Álbum

Efterklang

WindflowersCity Slang-Music As Usual, 2021

Pese a esta corriente de álbumes de confinamiento que han florecido de los lugares más insospechados, el retorno de Efterklang parecía altamente improbable, especialmente dadas sus circunstancias. Por un lado, el trío danés había espaciado cada vez más sus lanzamientos, esquivando el habitual ciclo grabación-gira-descanso para abrazar una idea más abierta de creación artística. Por el otro, estaba la pesadilla logística de juntar a sus tres miembros, unos en una Copenhague herméticamente cerrada, y su líder, Casper Clausen, viviendo desde hace una década en Lisboa.

Por fuerza de voluntad surgió un intercambio de ideas, de anotaciones y de loops a través de Dropbox y, ya cuando las cosas se pusieron menos feas, alquilaron un estudio residencial en una isla al sur de la capital. El confinamiento, en cualquier caso, los limitó a la hora de invitar a colaboradores externos, obligándolos a enfocarse en lo esencial, completando un proceso que ya habían iniciado en su anterior disco, “Altid Sammen” (2019), una vuelta a sus orígenes más intimistas. Así que como una suerte de reacción a esa grandeza catedralicia que alcanzó su pico en “Piramida” (2012), y ahondando en los conceptos de esperanza y renovación que sugiere el título, Efterklang han reaprendido a hacer miniaturas pop más sobrias y accesibles, poniendo en primer plano la melodía y con un énfasis obsesivo en los paisajes sonoros embelesados.

Quizá el momento más claramente pop aparece en “Living Other Lives”, donde a partir de un sample de Laraaji y con una letra que aborda el poder de las redes sociales –sin el negativismo habitual– practican un dream pop místico cuya euforia vitalista y dulzor los acerca peligrosamente a los Coldplay de “Viva La Vida”. Mejor entendido está, desde luego, el pop en “Dragonfly”, coqueta y ligera como las mejores canciones de Saint Etienne. Con todo, las cotas de emoción llegan rápido. “Beautiful Eclipse”, construida a partir de un sencillo loop, tiene la elegancia y el glamur de los mejores The Blue Nile gracias, en buena parte, a esos arreglos orquestales y a la garganta de Clausen, que se crece con la madurez. “Mindless Center” es otro de esos himnos para bailar a cámara lenta que a Efterklang les salen con una facilidad sobrenatural. Descrito por ellos mismos como un “banger ambient”, “Abent Sar empieza como una canción cualquiera de Sigur Rós, hasta que un efecto de eco convierte las palabras en danés de Clausen en un inconfundible loop de The Field, única colaboración acreditada aquí, para terminar el álbum en una orgía de música electrónica trascendental y revitalizadora. ∎

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