes”, aparente homenaje a ESG que resulta tan sexi y cool como inquietante: “In the dawn / When I’m dead / Finally / You will see what you did to me”.

Las revoluciones descienden para una memorable “Set Me Free” en sintonía con el pop barroco de Weyes Blood. Si quieren que su bebé duerma bien y, de paso, empiece a aprender de misticismo, úsenla como canción de cuna. Antes de volver a la pista con el tremendo banger “Reigning Down”, cargado de resonancias Hi-NRG, Deradoorian nos devuelve con el instrumental “Purgatory Of Consciousness” a los pasajes experimentales de la trilogía “Disembodied Improvisations” (2019, 2021 y 2024).

Todo esto es valioso, pero la pieza central del disco debe ser “Digital Gravestone”, especie de actualización del legado de Suicide con letras sobre genocidio (como el que sufrió la familia de su padre armenio) y regeneración de supervivientes. Patrick Shiroishi aporta un saxo memorable y Delicate Steve se encarga de la guitarra, igual que en “Golden Teachers”. Parecidas angustias sobre el exterminio humano alimentan el lounge enrarecido final de “Hell Island”, en el que hay, pese a todo, espacio para la esperanza, para la fe en el poder de la gente: la última palabra, temblorosa, tentativa, no es otra que “unite”. ∎

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