Doctor Divago

“Tengo planes, ilusiones para el día después / Y aunque tú no te lo creas, canto con más fe”, canta Manolo Bertrán (voz, guitarra y principal compositor) en “El día después”, la canción que abre el álbum número trece en la discografía de Doctor Divago. Después, en el estribillo de “Mi suerte y la tuya también” (segunda del lote), afirma: “No es que no tuviera sitio, es que jamás lo encontré / Asumo que esa fue mi desgracia, pero mi suerte también”. Parece que a través de versos como estos, que el autor va dejando aquí y allá, él (y por extensión, el resto del grupo) reflexiona sobre su condición de outsider del rock patrio desde una perspectiva consciente y orgullosa del lugar que ocupa.

Son ya casi treinta y cinco años (arrancaron en 1989) desde que la banda valenciana echara a andar, y aunque hoy en día sigan apostando por la ilusión, se les escucha libres de cualquier pretensión, lo que redunda en beneficio de una absoluta libertad creativa. Probablemente este sea el motivo por el que no hacen ascos a arrimarse, según les convenga, al blues de armónica, al pop clásico o al rock de pura cepa sin casarse con nadie. Fieles solo a su propia heterogeneidad, impregnan todo de su propia voz.

En los márgenes de lo popular, las canciones del quinteto han gozado siempre de una innegable personalidad que en estas diez nuevos títulos resurge sublimada. No sé si será uno de sus mejores discos, pero es un muy buen álbum que suena clásico pero nunca añejo. Y lo es gracias a composiciones tan redondas como al emocionante pop de autor de “La tierra prometida”, a la electricidad rock de “Tan ocupado” o al inspirado power pop de “La verdadera luz”. Son tres cortes seguidos justo en mitad del disco que suponen sus puntos álgidos y que deberían ser motivo suficiente para no perder la fe en el poder ensoñador de la música de los Divago.

Y volvemos a lo de tantas veces: estamos ante una banda veterana pero carente de la atención del público suficiente como para poder trascender más allá de su reducido –pero fiel– grupo de seguidores de siempre. Pero, para todos aquellos que disfrutan con las canciones de algunas otras bandas ilustres del mejor rock español de las últimas décadas como 091, Los Enemigos o Los DelTonos, Doctor Divago es un grupo a conocer y seguir.

“La tierra prometida” es un disco que convencerá a los ya convencidos y que resulta una inmejorable puerta de entrada para quienes aún no conozcan sus virtudes. Están en un momento dulce. Ojalá este álbum les sirva para recibir parte de la atención que merecen. ∎