Fatoumata Diawara, actriz y cantante de origen malí afincada en París, llega apadrinada por World Circuit, el prestigioso sello de Ali Farka Touré y Oumou Sangaré. A esta última le dedica con cariño
“Makoun Oumou”, ya que es una guía y un modelo a seguir en lo que a ideales de liberación femenina se refiere, como se hace evidente en la súplica antiablación de
“Boloko”.
Fatoumata se fogueó acompañando a Dee Dee Bridgewater antes de dejar constancia de que su magnífica voz puede ejercer de gran protagonista, con unas canciones propias que transmiten melancolía folk y también una voluntad pop que integra de manera natural el ngoni o la calabaza. En su mezcla de estilos, se muestra tierna para hablar del drama de la emigración en
“Clandestin”, y la misma dulzura emana de
“Fatou”, con el mensaje de que el amor se imponga a las disputas conyugales subrayado con un cálido órgano. En
“Bakonoba”, es una guitarra eléctrica afrojazz la que ribetea una reflexión sobre lo crueles que resultan a veces las palabras; en cambio, en
“Sowa”,
“Sonkolon” y
“Alama”, es el llanto de su profunda voz el que sobrevuela un recogimiento que tiene por objeto alentar a las madres para que no abandonen a sus hijos y resaltar el sufrimiento de los huérfanos, el que a ella le tocó vivir para cambiar su destino. Nada se escapa a la disección de una voz sobresaliente. ∎